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PUZZLE
Todos los comienzos, las primeras
líneas, en la prosa de Félix J. Palma (Sanlúcar, 1968) resultan de una
precisión y de un nivel tan elevado que siempre sorprenden al lector por el vértigo, a veces, absurdo que imprime
a sus historias. La suya es una realidad de espejos cóncavos donde la soledad acentúa
el dramatismo de la existencia humana. Los mejores ejemplos se encuentran en
sus colecciones El vigilante de la salamandra (1998), Métodos de
supervivencia (1999), Las interioridades (2001) o Los arácnidos
(2003). También ha publicado la novela La hormiga que quiso ser astronauta (2001)
y ahora entrega su segundo relato extenso Las corrientes oceánicas (2006),
XV Premio Internacional de Novela Luis Berenguer, la última pieza de una
historia que recompone el dramatismo de unas vidas, una novela escrita en la
misma línea de sus mejores relatos, aunque ahora en un proyecto de mayor
envergadura.
El protagonista, Alberto Ballesta,
cuenta desde el inicio mismo de su relato como se siente cada vez más
distanciado en su relación de pareja, con Salomé su esposa, e incluso en su
papel de padre, con Sergio, su hijo de siete años, a quien lleva cada mañana al
colegio y quien excepcionalmente le ha permitido realizar una excursión escolar
con otros veintinueve compañeros. El primer capítulo responde a esa calculada
precisión que caracteriza la prosa de Palma y, ya en las primeras páginas,
plantea el desarrollo posterior que se convertirá en una novela de más
trescientas páginas, una historia que irá tomando forma a partir del accidente
en que se verá envuelto el autobús escolar y la muerte de veintinueve de los
niños, incluido el hijo de la pareja protagonista. Empieza, a partir de aquí,
una narración truculenta cuando el protagonista, cuya vida ha sido destrozada
definitivamente, decide tras la separación de Salomé, suicidarse, aunque el destino hará que su decisión quede,
momentáneamente, relegada porque cuando entra por última vez en la habitación
de su hijo descubre el puzzle que habían estado haciendo juntos y observa que
le falta, precisamente, una última pieza, para completar la gran cabeza de tigre.
Ante este hecho aplaza su decisión y se lanza a la frenética búsqueda de la
pieza perdida. Es a partir de aquí donde
Palma despliega todas sus dotes de excelente narrador porque el protagonista,
una vez perdido todo, inicia una auténtica bajada a los infiernos para
investigar dónde se encuentra la minúscula pieza, el ojo del tigre. Entrará en
contacto la secta satánica de Sir Duncan Madox, la justificación última de la
narración. En esta búsqueda se suceden escenas de un dramatismo perfectamente
diseñado y la trama urdida, con extrema minuciosidad, en la que se ve envuelto
el personaje lleva a los lectores a seguirlo en esa frenética búsqueda por
conseguir completar el puzzle de un nuevo universo al que, por último, se
enfrentarán Salomé y Alberto.
LAS
CORRIENTES OCEÁNICAS
Félix
J. Palma
Sevilla,
Algaida, 2006
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