Releer, Vida y aventuras de Santa Claus.
La edición de Valdemar, se publicó en 1999, y ahora la editorial Singular
(2018) nos devuelve la magia de la Navidad.
La Navidad nos
traslada a ese espacio donde la fantasía de nuestra infancia nos envuelve y
consiente que por unos días volvamos a ser aquellos niños que creyeron en la
magia de unas fechas cuando la familia se reunía y celebraba, ese gran
acontecimiento, con grandes comilonas, y cuando nos visitaban los tíos y los
primos, incluso era mágico el barrio donde los vecinos urgían a unir sus
voluntades en un espacio lúdico y de felicidad. Los abuelos siempre nos
regalaban esa calderilla que luego gastábamos en cosas insignificantes pero que
nos hacían mucha ilusión, y nosotros con nuestros ojos e imaginación de niños felices
vivíamos una Navidad de villancicos, dulces y turrón, a la espera de la ansiada
llegada de los Reyes Magos, porque se año, nadie lo dudaba, habíamos sido,
especialmente, buenos y obedientes, aunque esta era otra historia, y durante
esos días no dejábamos oír el eco de la zambomba, la matraca y la pandereta.
La obra
Vida y Aventuras de Santa Claus (1902) es
una novela sobre el espíritu de la Navidad y sobre lo que significa el
personaje de Santa Claus, una auténtica biografía sobre uno de los mitos de
nuestra cultura moderna, y quién ejerce de biógrafo es L. Frank Baum, el
celebrado autor de El Mago de Oz. Baum se plantea escribir su libro a
modo de cuento de hadas, y cuenta la vida del hombre de los regalos navideños
durante tres etapas, desde que es adoptado por el hada Necile del bosque de
Burzee, pasando por su madurez en el Valle de la Risa, hasta su ancianidad y su
deambular por el mundo cargado de juguetes. A medida que vamos leyendo asistimos
poco a poco al crecimiento de un personaje fantástico, desde que es un bebé,
toma contacto con la humanidad a la que él pertenece, hasta que encuentra esa
admiración por los niños y decide proporcionarles felicidad con algo tan simple
como un juguete de madera que él mismo talla.
Baum se
adueña, o quizá debamos decir, mejor se inventa, todas las tradiciones que hoy
en día siguen vigentes, desde el significado de los calcetines llenos de
regalos, los renos, el trineo que conduce, la fabricación de los juguetes en su
taller, el árbol de navidad, o la costumbre de regalar en Nochebuena. Y al
mismo tiempo es una historia de fantasía para todas las edades. Y añade la
fascinación por el bosque de Burzee, ese bosque milenario, intocable por el
hombre y que perdura a lo largo de los siglos, y ejerce una simbología especial
según la fantasía: es el lugar donde viven los seres mágicos que de alguna
manera protagonizan junto con Claus, la novela: hadas, duendes, gnomos, Ryls, o
Knooks, y tampoco podía faltar ese concepto sobre el Bien (todos los habitantes
del bosque) y el Mal (Awgwas, criaturas de naturaleza deforme y propósitos
oscuros) con la influencia que todo tendrá en el relato de Santa Claus. Seres
inmortales que siempre estarán ahí, aunque el pequeño Claus es humano y a
medida que va creciendo se vuelve un auténtico bonachón.
Baum incorpora a su relato los temas clásicos, con el típico recurso del niño humano adoptado por los seres fantásticos, con la condición de no dejar de ser humano, y de conocer el sufrimiento infantil sin importar la condición social, o toda esa carga de la simbología establecida respecto a la figura de Santa Claus, que Baum mezcla con tradiciones ancestrales y mucha, mucha fantasía.
El autor
L. Frank Baum, nació en Nueva York en 1856, su
padre relacionado con el tema del petróleo había conseguido una pequeña fortuna
y vivían una vida acomodada, en la que no faltaba de nada. El nombre de Lyman,
en referencia al hermano de su padre, nunca le gustó y prefirió siempre el de
Frank. Educado por sus padres hasta los 12 años, decidieron que ingresara en una escuela
militar, pero por su condición enfermiza y fantasiosa, tuvo que volver a casa. Comenzó a escribir a edad muy temprana, en
parte ayudado por su admiración hacia la imprenta. Su padre le
regaló una siendo niño y con ella comenzó su andadura en el mundo del
periodismo.
Baum y su
esposa Aberdeen se trasladaron a vivir a Dakota del Sur (inspiración
paisajística para El Mago de Oz), donde abrieron una tienda llamada
"Baum’s Bazaar" y un periódico titulado The Aberdeen Saturday
Pioneer, pero tanto la tienda como el periódico fracasaron. Así que ya
trasladados en Chicago, trabajaría en otros periódicos. L. Frank Baum publicó Madre Pato (1897), ilustrado por
Maxfield Parrish, cuyo moderado éxito le permitió dejar el trabajo comercial
que desempeñaba en esos momentos. En 1899 tuvo un éxito aún mayor con Padre Pato, un conjunto de poesías
absurdas ilustradas por W.W. Denslow, que se convirtió en el libro infantil más
vendido del año. Y esto a su vez dio pie a que en 1900 llegara a las librerías
El Maravilloso Mago de Oz, en colaboración con Denslow, todo un éxito de ventas
y de crítica, el libro infantil más vendido durante los dos años siguientes.
Baum escribió, entonces, la considerable cantidad de trece novelas, o secuelas,
que contaban más historias del mundo de Oz y sus personajes. Tanto es así que
en 1902 apareció una producción teatral titulada precisamente “El Mago de Oz”,
representada también en Broadway durante casi todo un año, todo un éxito.
Además hubo diversas adaptaciones cinematográficas, entre ellas la de Metro Goldwyn
Mayer con Judy Garland, tanto de imagen real como de animación. La vida y aventuras de Santa Claus
apareció en 1902, un relato lleno de fantasía y de
seres de buen corazón, ya sean mortales o inmortales (aunque también los hay
malos que quieren impedir que Claus regale felicidad), de buenas acciones, de
generosidad, de amistad, de altruismo...; en realidad, una historia clásica de
fantasía donde los niños encuentran una lectura feliz y satisfactoria.
L. Frank Baum
falleció el 6 de mayo de 1919
a la edad de 62 años
L. Frank Baum, Vida y aventuras de Santa Claus; Madrid,
Singular, 2018; 112 págs.
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