A
Ambición
“Muchos triunfarían en cosas modestas, si no
estuvieran obsesionados por grandes ambiciones”
Henry
W. Longfellow
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La mujer loca
La posibilidad de decidir qué es verdadero y qué es
falso cubre cualquier límite sobre ficción y realidad porque, en esencia, un
autor transmite con su escritura aspectos como la honestidad, la perfección, y
la inteligencia, unas características que, por otra parte, son capaces de
proponer una estructura narrativa que, como en esta ocasión, se sustenta y se nutre
de excepcionales diálogos, muestra una interesante provocación y queda envuelta
en un chispeante humor para salvaguardar cualquier escritura que se asemeje a
todo un clásico. Es así como Juan José Millás (Valencia, 1946) transforma la
realidad y la reinterpreta en La mujer
loca (2014), una crónica periodística que, casi sin proponérselo, lo
convierte en personaje de su propia narración y de quienes como él, conforman
el mundo de Julia, una mujer loca, punto de partida de esta nueva novela que,
como anteriores, rompe con la penosa rutina de contar fragmentos de toda una
vida.
La mujer loca es una novela que nace de
un encargo, de un reportaje sobre la eutanasia, aunque podría considerarse, en
igual medida, un reportaje en forma de novela sobre este peliagudo asunto.
Millás comienza escribiendo la historia de Julia, una apasionada de las
palabras y de la Filología,
excusa para acercarse a su jefe. A esta mujer le asaltan palabras y frases a
las que intentan ayudar con una explicación convincente. Vive realojada en casa
de Serafín y Emérita, una enferma terminal, que visita Millás, con el pretexto
de escribir un reportaje sobre ella, y será entonces cuando empieza a cambiar
su vida, porque muy pronto, el autor realiza un giro en su escritura y despistará
al lector durante el resto de la historia a contar. Los pares
realidad/ficción, reportaje/novela, el Millás de aquí/ el Millás de allí,
volverán loco al lector más tenaz, aunque lejos de aburrirse y abandonar la
novela, queda enganchado en este juego, porque la historia se va conformando y,
al final, se resuelve de una manera satisfactoria. Para enredar aun más, el
propio autor está acudiendo a una psicoterapeuta para superar su bloqueo
creativo, obsesionado con escribir, reseña la relación con su madre, las
colonoscopias que debe hacerse, y con propio su doble: el mejor/ peor Millás
que se enfrenta a la falsedad de novelar, es decir, convertir su historia en
una novela falsa.
La
novela de Millás establece una diferencia entre lo verdadero y lo falso, algo
que resulta cada vez es más difícil de establecer, porque según el propio autor,
vivimos inmersos en el mundo de la copia, y alejarnos del mundo real significa
no correr excesivos riesgos, frente a lo que se supone en la verdad. Vida y
muerte se enfrentan a diario, según postula Millás, ambas como esas dos partes
de nuestra existencia que van unidas y, sin embargo, la muerte se nos antoja
como algo fúnebre y clandestino desde siempre, nos sentimos alejados de ese
concepto como si el propio hecho de la muerte no fuese con nosotros y jamás fuésemos
a morir. Para el narrador, la eutanasia resulta “una solución válida para
determinadas situaciones en las que uno mismo debería tener derecho a decidir
sobre su vida”.
LA MUJER LOCA
Juan José Millás
Barcelona, Seix-Barral, 2014
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