AMELIA
“Una mujer debe intentar hacer
cosas que los hombres han intentado. Cuando fracasan, su fracaso debe ser un
desafío para otras”, dejó escrito Amelia Earhart a su marido antes de iniciar
su vuelta al mundo en 1937, y cuyo rastro se perdió el 2 de julio, en el
Pacífico. Nunca se halló su cuerpo, ni los restos del avión. Desapareció hace
75 años, y ahora una expedición trata de aclarar el misterio, ha localizado su
aeroplano, un bimotor Lockheed Electra, en un islote llamado Nikumaroro, cerca
de Kiribati, en oeste central del Pacifico, al noroeste de Australia.
Earhart, y su ayudante de
navegación, Fred Noonan, iniciaron su último viaje el 1 de julio de 1937,
cuando despegaron de Miami para dar la vuelta al mundo. Eligieron la vuelta más
larga, la ruta ecuatorial, y el día 29 tomaron tierra en Nueva Guinea, apenas
les quedaba una quinta parte del viaje, pero en la etapa siguiente se perdió el
rastro tras comunicar “que el combustible empezaba a bajar”; el cielo aquel día
estaba cubierto, “vamos de norte a sur” fue el último mensaje que se recibió en
el Itasca, el navío que los esperaba
en la isla Howland, a 640
kilómetros de Nikumaroro.
Amelia Mary Earhart había nacido
en Atchison, Kansas, el 24 de julio de 1897. Sus primeras clases las recibió de
otra pionera de la aviación, Anita Neta Snook. En 1923 obtuvo la licencia de
piloto, y en 1927 formaba parte de la Asociación Aeronáutica
Nacional. Fue la primera mujer que cruzó el Océano Atlántico, entre el 17 y 18
de junio de 1928, recorrió los 3.200
km. de Terranova hasta el sur de Gales. Reconocida como
uno de los mejores pilotos de Estados Unidos, tras su desaparición, las teorías
acerca de su final avivaron la leyenda.
Sábado, 20 de
octubre, 2012; pág., 8
No hay comentarios:
Publicar un comentario