Cuentos completos, de Truman Capote
EN EL UMBRAL DEL PARAÍSO
Truman Capote, uno de los grandes
escritores de su tiempo, calificado como «enfant terrible» de las letras
norteamericanas y creador del nuevo periodismo que tanto éxito le procuró, años
después, a su compatriota, Tom Wolfe llegó a afirmar: «Soy alcohólico, soy
drogadicto, soy homosexual, soy un
genio». En este otoño hubiera cumplido 80 años y con suerte habría logrado prolongar
el sueño de esa estela que proyectaban sus narraciones, tanto las extensas como
las breves. El autor de Desayuno en Tiffany´s (1950) o A sangre fría
(1965) nos legó, además, tres novelas breves y
un puñado de cuentos publicados a lo largo de la mayor parte de su vida
creativa, olvidados quizá por el éxito que le proporcionó la crónica de un
crimen que desembocó en millones de hogares norteamericanos y el afecto unánime
de una sociedad mundana como la norteamericana de los 60.
Los Cuentos completos (2004) que
complementan, aún más, la «Biblioteca Truman Capote» que la editorial Anagrama
viene publicando desde hace más de diez años, reflejan no sólo los primeros
tanteos narrativos del escritor sureño sino también las lecturas de sus
contemporáneos, como señala Reynolds Price, autor de la introducción que lleva
el volumen, sobre todo en los ejemplos de Carson McCullers y Eudora Welty,
aunque, en gran medida, revelan esa visión humana de un narrador de raza, cuya
estela existencial se vio envuelta en un aire dramático y no menos satírico,
como era manifiesta, indiscutiblemente, la personalidad de Capote. Los primeros
cuentos evidencian, pues, esa
visión trágica, decadente, rural, de un
mundo sureño que nos proporciona protagonistas como niños en la calle o
ancianos encerrados en cualquiera de los pueblos asfixiantes de esa América
profunda que tanto se ha prodigado en la cinematografía norteamericana; por
otra parte, las alusiones a abundantes episodios autobiográficos del
personaje-autor nos llevan a participar de esa dolorosa infancia de la que el
narrador supo sacar tanto partido. Entre otros muchos conocidos se encuentra
«Miriam»(1945), la historia de una niña perversa que lo hizo famoso y que
encierra ese mundo claustrófobico que tanto éxito le proporcionó al autor en
Nueva York. Otros entrañables ejemplos son «Un recuerdo navideño» (1956), «El
invitado del día de Acción de Gracias» (1967) o «Una Navidad» (1982).
Un
ambiente más sofisticado, cosmopolita, donde conviven jovencitas caprichosas,
amas de casa, matrimonios liberales, la vida nocturna, parejas gays o gente, en
general, refugiada en la gran manzana que proyectan una visión no menos
desgarradora a los lectores y que, en realidad, se convirtió en su particular
crónica de esas clases sociales que sustentaban el sarcasmo y la sordidez de
los ambientes elegidos por Capote.
El conjunto reúne, por primera vez,
todos los relatos del autor norteamericano e incluye un inédito, «La ganga»,
escrito en 1950, aunque descubierto recientemente, además de algunos cuentos
publicados por primera vez en castellano como «Un visón propio», «Las paredes
están frías», «En los umbrales del paraíso», «La leyenda del Preacher» y «La
forma de las cosas». Alguien ha escrito, «sobre el sur profundo de Estados
Unidos se ha dicho que es capaz de generar los más desolados perdedores y los
más grandes escritores», ambas afirmaciones pueden ser válidas para este
genuino representante de la nueva novela norteamericana porque nadie como él
supo conferir a sus textos ese fresco de gran humanidad que caracteriza a su
obra.
CUENTOS COMPLETOS
Truman
Capote
Barcelona,
Anagrama, 2004
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