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miércoles, 29 de marzo de 2017

Eduardo Mendicutti



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GLAMOUR
          
       California siempre ha tenido ese glamour que directores y artistas de cine, escritores y guionistas o ciertas celebridades, han proyectado al resto del mundo desde la colina de Hollywood y la ciudad de Los Ángeles. Cuenta Eduardo Mendicutti que en el verano de 1974 el general Franco empezaba su agonía y Charly, un joven español de veinticinco años, paseaba su cuerpo por Hollywood Boulevard. Existe una variada tendencia cultural que proyecta en nuestra narrativa actual inquietudes que van desde un relato psicológico e intimista, la crónica social y política, la aventura y lo policíaco, hasta lo erótico y lo gay. No existe en una sociedad moderna prejuicio alguno para valorar el contenido o la tendencia sexual de su autor y por este motivo, Eduardo Mendicutti (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1948), ha publicado una novela ambientada en el mundo homosexual de la soleada California para después terminar el relato en la sociedad de una España actual, democrática, liberada sexualmente, con personajes gays y una explícita actitud coherente ante un colectivo que hoy ha conseguido algunas de sus más ansiadas reivindicaciones. La novela se titula, precisamente, California (2005) y no está exenta de ese fino humor que caracterizada a la obra anterior del gaditano y por la espléndida ejecución de estructura combinada, así como la ejecución de un lenguaje medido y calculado para la ocasión.
       Dividida en dos partes, ambientada, la primera, en el decadente  star system norteamericano del mundo del espectáculo hollywoodense, visto todo desde la perspectiva del joven homosexual, desinhibido, feliz de presenciar y experimentar esta sensación de libertad tan lejos de España, mientras su mejor amigo es detenido en Madrid por homosexual y antifranquista. La segunda, situada en la actualidad, cuando Charly ya se ha convertido en Carlos, es un ejecutivo brillante, trabaja para una empresa norteamericana y vive con Álex, un joven broker. El tono de la novela cambia por completo en el desarrollo de esta segunda parte. Si la primera resulta más desenfadada, divertida, ingeniosa, tanto por su ambiente, perfectamente retratado, como las situaciones y la galería de personajes que se asoman y descubren otra manera de ser en el joven español, en la segunda se ofrece algunas tesis de no pocas incógnitas que el actual gobierno socialista debía despejar, entre otras, la ley sobre los matrimonios homosexuales. Muchas cosas han variado, la conciencia y la moralidad del protagonista que desde su atalaya de ejecutivo no duda en ningún momento en conectar con grupos de lesbianas y gays para llevar a cabo proyectos de empresa. Los sucesos llevan al relato a un tono mucho más reflexivo y más comprometido, así el antiguo amigo encarcelado por antifranquista es cargo del PP, un empleado de la empresa solicita un permiso para cuidar a su pareja homosexual aquejada de Alzheimer o el ejemplo de Enrique y Celso, el primero ex-militante comunista obligado ante las torturas de la policía franquista a delatar a sus compañeros. Novela práctica, sacudirá muchos prejuicios, pero muestra el compromiso de un escritor de coherente escritura.        






CALIFORNIA
Eduardo Mendicutti
Barcelona, Anagrama, 2005

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