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sábado, 14 de noviembre de 2015

Almudena Solana



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EL CURRÍCULUM DE
AURORA ORTIZ



     Nada puede resultar más interesante que realizar una mirada sobre las cosas, sobre aquellas que provienen de la sencillez o de la inocencia y que forman parte, inexorablemente, de nuestra vida. Esta es la actitud del personaje creado por Almudena Solana (Tui, Pontevedra, 1963), en su primera novela, El currículum de Aurora Ortiz (2002), porque a través de ella consigue, entre otras cosas, escribir una fábula moral en pleno siglo XXI, además de dotar a su escritura con esa intensidad poética que se le suponen a las buenas obras.
    El personaje de Aurora Ortiz se mueve holgadamente entre la sociedad de su tiempo, instándonos, desde la personificación de un currículum propio, a comprender que las cosas no son tan complicadas como parecen. Viuda joven, de sólo treinta años, aspira a regir la modesta portería de un inmueble tranquilo, de esos que tienen caseta de portería y una silla detrás del mostrador. Y poco más. La banalidad con que siempre actúa la protagonista refleja esa otra forma de mirar el mundo; aceptando las cosas como vienen, en ese obligado paso con que transcurren los acontecimientos, para así sostener que no hace falta que ocurra nada singular o que vivamos situaciones extraordinarias para llenar nuestra existencia. Al hilo de las cartas, en forma de currículum, que Aurora se empeña en escribir, y la extraña relación que llega a mantener con la «Agencia de Trabajo Temporal», a donde las envía, surgen de la misma negación, la relación de anécdotas de su propia vida, de su insignificante pasado, de su estancia en un pueblo cercano a la población de Lonxo, en la provincia de Ourense, de sus años de Bachiller, y del modesto empleo en una peluquería y el posterior encuentro con Roberto, su marido en el futuro, cuyo recuerdo a lo largo del relato resuena de lo más poético.
     Aurora Ortiz, uno de los personajes más nihilistas con que nos hemos encontrado en nuestras últimas lecturas, sostiene con su relato que sólo intenta buscar su camino a través de un pasado que le supo a poco y tal vez, por eso, nos sorprenda con citas de Flaubert, nos recuerde sus lecturas clásicas, de latín y de griego, como si ésta fuera, para ella y para nosotros, y ninguna otra, esa necesidad que nos devuelve a la intensidad y a la sencillez de esos otros tiempos mejores.












EL CURRÍCULUM DE
AURORA ORTIZ
Almudena Solana
Madrid, Punto de Lectura, 2002

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