EL MUNDO UN
RECIPIENTE SAGRADO
Luz, vida y amor estructuran en una
intensidad creciente un libro de difícil clasificación si nos atenemos a
cánones establecidos, aunque el sentimiento expresado en estas páginas comparte
cierto aire de lirismo místico y las piezas narrativas que componen, Más alto que el aire (2013), de Javier
Expósito Lorenzo (Madrid, 1971), intensifican su valor más allá de lo
presumiblemente metafísico, ofreciendo ese punto de lectura espiritual que bien
puede inscribirse en toda una tradición milenaria oriental, como contrapunto de
la occidental para así otorgarle hoy el contenido y el sentido necesario en
muchas de nuestras actitudes humanas.
La búsqueda de lo absoluto, y una
reivindicación de la vida y el amor como redención, componen, en esencia, la
temática esgrimida por Expósito Lorenzo en este puñado de páginas que sin
agotar temas, muestra un camino por recorrer, un horizonte que vislumbrar, y
una meta como punto de llegada adonde dirigirnos. Al hilo de todo esto, este es
un libro que parece escrito desde el dolor mismo, aunque en sus palabras se vislumbra
esperanza, incluso alegría de sobrevivir, de aceptar aquello que nos brinda la
experiencia y las posibilidades que se devienen de ese otro camino emprendido:
el propio conocimiento, la profundización en uno mismo para salvar errores
pretéritos y nunca volver a los mismos. Este breviario, recorre todas las
emociones humanas que, según el propio autor, se concretan en el amor, ideario
de toda una existencia, motor de una vida, como él mismo ha experimentado y
quiere transmitir a través de Más alto
que el aire, además de anotar esos pequeños detalles con que se conforma
nuestro cotidiano existir. La intensidad con que avanzamos en la lectura de
estas líneas crece, explicada desde esa luz que arroja la cotidiana e
inigualable belleza en la prosa de Expósito Lorenzo. Y lo mejor, una vez que
uno llega al final, tras un laberinto de emociones, sentimientos, y pérdidas,
nuestras dudas se resuelven en una auténtica superación, con esa iluminación
que uno ve al final de un túnel y que lleva a un nuevo mundo, tras dejar las
ruinas de uno más tenebroso.
Pese a todo, y aunque Javier Expósito reivindica
amor y vida como una posible redención, habrá que volver la vista a esa máxima
que Anatole France preconizaba cuando afirmaba como nuestra existencia
resultaba a la par tan deliciosa como horrible, tan encantadora como espantosa,
tan dulce como amarga, aunque si nos fijamos bien, para algunos lo es todo.
Este libro, en igual proporción, propende a ser una mirada al tiempo que
fuimos: un niño, ese adolescente, o un joven que la mayoría de adultos
abandonamos y que el autor rescata de un olvido emocional, como una necesidad
vital para seguir subsistiendo. El adulto ha seguido creciendo, tiene hoy una
visión diametralmente opuesta a la que el mundo le ofrecía, y así esta
aventura, su particular cruzada, termina con un llamamiento a la esperanza.
MÁS ALTO QUE EL
AIRE
Javier Expósito
Lorenzo
Madrid, Los
Libros del Olivo, 2013
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