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martes, 26 de noviembre de 2019

Ruy Vega


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Intriga y ciencia ficción en Herederos del universo   



Ruy Vega  publica su tercera entrega con un relato de género.
       

     La ciencia ficción, según queda definida, es un género narrativo que sitúa la trama y la acción en unas coordenadas espacio-temporales imaginarias y diferentes a las nuestras, y que especula razonada y con tesis creíbles sobre posibles avances científicos o sociales y su impacto en la sociedad. Ha sido calificada de "literatura de anticipación", sobre todo porque algunos autores, como Julio Verne o H.G. Wells, han llegado a anticipar el surgimiento de logros científicos y tecnológicos, como los cohetes espaciales o los submarinos. El término “ciencia ficción” nació en 1926 de la mano del escritor Hugo Gernsback (Luxemburgo, 1884-Nueva York, 1967, quien lo utilizó en la portada de la que sería una de las más famosas revistas del género: Amazing Stories. Aunque, estudiosos del género, hablan de remontarse más atrás para encontrar los primeros relatos de este género, se encuentran ejemplos mucho más antiguos, el considerado como primer relato de ciencia ficción, Frankenstein, de Mary Shelley (1818). Posteriormente, en el primer tercio del XIX, Edgar Allan Poe escribió relatos como La incomparable aventura de un tal Hans Pfaal o Revelación mesmérica, que sin duda deben englobarse dentro del género ciencia ficción. Fue la primera mitad del siglo XX la Edad de Oro de la ciencia ficción, con la aparición de autores como Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, Aldous Huxley, George Orwell o Ray Bradbury.
       Durante los años 60 y 70 apareció lo que se conoce como “La nueva ola” (The new thing), que tiene su origen en la revista británica New worlds, y que se caracterizó por una mayor experimentación narrativa, dando a conocer a autores como J. G. Ballard o Brian W. Aldiss. Y en los 80 y los 90 aparecen el cyberpunk y el postcyberpunk con la informática y los ordenadores de telón de fondo que dieron origen a toda una corriente estética donde las nuevas tecnologías convivían con los ambientes sórdidos de los bajos fondos urbanos.
       En la actualidad numerosos subgéneros se centran en los impactos de la biotecnología (biopunk), o que hacen una revisión irónica de las temáticas y la estética de la ciencia ficción de los años 30-50 (retrofuturismo) o de la idea que se tenía del futuro en las novelas del siglo XIX (steampunk). Y hoy se hace distinción entre ciencia ficción dura (hard) y blanda (soft). La primera es mucho más rigurosa y cuida mucho más los detalles y argumentos científicos y técnicos, mientras que la segunda se centra únicamente o sobre todo en el aspecto literario.

Herederos del universo
       Ruy Vega (Ponferrada, León, 1976) es un colaborador habitual en medios de comunicación, crítico literario y escritor que hasta el momento ha publicado El proyecto Dream (2015), La señal (2017), y acaba de entregar, Herederos del universo (Atlantis Ediciones, 2019). Con sus historias pretende que el lector reflexione sobre la pregunta que subyace en la propia trama, tratando, además, que resulten creíbles y al lector le sirva para plantearse ciertas cuestiones. La historia parte de un hecho real que, en esta ocasión, el lector va desgranando y sumergiéndose en una auténtica trama que tiene bastante de thriller por las características con que ha dotado Vega a su relato, aunque todo comienza en el año 2030, cuando el reconocido psiquiatra James Douglas inicia el tratamiento de Mark Patinson, un antiguo trabajador de la NASA, ahora ingresado. El caso de lo que parece ser un paciente más, gira inesperadamente tras descubrir que, en contra de la información recibida, no es el primero en aceptar su caso, habiendo fallecido el anterior colega en extrañas circunstancias sin aclarar. Nada parece ser cierto a su alrededor, y el psiquiatra nunca dejará de preguntarse ¿quién es realmente el enfermo?, ¿por qué está allí?, ¿qué esconde la institución donde está ingresado?, y, sobre todo, qué suerte les espera a quienes, de alguna manera, se acercan a este enigmático Patinson.      
       La trama avanza y lector asiste a todo un proceso de investigación seudo policial que incorpora nuevos personajes, Victoria Muller, el extraño inspector Sam Rakitic, pesquisas en torno a un proyecto de la NASA, se incorpora el doctor Arnold y descubrimos algo en torno a las esferas Klerksdorp, y constataremos cómo el propio Vaticano está involucrado en una trama de dimensiones universales. Vega consigue un relato ágil, de abundante diálogo, con un estilo narrativo peculiar, de lenguaje directo y, en ocasiones, de una irónica eficacia que incluye en nombre de sus protagonistas, y como no deja de ser un relato que constata una realidad, el mundo del periodismo y los recursos digitales están presentes.








Ruy Vega, Herederos del universo; Aranjuez, Atlantis Ediciones, 2019.  

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