BAJO EL
SIGNO DE ATENEA
Diez
aforistas del siglo XXI
El término aforismo proviene del griego
ἀφορίζειν,
que significa definir. Y según el diccionario, el aforismo es una sentencia
breve y doctrinal que se propone como regla en una ciencia o arte. El aforismo
pretende expresar un principio de una manera sucinta, coherente y en apariencia
cerrada.
Un aforismo forma parte de una idea
poética, de una idea literaria, un tipo de escritura mediante la cual se puede
emitir una idea fulminante.
El término fue utilizado por primera vez
por Heráclito de Éfeso, refiriéndose a una serie de proposiciones relativas a
los síntomas y al diagnóstico de enfermedades. Este concepto se aplicó a la
ciencia física y, posteriormente, se fue generalizado a todo tipo de
principios.
Para algunos autores, los aforismos
nunca coinciden con la verdad, o son medias verdades o verdades a medias. Esta
capacidad del lenguaje para poder ocultarse o para refulgir ha cautivado a
muchos escritores, que encuentran en el aforismo un camino para deslumbrar con
su capacidad de pensamiento.
Bajo
el signo de Atenea
Manuel Neila reúne a diez aforistas en
una antología que titula, Bajo el signo de Atenea (2017) y el antólogo sostiene
que para George Steiner el epigrama, el aforismo y la máxima son los haikus del
pensamiento. Y añade que Humberto Eco afirma que no hay nada menos definible
que el aforismo, pero según José Ramón González parece resistir tenazmente
cualquier intento de caracterización precisa y definida.
En el Prólogo a su edición Neila escribe
que “la renovación del aforismo moderno o literario coincide en el tiempo con
la aparición de la escritura fragmentada, ligada inextricablemente a la
mentalidad romántica”; y otro de los rasgos que “distinguen al aforismo moderno
es su literaturización del enunciado que acaba de homologar esta modalidad
expresiva con el discurso poético en la visión esteticista del escritor de la
modernidad”; y un tercero que, de alguna manera, contribuyó a su renovación fue
su “reforzamiento del carácter subjetivo del conocimiento y el desplazamiento
de las prescripciones morales por la sugerencias éticas”.
La
voz de la mujer
Otra de las singularidades del aforismo
moderno es la irrupción de la voz de la mujer que se venía reclamando desde tiempo
atrás, y que aparecería ya en el clasicismo francés para desarrollarse
plenamente en el romanticismo centroeuropeo; sin embargo, en lengua alemana las
mujeres no ocuparon un lugar destacado hasta finales del XIX, y en el ámbito
anglófono, la escritura del aforismo no se normalizará hasta el pasado siglo
XX, si exceptuamos el caso de Emily Dickinson cuyos poemas se parecen a auténticos
aforismos, y con respecto a las letras hispanas, con honrosas excepciones:
Marian Frenk-Westheim, María Zambrano o Dionisia García, hasta bien entrado en
XXI, caso de las diez aforistas que cultivan el género con probidad y se
convierten en el mejor ejemplo de la práctica de escritura discontinua, aunque
pertenecen a varias generaciones, según el antólogo, a tres concretamente: las
veteranas Carmen Canet (Almería, 1955) e
Isabel Bono (Málaga, 1964), calificadas como generación de la democracia; la
denominada, de entresiglos: Ana Pérez Cañamares (Santa Cruz de Tenerife, 1968),
Gemma Pellicer (Barcelona, 1972), Carmen Camacho (Alcaudete, Jaén, 1976) y
Erika Martínez (Jaén, 1979) y las más jóvenes y recientes, Victoria León
(Sevilla, 1981), Eliana Dukelsky (Buenos Aires, 1982), Azahara Alonso (Oviedo,
1988) y Raquel Vázquez (Luego, 1990), la mayoría con un libro de aforismos publicado,
y/o seleccionadas en antologías sobre le género.
Intencionalidad
literaria
Como asegura Neila, el aforismo
hipermoderno o actual ha asumido sin inconveniente alguno la intencionalidad
literaria hasta el punto de que aquel de intención poética ha terminado por
convertirse en el preferido de las aforistas, contribuyendo de esta manera, y
en buen medida, a la normalización y enriquecimiento de este tipo de escritura.
Para Carmen Canet “el aforismo responde
al aire ligero, fragmentario de nuestro tiempo (…). Los aforismos son instantes
necesarios, terapéuticos, son comprimidos que deben tener su dosis de
concisión, reflexión, humor, amabilidad, compromiso, crítica y verdad”; y Gemma
Pellicer sostiene que “la práctica de este género ha ido a menudo de la mano de
la reflexión (…) y al cabo de estos pensamientos literarios pueden convertirse
en proyectiles de largo alcance”.
Bajo
el signo de Atenea. Diez aforistas de hoy; edición de Manuel Neila; Sevilla,
Renacimiento, 2017; 246 págs.
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