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Homenaje
a la India
La editorial Acantilado publica, El río, de Rumer Godden,
en una ejemplar traducción de Javier Fernández de Castro.
El río como imagen del transcurso de la
vida y de la muerte, un camino a seguir y el destino que aguarda a sus
protagonistas en un lugar de la India colonial británica cercano a Bengala, un
relato ambientado en el hermoso jardín de una casa familiar británica, donde padre,
madre y cuatro niños, conviven con las nimiedades del día a día que la narradora Rumer Godden
cuenta bajo la mirada atenta y no menos curiosa de Harriet, una de las niñas,
que será quien narre una conmovedora historia de alto contenido simbólico.
La novela
El río (1946) abunda en descripciones
tan morosas como detallistas que se impregnan de los colores, de los olores, de
los sonidos y de los ruidos, incluso se detalla la vegetación del jardín, la
abundancia de las cosas de la naturaleza, y se perciben los sabores, el
colorido de las ropas, y la descripción de los animales, incluidos los
peligrosos: la cobra; son esas sensaciones que Harriet irá descubriendo y
transmite como una exquisita y pausada anotación al lector. Cerca de la casa y
el jardín se encuentra el río, por el que pasan la vida y los negocios de la
pequeña comunidad de colonos y nativos porque en la misma casa descubrimos pronto
una verdadera mezcolanza de razas y religiones. El río fluye y con él los
pensamientos de la inquieta protagonista Harriet que darán pie a sus numerosas preguntas
en un intento continuo de comprender el mundo; y ante sus ojos, desfila una
escala de modos de ser de los mayores que no dejan de reflejar cuanto una
familia consigue para el bienestar de los niños.
Harriet se
debate entre ser eternamente una niña; y también desea convertirse en mayor, actitud
bastante bien llevada por la sensualidad misma ensayada en el escenario en que
discurre el drama de la vida cotidiana de estos adolescentes y niños, y a cuyo
inesperado final asistiremos. Entre los personajes adultos, padres y criados,
hay dos que tienen nombre propio: la vieja Nan y el capitán John, un oficial
gravemente herido en combate que se encuentra reponiéndose en el lugar y, como
resulta obvio, atraerá la atención de las dos chicas mayores: Bea, la
primogénita y en plena pubertad, y Harriet algo más niña, y aunque cada una lo
contempla de acuerdo con su edad, y para Harriet acabará por ser la imagen del
primer adulto ajeno por el que siente admiración y del que busca reconocimiento,
pues la joven se encuentra en ese punto en que la atracción física y la
atracción intelectual por un hombre se mezclan y confunden. Luego, en un
momento crucial de la existencia familiar, las fiestas navideñas, Bea confesará
que no quiere que todo aquello vivido se acabe; sobre todo porque, ella y
Harriet, cada una a su manera, perciben que algo está cambiando. Harriet
hallará su consuelo en la equivalente comprensión de cuanto supone el río como
representación de la vida: todo pasa, como el río, los días y los meses, el
tiempo en definitiva, y al final del relato sus personajes aprenderán que el
dolor y la muerte se mezclan con el nacimiento de una nueva vida, y la primera
conciencia de que el paso de un río también presupone una despedida.
Un río cinematográfico
El director Jean
Renoir, que llevó la historia de Rumor Godden al cine en 1951, protagonizada
por Thomas E. Breen y Patricia Walters, calificó entonces el libro de homenaje
a la India y a la infancia, un texto repleto de hermosas escenas, como ese
paseo final de Harriet y el capitán John, un paseo en la noche sobre la tierra
amada, pero con la inesperada aparición de la muerte, el nacimiento del bebé, o
el momento en que, mientras Bea y el capitán John hablan, Harriet se dará
cuenta de que discuten y que su relación es bastante distinta; se trata de un
hermoso y sencillo alegato a la verdad de las cosas que después de muchos años sigue
siendo una oportuna mirada frente a la mentira, la manipulación, o la absoluta
desvergüenza moral de una sociedad que siempre está necesitada una profunda
meditación.
Biografía
Rumer Godden
nació en Sussex, el 10 de diciembre de 1907, (Inglaterra) y fue criada junto a
sus tres hermanas en Narayanganj, ciudad que entonces era parte del Raj
británico. Cuando tenía veinte años regresó al Reino Unido junto a sus hermanas
para prepararse como maestra de baile. En 1930, se mudó a Calcuta, en donde
empezó una escuela de danza para niños ingleses e hindúes que administró
durante 20 años con la ayuda de su hermana Nancy. Durante este periodo publicó
su primer superventas, Black Narcissus
(1939).
Tras un
matrimonio fallido, Godden se mudó con sus dos hijas a Cachemira, donde
vivieron inicialmente en una casa flotante. Godden regresó a Calcuta en 1944.
Su novela Kingfishers Catch Fire está
basada en su vida en Cachemira. En 1949 volvió a casarse y regresó al Reino
Unido para concentrarse en su carrera literaria.
A principios
de los años 1950, Godden empezó a interesarse por el Catolicismo, pero no se
convirtió oficialmente hasta 1968. En varias de sus últimas novelas presentaba
a sacerdotes y a monjas católicos. En 1968, Godden alquiló Lamb House, en donde
vivió hasta la muerte de su esposo en 1973. En 1978, se mudó a Moniaive
(Dumfriesshire). En 1993, fue nombrada Oficial de la Orden del Imperio
Británico. Godden visitó India en 1994, y regresó a Cachemira para filmar un
documental de la BBC sobre su vida. Murió el 8 de noviembre de 1998 a los 90 años.
Rumer Godden, El río; trad., de Javier Fernández de
Castro; Barcelona, Acantilado, 2018; 144 pp.
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