Óscar Esquivias*
«Me interesa hacer literatura, explorar el alma y los
sentimientos de una serie de personajes y contar una historia apasionante».
Nació en el barrio de Gamonal de
Burgos el 28 de junio de 1972. Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Burgos
y desde muy joven se ha dedicado por completo a la literatura.
Codirigió la revista literaria El
Mono de la Tinta
(1994-1998). También fundó y dirigió Calamar, revista de creación, desde 1999 a 2002. Ha colaborado en
numerosas revistas de España e Hispanoamérica con poemas, artículos y relatos
cortos. Su novela Inquietud en el Paraíso recibió el Premio de la Crítica de Castilla y León
en el 2006.
Residió un año en Roma, becado por
el Ministerio de Asuntos exteriores con el objetivo de documentarse sobre los
años italianos de Berlioz.
Colaborador habitual del Diario de
Burgos, publica quincenalmente su visión personal sobre temas de actualidad
generalmente relacionados con la cultura.
Es académico correspondiente de la Real Academia
Burgense de Historia y Bellas Artes (Institución Fernán González) desde junio
de 2008.
—¿Dónde te sientes más cómodo, en el Paraíso, en
el Purgatorio
o en el Infierno?
La verdad es que me siento más cómodo en el planeta
Tierra.
—Cuando
te planteaste escribir esta historia ¿pensabas que debería ser toda una
trilogía para explicar la reciente historia de España?
Mi
propósito no es explicar la historia de España, Dios me libre: a mí me interesa
hacer literatura, esto es, explorar el alma y los sentimientos de una serie de
personajes y, a través de ellos, contar una historia apasionante con las
palabras más persuasivas. Me apoyo en la Divina Comedia
de Dante y de ahí la estructura tripartita del relato, que me sirve para jugar
con los géneros literarios.
—¿En
aquella época, la ciudad de Burgos, a cuál de los lugares
visitados por tus personajes se parecía más? ¿Y a los de Dante?
En La
ciudad del Gran Rey quería describir un espacio que resultara al tiempo
familiar y fantaseado, como si los personajes no hubieran abandonado del todo
España y hubieran entrado en un sueño en el que lo cotidiano se presentara como
algo misterioso o amenazante. El mundo que dejan atrás los hombres que se
internan en el Purgatorio no es más lógico ni humano que el que se encuentran
en el Más Allá, al contrario: en la
Ciudad del Gran Rey la violencia no
tiene justificación, sucede como si fuera una fuerza de la naturaleza, ajena a
la voluntad de los hombres. En 1936 se declaró una guerra en nuestro país
porque hubo personas que se empeñaron activamente en imponer sus ideas (o sus
intereses) por la fuerza. Desde este punto de vista, la España (no sólo Burgos)
real, histórica, es mucho más desasosegante que cualquier escenario fantástico
(incluidos los dantescos).
—La ironía y el sarcasmo pueblan las
páginas de tus dos novelas hasta el momento, ¿es necesario que el
lector sonría de vez en cuando ante tanta atrocidad?
—Si te dijera que el proceso de
escritura de estas tres novelas se parece bastante a un
proyecto barojiano, ¿qué me contestarías?
Me
encanta Baroja y todo lo que se pueda adjetivar como «barojiano» me interesa,
así que no voy discutir a quien me aplique tal adjetivo (aunque me pueda
parecer exagerado o inexacto, pero ¿a quién le molesta que le piropeen?). Inquietud
en el Paraíso, con sus conspiradores, curas disparatados, militares y
demás, quizá sí tenga un aire barojiano, pero no creo que sea el caso de La ciudad
del Gran Rey, demasiado fantasiosa para lo que acostumbraba a escribir don
Pío (me parece a mí, vaya)
—Un
adelanto para el curioso lector de tu próxima novela, ¿qué
ocurrirá en el Infierno?
Cualquier cosa. Ahora mismo estoy escribiendo esa
parte y lo estoy descubriendo...
* Cuando realizamos esta entrevista, Óscar Esquivias,
estaba enfrascado en su trilogía, dantesca, cuyos dos primeros volúmenes habían
aparecido, y faltaba Viene la noche (2007).
Después ha seguido trabajando, y publicando una interesante obra juvenil y
relatos, recogidos en colecciones propias y colectivas. Nos queda pendiente una
entrevista en profundidad, ahora que la perspectiva de su obra es mucho mayor.
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