me
gusta…
Ese
lado oscuro…
Una
edición ilustrada de La Venus
de las pieles (Sexto Piso).
¿Quién fue realmente Leopold von
Sacher-Masoch? ¿Un autor menor? ¿Un pornógrafo? ¿Un antimoderno? ¿Un pesimista?
¿Un libertino? ¿Un inspirador e instigador de perversiones?
La
obra
La Venus de las pieles, se ha convertido con el
paso de los años, en un libro de culto, y muestra los deseos reprimidos y más
oscuros de Severin, un hombre que desde joven desarrolla un gusto peculiar en sus
relaciones sexuales y que a lo largo de su vida convertirá en una obsesión. Lleva
años enamorado de la estatua de Venus que mira desde su ventana, la admira y
sueña despierto con ella. Una velada, mientras la contempla, se le aparece
Venus en carne y hueso, o al menos ese es su primer pensamiento aunque pronto
se da cuenta que, en realidad, es su vecina, una joven viuda que por su belleza
logra cautivarlo. Poco a poco se verán inmersos en una relación romántica, pero
como Severin no logra ignorar sus deseos le plantea a Wanda que lo tome como su
esclavo a lo que ella se niega por temor a perder el amor que se profesan. Al
poco tiempo la insistencia del amado termina convenciendo a Wanda, y deciden
mudarse a Italia para llevar a cabo sus deseos, y aquí será donde todo se
descontrola y Severin empieza a pensar que tal vez sus fantasías no eran tan
placenteras como imaginaba pero, llegado el momento, constata que tal vez ya sea
demasiado tarde para arrepentirse.
¿Por qué La Venus de las pieles? ¿De dónde procede el
nombre que da título a la novela y entidad al personaje de Wanda von Dunajev?
Nuestra curiosidad quedará saciada porque, en realidad, responde a una
hibridación entre la figura clásica de Venus, la cálida diosa pagana del amor y
la sexualidad, y el escenario frío de la Galitzia polaca que bien conocía el autor. En ese
espacio tan agreste, Venus ha de cubrirse de pieles si no quiere sucumbir al
clima atemperado de la región. Las pieles son, además, un aderezo simbólico que
en el libro de Sacher-Masoch adquiere todo un significado ritual, y le otorgan
poder a quien las viste. Y en el relato forman parte de una manera expresa y necesaria,
junto con el látigo, del disfraz ceremonial de Wanda, que la convierten en el
personaje de ama ante su esclavo.
Edición ilustrada
La editorial Sexto Piso traduce e ilustra
una nueva edición, Elsa Martínez Salazar se encarga del texto, y Manuel Marsol
de las ilustraciones que, como puede admirarse, están repletas de matices,
recuerdan esas imágenes del mundo grecolatino tan presente en muestra cultura
occidental y logran que el lector se sumerja en un paisaje tan alucinante como
colorista donde el deseo y la fantasía se aúnan para dar rienda suelta a la
fantasía, y como llegó a afirmar Juan Goytisolo, “gracias a Sacher-Masoch, el
lado oscuro del hombre dejara de estar en estado latente en el universo del
ruido y de la furia”.
El autor
Leopold Sacher-Masoch nació el 27 de
enero de 1835 en Lemberg, en la provincia de Galitzia, Imperio austrohúngaro. Hijo
de un jefe de policía, su familia tiene ascendencia bohemia, eslovena y
española. En 1887 realiza un viaje a París, y la revista "Revue de Deux
Mondes" publica varios artículos sobre su persona. Desde el año 1856 al
1870 trabaja en la
Universidad de Graz en calidad de "Privat dozent"
de Historia General. Fue un conocido periodista y crítico.
La Venus de las pieles (1870) y La mujer divorciada, (1870), son sus dos novelas que desvelan sus aventuras con Fanny von Pistor y Anna von Kottovitz, y producen un sonoro escándalo. Richard von Kraft-Ebing utiliza la figura de Masoch en su libro Psicopatía Sexual (1886) para definir un comportamiento perverso, latiniza el nombre de Masoch y lo transforma en "Masochismus" relacionándolo con una serie de actos y comportamientos eróticos de perversidad sexual. Sacher-Masoch protestó contra la utilización de su nombre pues no se reconocía en esa descripción de "perverso". Pero son conocidas y famosas sus aficiones: hacerse víctima, dejarse cazar, atar, hacerse infligir castigos, humillaciones e incluso dolores físicos por una mujer opulenta, cubierta de pieles y con un látigo en la mano. Su obra se divide en una serie de ciclos, el principal lleva el nombre de "El Legado de Caín”. Y los temas principales, que se repiten en su literatura son: el amor, el dinero, la propiedad y la muerte.
Los otros ciclos, los secundarios constan de elementos folklóricos o nacionales, entre los títulos más destacados, La pescadora de almas y La madre de Dios (1883) o "La madre Santa" dos novelas negras sobre las sectas míticas de Galitzia, en donde los temas centrales son la iniciación con flagelaciones, el suplicio en la cruz y la antropofagia, conjuntamente con la frialdad de la naturaleza.
La Venus de las pieles (1870) y La mujer divorciada, (1870), son sus dos novelas que desvelan sus aventuras con Fanny von Pistor y Anna von Kottovitz, y producen un sonoro escándalo. Richard von Kraft-Ebing utiliza la figura de Masoch en su libro Psicopatía Sexual (1886) para definir un comportamiento perverso, latiniza el nombre de Masoch y lo transforma en "Masochismus" relacionándolo con una serie de actos y comportamientos eróticos de perversidad sexual. Sacher-Masoch protestó contra la utilización de su nombre pues no se reconocía en esa descripción de "perverso". Pero son conocidas y famosas sus aficiones: hacerse víctima, dejarse cazar, atar, hacerse infligir castigos, humillaciones e incluso dolores físicos por una mujer opulenta, cubierta de pieles y con un látigo en la mano. Su obra se divide en una serie de ciclos, el principal lleva el nombre de "El Legado de Caín”. Y los temas principales, que se repiten en su literatura son: el amor, el dinero, la propiedad y la muerte.
Los otros ciclos, los secundarios constan de elementos folklóricos o nacionales, entre los títulos más destacados, La pescadora de almas y La madre de Dios (1883) o "La madre Santa" dos novelas negras sobre las sectas míticas de Galitzia, en donde los temas centrales son la iniciación con flagelaciones, el suplicio en la cruz y la antropofagia, conjuntamente con la frialdad de la naturaleza.
En 1873 contrae matrimonio con Angelika
Aurora Rümelin, de la que divorciará después de una larga batalla legal. En
1887 se casa con Hulda Meister gobernanta de sus hijos Harry y Myriam.
Falleció el 9 de Marzo de 1895 en Lindheim de un ataque al corazón. Sus últimas palabras fueron «aimez moi».
Falleció el 9 de Marzo de 1895 en Lindheim de un ataque al corazón. Sus últimas palabras fueron «aimez moi».
Leopold
Sacher-Masoch, La Venus
de las pieles; trad., de Elisa Martínez Salazar; ilustraciones de Manuel
Marsol; Madrid, Sexto Piso, 2016.
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