F
Felicidad
“Solo
puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo”.
Confucio
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A espaldas del lago
Los relatos
breves del suizo, Peter Stamm (Weinfelden, 1963) se caracterizan por la
intensidad, el uso extensible de la elipsis y, sobre todo, por la incapacidad,
en su mayor parte, de sus personajes para expresar lo que piensan o sienten,
algo que les llevan a una profunda tensión que acaba generalmente en nada. A espalda
del lago (2014) es su última colección de cuentos publicada de la mano de
la inefable editorial catalana Acantilado, que en estos últimos años se ha
esforzado por presentarnos a uno de los mejores autores de la literatura
europea contemporánea.
Diez historias, en las que muchos de sus
personajes acaban, de alguna manera, con una visión metaliteraria de su
experiencia personal, como en el sorprendente “Los veraneantes”, que narra como
un eslavista se dirige a un recomendado hotel en las montañas, donde espera
poder trabajar con cierta comodidad en un artículo sobre Máximo Gorki, y una
vez allí una extraña mujer, quizá una empleada, lo recibe y lo aloja, aunque el
huésped descubre pronto que su estancia se convierte en algo desconcertante;
Stamm en todo caso, no lo aclara, afortunadamente para el lector; tampoco, se puede
hablar de comodidad, o acaso de la sensación de encontrarse en casa, cuando un
nuevo pastor protestante llega a la parroquia asignada junto al lago en “La
cena del Señor”, rechazado por la comunidad que lo dejará solo en su primera homilía;
ni siquiera el matrimonio en vacaciones, obligado a ser testigo de una tragedia
que sacude a sus vecinos, en “El curso normal de las cosas; o la profesora de
piano cuando pierde a su mejor alumno y, poco después fracasa como concertista
en “El último romántico”; incluso ese hombre que arrastra en un viaje a ninguna
parte los enseres personales de su mujer, que está internada y posiblemente ya
no los necesite nunca, ocurre en “La maleta”, o el joven agricultor cuya vida
cotidiana se ve interrumpida por la celebración de un festival musical cerca de
su propiedad y la curiosa aparición de una joven en “El Día de los Lirones”; en
realidad, una serie de historias que expresan la tristeza de sus protagonistas,
sin evidencia de dramatismo alguno, de fracaso
implícito, o sin que asome ningún tipo de violencia en la vida de estas escenas
cotidianas. Y no menos intensa y fascinante la historia de dos relatos que
sobresalen, sobre los demás, “Luna de hielo” y “En el bosque”; en el primero,
el eficiente portero de una vieja fábrica tiene un plan para su futuro
inmediato, pero la muerte de su mujer lo lleva a desaparecer, aparentemente sin
cumplirlo; en el segundo, una joven que vive tres años en el bosque y es
delatada por un cazador, regresa a la ciudad, se casa, trabaja, tiene dos
hijos, pero pronto empieza a escuchar, cada vez con mayor insistencia, la
llamada del bosque.
Los personajes y
las historias están contadas en las proximidades del lago Constanza, un punto
geográfico donde confluyen Alemania, Austria y Suiza, y aunque los seres
descritos por Stamm son profundamente suizos, experimentan las mismas
dificultades y las mismas ansiedades que el resto de europeos: todos acaban
perdiéndolo todo, arrastrados por la magia de un lago que parece sereno en su
superficie, aunque es profundo y ha salpicado cientos de sucesos a lo largo de
la historia; Peter Stamm transforma la geografía en destino, y esa es su fuerza
textual, y también uno de sus mayores logros.
A ESPALDAS DEL
LAGO
Peter Stamm
Barcelona,
Acantilado, 2014; 160 págs.
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