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RELATO
ESPAÑOL ACTUAL, UNA VALORACIÓN Y UN ANÁLISIS
El relato español contemporáneo goza en
estos momentos de un prestigio tan importante que estudiosos del género se
asoman, desde perspectivas muy diversas, al trabajo realizado por las
generaciones de escritores españoles de las últimas décadas, sobre todo desde
la implantación de la democracia en el año 1977. Conviene señalar que el auge
producido en estos últimos tiempos viene avalado por la calidad de los autores
y de sus textos; también conviene resaltar que han sido necesarias varias
generaciones de narradores para mostrar la fuerza del cuento o del relato que,
en estos momentos, se está publicando en y fuera de España. Podemos aducir los
condicionamientos varios que han llevado a los autores a ensayar en un género
tan interesante y, además, añadir que a través del cuento se pone manifiesto el
empleo de fórmulas diversas que dan sentido a un género que vuelve una y otra
vez a recuperar el protagonismo de antaño, sobre todo de la tradición
decimonónica del XIX, porque en esencia se retoma el interés por contar
historias, en su sentido estricto. Antologías, colecciones, revistas y
editoriales que se vuelcan sobre este arte narrativo evidencian que los
hallazgos narrativos están el relato corto, con una variedad técnica y
estilística dignas de lo mejor que se escribe hoy. Pero evidentemente, resulta
arriesgado aventurarse en el mundo literario español iniciando una colección de
narrativa breve y publicando, esencialmente, volúmenes de cuentos o relatos en
su sentido estricto. La década de los 80 y, también, la de los 90, resultaron
importantes porque numerosos autores vieron publicadas sus colecciones de una u
otra forma y sobre todo se pudo hablar de un renacimiento de este género breve.
Francisco Umbral ya escribía en la década de los 70 que «para él, el cuento era
el género que mejor se correspondía con el estado de conciencia del hombre
actual». Durante estos últimos años el relato vuelve a su concepto tradicional,
aquel en el que lo narrativo constituye el elemento esencial del cuento, y no
importa que durante estas dos últimas décadas se hayan escrito cuentos de
terror, policíacos, eróticos, históricos, humorísticos y que revistas y
editoriales se aventuren con colecciones de cuentos, aunque a partir del año
2000 su originalidad consista en ver agrupadas numerosas colecciones por temas:
como el mar, el adulterio, los trenes, la música, o recetas y cocina.
No menos curioso resulta el hecho de que
estudiosos y escritores de habla española en otros países se aventuren en
antologar ampliamente el género que venimos defendiendo desde el principio de
estas líneas. Me refiero a escritores que han ensayado el género en sus propias
«carnes» y de una forma, también, interesante y magistral. No me cabe la menor
duda de que el mexicano Raúl Hernández Viveros,
autor de una voluminosa obra cuentística y narrativa, aborda el estudio del
cuento español con ese magisterio de años y con el conocimiento tanto de las
técnicas, de las estructuras, de los temas y de la proyección del cuento
español, leído y estudiado por el veracruzano, desde sus inicios en literatura.
Así el libro que se presenta, Relato español actual, coeditado por la Universidad Nacional
Autónoma de México y el Fondo de Cultura Económica, resulta
ser el compendio más importante que sobre el género y su difusión en España se
publica en México en la
actualidad. A destacar, en primer lugar, el rigor de la
edición, en segundo término, el conocimiento de los autores españoles que tiene
Hernández Viveros y tercero y último, la amplitud de visiones que podrá
encontrar el curioso lector en los cincuenta y cinco autores seleccionados en
esa diversidad curiosa que uno puede encontrar. Y me refiero a una diversidad
curiosa en el sentido positivo del término porque en esta amplia antología del
relato español uno encuentra autores de gran prestigio como José María Merino,
Luis Mateo Díez, Cristina Fernández Cubas, Soledad Puértolas, Enrique
Vila-Matas, otros nombres de una generación literaria que arrancaba en los
primeros años de la transición española, incluidos Pedro Zarraluki, Antonio Muñoz Molina, Ignacio Martínez de
Pisón, Juan Miñana que forman parte de una generación posterior, la de los 80,
instaurada la democracia en España y cuya obra sustenta, hoy en día, la
narrativa española contemporánea dentro y fuera de las fronteras naturales; e
incluso, otros autores interesantes como Herminia Luque Ortiz, José Manuel
Benítez Ariza, Juan Bonilla o Alejandro Luque, cuyos primeros pasos literarios
se iniciaban por los años 90 y hoy son esas nuevas generaciones de una
narrativa pujante y que forman parte de la vanguardia literaria española. Y lo
más curioso en este libro, aunar en una selección tan amplia una visión de
conjunto del cuento español.
La habilidad de Raúl
Hernández Viveros muestra a través de un inteligente
«Prólogo» tanto las perspectivas del género en las antologías publicadas
anteriormente y citadas, como las ambiciones del relato en España o unas
reflexiones críticas que realiza el propio antólogo que terminan por situar el
género en su justa medida. Así, casi al final de su análisis, Hernández Viveros
añade que, en su «selección realiza un recorrido por la geografía narrativa
llena de fascinación e interés por los autores que describen sus propias
obsesiones. Y puntualiza que cada lector está en la libertad de aceptar su
propia interpretación sobre esta selección tan amplia».
Relato español actual, en
selección, prólogo y notas de Raúl Hernández Viveros,
constituye el compendio y la visión de los autores españoles que han forjado y
siguen forjando lo más significativo de su narrativa en un género con el que,
como algún autor ha señalado, mejor se interpreta el ritmo de la vida y esto,
dicho así, es la mejor de las literaturas.
Relato
español actual
Raúl Hernández Viveros
Madrid,
F.C.E. 2003.
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