Jesús
Esnaola
“Los años de lluvia
es una colección de relatos que, tras una lectura atenta, nos hacen
replantearnos la vida, incluso nos llevan a realizar un recuento final
indescriptible porque, en muchos de ellos, se produce esa sensación de inquietud
y nos mantienen en vilo hasta la última página”.
Kind of black
Desgrana la melodía
mientras deambula por el escenario apuntando la trompeta hacia la tarima, como
lo haría un zahorí con su vara en busca de agua. Se detiene en un lugar
concreto y comienza dibujar la improvisación, una filigrana de escalas,
arpegios y acordes donde la disonancia trabaja por la coherencia. De espaldas
al público, la trompeta genera un remolino que perfora el suelo y atrae al
público reunido en la sala, lo succiona como un agujero negro que ni siquiera
deja que escapen la luz y el tiempo. Después, durante el solo de contrabajo,
las manecillas de los relojes vuelven a moverse y todo parece un mal sueño.
Por si acaso, antes de que retome el tema melódico
central, todos huyen despavoridos sin darse cuenta de que ya no hay ningún
lugar adonde ir.
Armisticio
La Guerra de las Aves finalizó con el execrable y
vil bombardeo de Olvido. Dos escuadrones de aviones salieron de la base aérea
de Ciudad y soltaron sobre Olvido miles de toneladas de bombas que, como era de
suponer, nunca llegaron a su objetivo. Las bombas olvidaron su destino a mitad
de camino, por no hablar de que nadie en Olvido recuerda la Ley de la Gravedad. Tampoco
corrieron mejor suerte las fuerzas terrestres que atravesaron Olvido ante la
estupefacción de sus habitantes, atrincherados en sus casas pero ignorados como
si fueran invisibles. Así que el informe del teniente general Quincoces dejó
bien claro que Olvido había sido borrado del mapa y, con su exterminio, la
guerra podía darse por finalizada.
Años más tarde, las pruebas de que
Olvido seguía en su sitio, intacto, eran irrefutables, pero desde Ciudad nunca
se reconoció esto y las autoridades siguieron comportándose como si fuera poco
menos que un espejismo que engañaba los sentidos de los más románticos.
Jesús
Esnaola (San Sebastián, 1966) ha sido finalista en dos ediciones del
concurso Relatos en Cadena. Administra el blog El doctor Frankenstein,
supongo; y ha publicado su primer libro de microrrelatos, Los años de
lluvia (2012), editado por Paréntesis.
Sus micros han sido recogidos
en, Pervertidos. Catálogo de parafilias ilustradas; Granada,
Traspiés, 2012; Mar de pirañas. Nuevas voces del microrrelato;
Palencia, Menoscuarto, 2012; y de Antología. La lógica del microrrelato;
Madrid, Talentura, 2013.
Estos microrrelatos son inéditos y, con suerte para sus lectores
formarán parte de un nuevo libro.
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