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ME ENTREGO AL VIENTO
En los años 70 los jóvenes universitarios
leíamos con denostado interés autores que, de alguna manera, habían sido
sacrificados durante el régimen franquista: uno de ellos era, sin duda, León
Felipe, y por nuestras manos circulaba su Antología rota (1947),
selección de poemas, editada por la mítica Losada (1957), que llegaría a un gran número de lectores en
España, entre otros, a nosotros, estudiantes universitarios en las aulas
granadinas.
León Felipe (Tábara, Zamora, 1884- México
D.F. 1968) fue, durante mucho tiempo, el poeta más popular del exilio español y
el portavoz de esa España peregrina. Como siempre se ha señalado, el zamorano
vivió entre su amarga experiencia del exilio y el tremendo dolor de verse
sumido en el olvido y desconocido por las generaciones que tras la guerra
necesitaban restituir algunos de los valores perdidos en la contienda. La
editorial Cátedra, en edición de Miguel Galindo, edita y actualiza, en un volumen, Antología
rota, que en palabras de su editor reproduce la primera de Pleamar
(México), colección dirigida por Rafael Alberti; se incluyen, además, los
«Nuevos Poemas» incorporados en la reedición de 1957, así como las adiciones de
Nueva antología rota, de 1974. Lo que el lector y el estudioso se
encuentran en esta edición es la suma de los tres libros, más las inclusiones
que provocaron la nueva obra producida por el poeta a lo largo de los años. En
la extensa y documentada Introducción, Miguel Galindo, repasa la
actualidad del poeta, y esa obligada referencia a una época de la historia
reciente sobre la que aún no se ha escrito la última línea. El estudio se
detiene en la vida singular del poeta, su relación con la poesía, sus vivencias
antes y después de la guerra, su posterior amistad con Larrea en el México del
exilio y, sobre todo, esa proyectada estela que produjo el intimismo poético
adquirido en poetas como, Dámaso Alonso, Blas de Otero y toda la generación de
los 50.
Poeta comprometido, sus versos se tornan
urgentes, propagandísticos, agitados, circunstanciales, ensaya arengas públicas
y escribe romances para ser recitados ante un auditorio masivo. Es el suyo un
discurso consciente que formará parte de la formación ideológica de las jóvenes
generaciones. Quizá por eso hay que asegurar que, en la década de los 40, muy
lejos ya la obra publicada en España de Felipe, es en México donde se despierta
el interés por realizar una segunda antología (la primera data de 1935) y se
califica de «rota» por ese concepto esgrimido por el poeta, «de obra coyuntural
por el desconocimiento de una obra y una vida»; en esta antología estará «todo»
León Felipe, desde sus Versos y oraciones (1920) a Ganarás la luz (1943),
y así habrá que verla más de sesenta años más tarde.
ANTOLOGÍA
ROTA
León
Felipe
Edición
de Miguel Galindo
Madrid,
Cátedra, 2008.
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