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METALITERATURA
Trescientos treinta y tres cuentos, la
mitad de esa fatídica cifra demoníaca, pensaba publicar el autor en la presente
entrega, aunque por mucho que el número sea la mitad del diablo, serían
demasiados, porque un libro de cuentos exige tantos esfuerzos iniciales como
relatos hay. Como «ejercicios de literatura cuántica» califica Juan Pedro Aparicio (León,
1941) su última entrega literaria, La mitad del diablo (2006), textos
breves con la suficiente profundidad como para desarrollar una novela en cada
uno de ellos, con esa unidad que se le supone porque la mano del diablo está
siempre detrás, en realidad, un juego de sugestiones que llevan al lector a
percibir la materia oscura a que nos conducen estas historias.
La estructura diseñada Aparicio para su
libro es semejante a los Ejercicios de estilo de Queneau, aunque él
busca esa síntesis que le llevará a una realidad, porque, entre otros
propósitos, quiere proyectar un texto homogéneo o fragmentos de una empresa
mayor, una novela por la cantidad de historias y de personajes que se asoman en
las páginas del libro. Así el lector irá de relato en relato, donde se
encontrará con esa elipsis misma exigida por el género y cuya brevedad, por
otra parte, plantea un juego de sugestión puesto que de eso se trata cuando se
leen la mayoría de estos relatos, apelar a la imaginación del lector para que
este descubra lo que se dice y lo que no. Los microrrelatos encierran historias
mínimas donde intervienen las situaciones más cotidianas; el autor juega con la
extensión de los mismos, y así observamos cómo uno es más breve que el
anterior, los primeros ocuparán página y media y el último se concreta en una
sola palabra. El diablo, inquisidores, gladiadores, gente corriente,
profesores, bomberos, payasos,
matarifes, condenados a muerte, tahures, enfermos de cáncer, la cultura
china milenaria o la sabiduría veda, son algunos de los protagonistas y los
temas de esos buenos ejemplos que pueblan las páginas de este minimalismo
literario cuya realidad se confunde con los sueños de sus protagonistas.
Una aparente sencillez, numerosos juegos
de palabras e imágenes, cierta provocación, mucho ingenio, una irónica visión
de la realidad y, sobre todo, una unidad de conjunto, caracterizan a estos
cuentos, que hunden sus raíces en las fábulas y apólogos de una tradición
medieval que se sirve de leyendas, de adivinanzas o de parábolas o quizá ese
pretendido deseo de encerrar, en muy pocas líneas, una visión trascendente del
mundo, una realidad que Juan Pedro
Aparicio publica tras una extraordinaria obra narrativa breve
anterior.
LA MITAD DEL
DIABLO
Juan
Pedro Aparicio
Madrid,
Páginas de Espuma, 2006
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