Enrique Vila-Matas
“La mejor
parte de la biografía de un escritor no es la crónica de sus aventuras sino la
historia de su estilo”.
“Mi
estilo es –sospecho– el estilo de la felicidad. Puede que así sea, afirma
Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), nihilismo alegre. En uno de mis textos
más conocidos, Autobiografía caprichosa,
ya admitía que “como decía Nabokov, la mejor parte de la biografía de un
escritor no es la crónica de sus aventuras sino la historia de su estilo”. De
alguna forma –con mis viajes alrededor del escritorio o de mi biblioteca, y con
mis paseos por el barrio y mis travesías de larga distancia- no hago más que
poner de manifiesto la historia de mi estilo”.
Fuera de aquí es la traducción y adaptación del libro de conversaciones
entre André Gabastou y Enrique Vila-Matas aparecido en 2010 en Francia con el
título de Vila-Matas, pile et face. Reencontre avec André Gabastou
(Argol Éditions). Ampliado y convenientemente
actualizado por sus autores, Fuera de
aquí (Galaxia Gutenberg, 2013) incorpora textos no publicados en
libro en nuestro país y fotografías no recogidas en la edición original. André
Gabastou ha traducido a diversos escritores del
español al francés (Bernardo Atxaga, Adolfo Bioy Casares, Juan Carlos Onetti,
Rafael Sánchez Ferlosio, Silvina Ocampo, Alan Pauls, Ricardo Piglia, Eduardo
Lago, Rosa Montero, Horacio Castellanos Moya, Rodrigo Rey-Rosa, Mario
Bellatín).
Cuando uno se sumerge en la lectura de Fuera de aquí averigua como Impostura (1984) es el libro donde nace
toda su obra, “me marcó, sin yo saberlo, las directrices futura de lo que haría
después, mezclando de forma muy ambigua realidad y ficción”, o que siempre hay
en sus libros un escritor que hace de eje tácito (Kafka en Hijos sin hijos; Melville en Bartleby
y compañía; Blanchot en Doctor
Pasavento; Pessoa en Extraña forma de
vida, y uno se percata de la “incomprensión” –manifiesta el propio
Vila-Matas– que han recibido Una casa
para siempre (1988), El mal de
Montano (2002), “mi libro más ambicioso y mucho mejor que Bartleby y compañía” o Doctor Pasavento (2005), y que han
dejado cicatrices más profundas de lo que parece.
Permítame empezar preguntándole si se
ha planteado Fuera de aquí (2013), para ofrecerle un documento a
quienes nunca han leído algo de usted
A primera vista, parece un libro pensado
sólo para mis incondicionales, pero ya han sido varias las voces que han
señalado que se trata de una perfecta introducción básica a mi obra. A quien no
me ha leído nunca le facilita enormemente el camino. Es más, es un libro que me
convierte –gracias también al arte del entrevistador, el impagable Gabastou– en
un escritor bien accesible.
Entendido
así, ¿se aleja de su propia biografía para potenciar sus textos?
Cuenta esencialmente la historia de mi
estilo y, por tanto, se hace eco de aquella frase de Nabokov que decía que la
mejor parte de la biografía de un escritor no es la crónica de sus aventuras,
sino la historia de su estilo.
Usted
suele ocultarse tras su literatura, ¿se trata de una técnica o más bien de
cierta timidez?
Uno puede mentir descaradamente en un
ensayo. En cambio, en la ficción, está ahí siempre (por muy escondida que uno
la imagine) tu verdadera personalidad. Esa es la que me parece gran paradoja de
mi oficio de narrador de ficciones: tras la invención de historias está siempre
oculta nuestra verdadera personalidad. De hecho, ya lo he dicho en otras
ocasiones: nada sirve mejor para acercarse a la verdad que la ficción. Así que
probablemente me oculto en vano.
¿Cómo
conoció a su traductor francés?
