“Los buenos libros se escriben para que gusten a sus autores; luego a Dios o al Diablo, o quizá a ambos; y en tercer lugar, para nadie”. Juan Carlos Onetti
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sábado, 31 de agosto de 2024
viernes, 30 de agosto de 2024
jueves, 29 de agosto de 2024
miércoles, 28 de agosto de 2024
Cuaderno en blanco
Agosto, 2024
Cada agosto se repite, es el mes de los silencios, y de los olvidos, o quizá aquel espacio temporal donde todo el mundo dice adiós por unas semanas. No hay mucho que hacer, el calor suele ser asfixiante y se recomienda evitar momentos puntuales donde aprieta. Las noticias, salvo excepciones, nos anuncian las olas de calor, hasta cuatro en este año en curso, y la política suele quedar al margen y en las noticias los bañistas se congregan en las playas de nuestros litorales, es el mes de vacaciones por excelencia y casi nada altera nuestros propósitos de descanso, Alguna lectura, y pocos proyectos que llevar a cabo sobre todo si el invierno y la primavera han sido bien aprovechados. Pasará, una vez más, este singular mes que nos traerá el fresco de los días de septiembre y la vista puesta en el último trimestre del año, Casi nada, avanzamos hacia un 2025.
martes, 27 de agosto de 2024
lunes, 26 de agosto de 2024
domingo, 25 de agosto de 2024
sábado, 24 de agosto de 2024
viernes, 23 de agosto de 2024
jueves, 22 de agosto de 2024
miércoles, 21 de agosto de 2024
martes, 20 de agosto de 2024
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domingo, 18 de agosto de 2024
sábado, 17 de agosto de 2024
viernes, 16 de agosto de 2024
jueves, 15 de agosto de 2024
Hoy invito a…
Diego Reche
ASÍ EMPEZÓ TODO (Trifaldi, 2024), de Pedro M. Domene, (Huércal Overa, 1954) escritor, crítico y profesor de literatura. Lo he leído estos días frente al mar de Roquetas, una historia por el mar de Terreros (las playas de Terreros son las playas de todo el norte de Almería), historias de amistad y juventud cuando eran largos los veranos, allá por los setenta, un tiempo de música y de cambios sociales. Sorprenderá el control del diálogo como centro narrativo de la novela. Desde él, como el Dumas de El conde de Montecristo, reconstruimos toda la trama: un viaje en el tiempo, la inquietud de aquellos jóvenes que tenían la vida por delante y ahora son los adultos que evocan y reflexionan sobre la vida que fue quedando atrás: "y me vino a la memoria una tarde de domingo de finales de agosto de 1974, y entonces caí en la cuenta de que no volví ningún verano más y todo lo vivido
parecía haberse desvanecido".