Máximo Higuera (Villanueva de Córdoba,
1953).
Actualmente vive, lee y edita sus colecciones en Trifaldi (Madrid). Traductor del francés, su última colección de poesía lleva el título de Ay del Seis.
Actualmente vive, lee y edita sus colecciones en Trifaldi (Madrid). Traductor del francés, su última colección de poesía lleva el título de Ay del Seis.
DE LA CALLE DE ALCALÁ AL AVISPERO GRANADINO.
Cuando paso por el número 96 de la calle
Alcalá de Madrid, miro siempre un poco sobrecogido hacia las ventanas del
séptimo y último piso. De allí salió Federico García Lorca la tarde del 13 de
julio de 1936. No solo no volvería a pisar Madrid, sino que moriría asesinado
en Granada apenas un mes después de esa fecha. Le imagino recogiendo
apresuradamente una partitura, o el manuscrito del PÚBLICO, cuya versión
definitiva ha estado leyendo a algunos amigos. Esa tarde le acompaña a la
estación de Atocha Rafael Martínez Nadal, a quien había dicho: “Está decidido.
Me voy a Granada y sea lo que Dios quiera”, y también días antes: “Hay visos de
tormenta y me voy a mi casa, donde no me alcancen los rayos”. ¡Pobre! ¡Huyendo
de la tormenta de la capital fue a dar en el infierno de odios locales de
Granada! La luz crepuscular sobre estas ventanas recuerdan el peor rasgo de un
país fratricida.
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