Mi primer traductor fue Eric Beaumatin,
inmejorable, era realmente excelente. Cuando no pudo continuar, la editorial
buscó alguien de la misma categoría y encontró a Gabastou, todo un lujo para
mí. Le había visto alguna vez en Burdeos acompañando a Bernardo Atxaga, al que
traducía y del que era (es) muy amigo. Con el tiempo, también se ha convertido
en buen amigo mío. Estoy seguro de que mejora todos mis libros, es maravilloso.
Un
libro como Fuera de aquí ¿surge como una necesidad explicativa
propia?
Surgió en París y fue una idea de
Catherine Flohic, la directora de Argol Éditions. Convenció a Gabastou para que
me convenciera de que hiciéramos un libro de entrevistas, al modo de Duchamp
con Cabanne.
Temas
e ideas que se proyectan en sus libros aparecen de una forma cronológica, ¿o
quizá pretendía, realmente, ser una guía para lectores franceses?
Fue Gabastou quien decidió que
hablaríamos básicamente de mis libros y que a cada capítulo del libro le
correspondería el comentario minucioso de uno de ellos.
Después
de leer este libro cabría preguntarle ¿qué le aporta Gabastou a su obra?
En Fuera de
aquí creo que se nota lo mucho que aporta, se ve que es un lector magnífico
de mi obra, que la ha padecido y disfrutado como traductor a lo largo de muchos
años y la conoce muy bien. La verdad es que sus opiniones siempre me han sido
muy útiles.
La
actualización de Fuera de aquí, editado originariamente en 2011 en Francia
¿obedece a una imposición editorial, o más bien un giro para lectores y
curiosos españoles?
La editorial española pensó que era
mejor ampliar el libro, ponerlo a día y, por tanto, añadir libros (capítulos)
que faltaban y ser generosos a la hora de ofrecer textos inéditos míos.
Ha
estado escribiendo una nueva obra que ya tiene fecha y título, ¿háblenos de
ella?
He escrito Kassel no invita a la lógica a partir de una experiencia real: mi
viaje en el verano de 2012 a
la famosa Documenta de Kassel, adonde fui invitado a participar como artista.
Para mí la Documenta
fue siempre desde 1972 un lugar mítico y nunca pensé –después de todo, soy sólo
escritor- que me llamarían para que fuera un participante más de esa gran feria
internacional.
¿Debemos
entender que en Kassel no invita a
la lógica el arte contemporáneo se
confunde con la vida?
Sí. Pero básicamente el libro es una
investigación acerca de mis relaciones con el mito (para mí, desde joven, un
mito sagrado) de las vanguardias. ¿Por qué siempre me fascinó el arte de
vanguardia y en cambio mucho menos lo convencional, lo tradicional, lo ya visto
mil veces…? El libro es, pues, una investigación. ¿Existe la vanguardia
actualmente? ¿Tiene algo que ver mi obra con ella? Etc.
¿Es
en este libro donde usted ha encontrado, finalmente, la verdadera razón para
escribir?
Se ha de leer el libro para comprender
que, en efecto, el libro habla de esto.
Y
una pregunta última, ¿se siente usted un extranjero en su propio país?
Hago mías unas palabras de un personaje
de Juan Marsé en El embrujo de Shanghai:
“Hay días en que estoy muy poco interesado, pero que muy poco, en saber quién
puñetas soy. Presiento que da lo mismo. La identidad es una engañifa, y además
tan efímera… Somos un desecho cósmico, querido amigo”.
¿Otra apasionante sección?
ResponderEliminarGenial Vila-Matas, nihilismo alegre, ficción para acercarse a la verdad, da lo mismo quién soy... Gracias por descubrírmelo con aquel Bartleby y compañía.
Maravillosa entrevista.
ResponderEliminarTomamos café, hace ya unos añitos, con Enrique Vila- Matas. Todo un privilegio.
ResponderEliminarMª Ángeles.