Un
artista en la vendimia
Realidad, memoria y autoficción para contar en Cariñena (2018) cómo el joven Antón
Castro llega desde su Galicia natal a Zaragoza.
Foto José Miguel Marco |
Un adolescente
de 19 años, tan inexperto como angustiado, se verá obligado a abandonar su
tierra natal, Galicia, huyendo de un servicio militar obligatorio. Viaja a la
ciudad de Zaragoza para convivir con un grupo de objetores de conciencia que,
como él, se resisten a servir en el ejército; emocionalmente frágil, el joven es
un tímido aspirante a poeta, y durante
algún tiempo irá anotando en un cuaderno Sagitario cuanto vive, siente y le
ocurre con el propósito de transcribirlo cuando se cumpla su deseo de convertirse
en un futuro escritor; una vez instalado en la ciudad, las circunstancias
económicas le obligarán a viajar hasta Cariñena para, una vez allí, conseguir
“engancharse” en la vendimia, donde descubrirá un mundo de sensaciones
desconocidas para él hasta el momento, incluso el valor de algunas amistades
que se han convertido en personajes de esta narración autobiográfica: Miguel
Setién, Mar y Cris Gálvez, Andrés Serra, Eliseo el Riojano o Pepe Mainar.
En Cariñena y
en Paniza, pronto, el Gallego, como apodan al protagonista, establece
relaciones en el pueblo; encuentra gente que le ayuda, o le puede dar el
trabajo; unos personajes con sus pequeñas historias, que conviven en los
escenarios de la plaza, en el bar, en un cobertizo, o en los barracones donde
descansan. Y las conversaciones, anécdotas,
confidencias, la puesta en común de gustos, sobre todo culturales, de algunas películas
de la época, libros, cantantes y cantoautores de moda, pero sobre todo muchos
proyectos aún por definir. Y se constata el durísimo trabajo con el farcino en la
mano, recorriendo las hileras de viñedos hasta deslomarse al sexto día, y
quedar tronzado, abatido por el lumbago del cierzo. Al mismo tiempo, el
narrador emplea párrafos bellísimos sobre la tierra, sobre la uva, y la
técnica, la dura tarea y el esfuerzo de recogerla para dejarla suavemente sobre
los cuévanos.
Antón Castro
utiliza una prosa limpia, delicada, con detalles eficaces que complementan las
numerosas descripciones que el escritor hace sobre el paisaje y las gentes de
la tierra, y todo ese esfuerzo se solidariza con el duro trabajo y la
complicidad luminosa de un paisaje asumido con el paso de los años que, como se
aprecia finalmente en este curioso texto, mitad ficción y biografía, resulta
profundamente poético.
Antón Castro, Cariñena; Zaragoza, Pregunta Ediciones,
2018.
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