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SUPOSICIONES
Vicente Luis Mora (Córdoba, 1970) es uno
de los mejores ejemplos de ese preocupado quehacer literario que se les exige a
nuestros jóvenes creadores en la actualidad. Él mismo, en tanto poeta,
ensayista, novelista y creador, sobre todo, de ese tipo de textos de híbrida
imbricación que proponen una experimentación técnica en el terreno
arquitectónico de la lírica, de la narración o aquellos géneros literarios cuya
frontera aún estamos lejos de delimitar, ya nos sorprendió con Circular
(2003), un experimento literario, una curiosa mezcla de textos diversos:
narraciones, poemas, anuncios, juegos de palabras, sopa de letras, un auténtico
callejero urbano, incluso una laboriosa colección de citas literarias y otras
formas dispersas de expresión, como señalaría Schlegel. Ahora vuelve a la
escena narrativa con Subterráneos (2006), Premio Andalucía Joven de
Narrativa 2005, una brevísima puerta de entrada a diecisiete textos o relatos
en busca de algo que bien puede concretarse en ese otro mundo o subsuelo del
que nos hablaron nuestros clásicos.
Una variedad formal, técnica, estilística
y temática caracteriza a estos relatos que Mora ensaya como viene siendo
habitual en sus entregas literarias. Un tema sobresale en el conjunto de estos
textos, las relaciones humanas y la sumisión que supone un conflicto de
identidad o, incluso yendo aún más allá, esa locura que lleva a los personajes
de Subterráneos a la soledad, la incomunicación o el miedo, ese terror
físico que siempre condiciona al ser humano. Otra de las curiosidades de estos
cuentos es esa especie de sensación de sentirnos extraños o prisioneros en un
espacio circundante allá donde se encuentren los personajes: en un mundo
subterráneo, en mitad del desierto, en el abismo del ciberespacio o en esa
maraña en que nos convierte la amnesia. Relatos de corte clásico, ciencia
ficción, microcuentos, otros de corte policíaco, de asunto metafísico, ensayos
en general se mezclan con algún híbrido indeterminado, como ese buen puñado de
propuestas que despertará el interés de aquellos lectores exigentes que
necesiten cubrir sus ansias lectoras en una factura tan clásica como el cuento
que inicia el libro, «Habitat» o «La habitación superior» aunque otros se
resuelvan en un simple ensayo como el titulado «La prueba nº 15», (tal vez un
juego vanguardista) o «Topo» representación informática de una serie de
descargas, hasta llegar a «Psiquia» un excelente ejemplo sobre el tema del
desdoblamiento humano y las dudas que aquejan a Mora que trata de proyectar en
su libro con un viso de futuro dominado, inteligentemente, por la
digitalización de la memoria y sus posibilidades. Dos propuestas finales:
interesantes por una encomiable declaración de intenciones acerca de la
literatura, el relato y sus posibilidades, esgrimido en «El texto urbanizado» y
ese estrujamiento textual intermedio que es «Así se cuenta un cuento» síntesis
del mejor Cervantes, Poe, Borges, Cortázar, Monterroso, Piglia, Neuman,
referencias que se asoma en algunas de las esquinas de este libro, como la
deuda de una acertada nómina para seguir leyendo a Vicente Luis Mora, motivo
que no está nada mal.
SUBTERRÁNEOS
Premio
Andalucía Joven
Vicente
Luis Mora
Barcelona,
DVD Ediciones, 2006
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