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sábado, 18 de julio de 2015

Cristina Monteoliva



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ELÍAS Y LOS LADRONES DE MAGIA 


Existe, indiscutiblemente, una literatura pretendidamente infantil-juvenil, que de alguna manera aporta aquellos contenidos que un exigente público lector demanda: aventuras, amor, intriga, un margen de actualidad donde verse reflejados, algo de fantasía, y sobre todo divertimento para seguir pasando páginas de la historia que tienen entre manos. Y, también ocurre, que en ocasiones, este denominado género divierte, entretiene e interesa a un público lector adulto que lo devuelve a sus años del pasado. No siempre se consigue el objetivo, ni el primero ni el segundo, y entonces la novela en cuestión pasa inadvertida para un amplio sector de nuestro consumo literario. No ocurre con una novela, pretendidamente, juvenil que despertará el interés de cualquier curioso lector, Elías y los ladrones de magia (2013), una curiosa historia donde la realidad y la fantasía nos llevan de la mano y nos pasean por una no menos maravillosa ciudad: Granada y algunos de sus singulares rincones donde el pasado aun mantiene viva una llama.

En realidad, Elías es un niño granadino de once años muy inteligente, aunque en numerosas ocasiones se siente muy solitario. Su madre, Marina, es una escritora de éxito con la que todos quieren estar el día en el que acompaña a su hijo y al resto de los niños del colegio a una excursión a Cazorla, lo que hace que Elías se sienta aún más solo, y nos disfrute con sus compañeros.
De vuelta a Granada el autobús sufrirá una avería y todos los niños acabarán en una extraña feria ambulante en la que Elías conocerá a un pez parlante, Percy, que no dudará en contarle la historia de cómo un día dejó de ser humano. El chico no podrá evitar llevarse el pez a casa, y pronto averiguará el resto de su historia y como este acabará convirtiéndose en todo un caballero inglés. Con él, y junto a nosotros, recorrerá algunos de los lugares más maravillosos de Granada, y también descubrirá que existen los seres mágicos, tanto los buenos como los malos, y que están por todas partes, y que sobre todo estos últimos pueden ser muy peligrosos. A estas alturas de la narración, y sin desvelar más argumento, cabría preguntarse si Elías conseguirá detener a los malvados seres mágicos con ayuda de sus nuevos y no menos enigmáticos amigos.



Elías y los ladrones de magia es una novela juvenil; escrita por Cristina Monteoliva (Almuñécar, 1978), sin duda con una habilidad desbordante, porque plantea una historia de corte fantástico que, sin embargo, tiene como escenario principal una irremisible realidad real: la ciudad de Granada y algunos de sus escenarios más espectaculares, monumentos, calles, rincones de tan mágica ciudad, algunos tan desconocidos que uno los descubre por primera vez en el libro.
Como las buenas novelas pretendidamente juveniles contiene ese fondo didáctico deseado, ofrece una historia repleta de aventuras, página tras página nos sobrecoge la emoción y, al mismo tiempo, ofrece mensajes positivos, como el valor de la amistad y la lealtad, lo importante del pasado y del presente, la familia y los lazos que unen, y sobre todo que un libro como este nos puede descubrir muchas cosas y al tiempo divertirnos.
Elías y los ladrones de magia, de Cristina Monteoliva, es una buena recomendación para estos días, en los que uno se sienta a saborear una buena historia en un cómodo sillón, una silla en el jardín o una hamaca en la playa, y una vez leído el libro, esperamos seguro que su autora nos lleve de su mano a otras aventuras, tan mágicas y sorprendentes como esta. 









Elías y los ladrones de magia
Cristina Monteoliva
Almería, Círculo Rojo, 2013; 190 págs.




1 comentario:

  1. Muchísimas gracias, Pedro, por tan estupenda reseña. Elías y yo estamos muy contentos de saber que sus aventuras te han gustado tanto, y esperamos darte a conocer muy pronto historias de nuevos amigos. Un abrazo.

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