Phyllis & Gloria
Sus poemas infantiles han acompañado a
varias generaciones, pero Gloria Fuertes (Madrid, 1917-1998) fue mucho más que
la autora de ese conocido, “Un globo, dos
globos, tres globos”. Una mujer solitaria, feminista, lesbiana,
comprometida, religiosa, enamoradiza, soltera, fumadora empedernida, motera (en
los 50 circulaba en Vespa por Madrid), pacifista, castiza, y poeta, nunca “poetisa”,
palabra que, como contó en muchos de sus poemas autobiográficos, no le gustaba,
pero donde desnudó algunas verdades: sus amores, Manolo que fue el primero, su
novio que se fue voluntario a la guerra y no volvió; importante, Carlos Edmundo
de Ory, compañero literario en el postismo; con él intercambiaba versos, “¡Te quiero, aunque la vida no lo quiera!”;
aunque el gran amor de su vida fue una mujer, Phyllis Turnbull, hispanista a
quien conoció en la sede madrileña del Instituto Internacional, donde Gloria
estudiaba inglés y biblioteconomía en 1953.
Phyllis y Gloria permanecieron juntas
quince años, la poeta nunca ocultó su lesbianismo, lo conocían sus amigos y,
aunque en su obra habla del amor en general, a veces afirmaba, “me nombraron patrona de los amores
prohibidos”. Phyllis le descubrió las becas Fullbright, y Gloria se convirtió,
sin título alguno, en profesora universitaria de español en Estados Unidos de 1961 a 1963. La relación con
Phyllis terminó en 1970, un año después murió la norteamericana. Gloria quedó
devastada, adelgazó bastante y plasmó en sus poemas un dolor desgarrador, sería
una pérdida más: “Todos los míos han
muerto hace años / y estoy más sola que yo misma”, escribiría. Mientras
celebramos su centenario, leemos Cangura
para todo (1975) libro galardonado con el diploma de Honor del Premio
Internacional de Literatura Infantil Hans Christian Andersen.
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