Los Watson
Jane Austen
Edición ilustrada por Sara Morante
Jane Austen (1775-1817)
dejó su novela Los Watson (1804)
inconclusa, y leída hoy se muestra como ese esbozo, apenas unas escenas en las
120 páginas de lo que debiera haberse desarrollado como una de las encantadoras
novelas de la autora inglesa, aunque sí es posible reconocer no solo su genio,
sino también los temas que siempre interesaron a Austen, “esa
profunda contradicción entre el dominio de la razón dominante en la sociedad de
la Inglaterra
del siglo XVIII y los valores a los que, hipócritamente, se esperaba que la
mujer se adhiriera”.
El argumento
La historia
comienza cuando la hermosa Emma Watson se dirige al primer baile de la temporada
en compañía de su hermana. Emma ha pasado la mayor parte de su vida lejos de la
localidad de Surrey de la que es oriunda. Hija de una familia patricia venida a
menos, ha sido educada hasta el momento por una tía acaudalada que la devuelve
a su casa porque contraerá matrimonio y se trasladará con su marido a Irlanda.
La escena del
baile, ocasión para introducir a los personajes principales de la trama, ocupa
la mayor parte de las páginas conservadas del relato, y con ellas ya es posible
hacerse una idea del desarrollo de los acontecimientos que había previsto la
narradora. Emma es la menor de cuatro hermanas cuya única aspiración es
encontrar un marido; dada la mala situación económica de la familia, esa es la
opción respetable de asegurarse el futuro. Jane Austen nos habla, una vez más,
de la condición de la mujer de su época, de su limitado papel en la sociedad y
de su falta de recursos propios.
La
protagonista se describe como una joven de gran sensibilidad y honestidad, y quizá
por eso no está dispuesta a contraer matrimonio si no es con alguien de su
completa elección, independientemente de su fortuna o rango; contempla la idea
de desarrollar un trabajo humilde como el de maestra de escuela, algo
preferible a dedicarse a la caza de un esposo y al matrimonio por
interés. Como no podía ser de otra manera, la interesante Emma pronto
despertará pasiones entre los solteros del contorno y vendrá a alterar la
existencia de una familia de la que llevaba años alejada.
En el caso de Emma Watson se adivina uno de esos
personajes femeninos que han hecho célebre a Jane Austen por
su inconformismo y la mirada inquisitiva que lanza a su alrededor. Una
vez más, la autora planteaba con sus textos la futilidad de una existencia femenina
sin otra posibilidad de realización que un buen matrimonio de conveniencia que
obligaba a las mujeres a lanzarse a una competición que, sin duda, les
arrebataba la dignidad y, en numerosas ocasiones, la felicidad.
Final
Los Watson, una
obra que, desgraciadamente, quedó inconclusa y la presente edición,
con ilustraciones acertadísimas de Sara Morante (Torrelavega, 1976), que
prefiguran ese aire victoriano. Incluye, además, un breve pasaje añadido por
James Edward Austen-Leigh, sobrino y biógrafo de la autora, en el que
explica los planes que su tía tenía para desarrollar la novela, así cuenta como
Casandra, la hermana confidente de la autora, conocía siempre los argumentos de
las obras que estaba escribiendo Jane, y señala como el señor Watson moriría
poco después, así que Emma se vería obligada a vivir con su mezquino hermano y
su cuñada; rechazaría una propuesta de matrimonio y, finalmente, triunfaría el
amor por el señor Howard.
Jane Austen, Los Watson; ilustraciones Sara Morante;
Barcelona, Círculo de Lectores, 2017.
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