“Los buenos libros se escriben para que gusten a sus autores; luego a Dios o al Diablo, o quizá a ambos; y en tercer lugar, para nadie”. Juan Carlos Onetti
Vistas de página en total
viernes, 28 de febrero de 2025
jueves, 27 de febrero de 2025
Cuaderno en blanco
Febrero, 2025
Febrerillo loco de días fríos y a falta de una lluvia que endulce la primavera, y limpie una atmósfera cargada por la falta de agua; algún que otro proyectos asoman a la espera de formalizarse, entrevistas a Pedro Ugarte y Emilia Lanzas que aparecerán en las próximas semanas.
Febrero no es un mes de acontecimientos y se despide con días de sol, calores incómodos, carnavales en medio mundo y la amenaza de una perspicaz sequía que nos atormentará a lo largo de los próximos meses. Los acontecimientos en el mundo inquietan a la mayoría, quizá porque el ciclo del bienestar ya haya caducado y tengamos que enfrentarnos a problemas que creíamos solucionados. Febreo es el mes de los recuerdos, de los amigos que se fueron, de esos que se echan de menos.
miércoles, 26 de febrero de 2025
martes, 25 de febrero de 2025
lunes, 24 de febrero de 2025
domingo, 23 de febrero de 2025
sábado, 22 de febrero de 2025
viernes, 21 de febrero de 2025
Hoy invito a...
Antonio Tejedor García
Cada fin de semana, un libro
UN CUENTO DE NAVIDAD PARA TERESA.
Pedro M. Domene
Un cuento de Navidad para Teresa
Pedro M. Domene
Madrid, Trifaldi, 2024
Hay libros que llegan al corazón de los lectores de muy diversas formas: unos te reafirman en tus propias ideas, otros te hacen recordar épocas y hechos concretos y los de más allá te tocan la fibra al poner delante de tus ojos aquello que estás deseando ver. Pues eso mismo ha sucedido con Un cuento de Navidad para Teresa, un librito que con la disculpa de la Navidad recrea el diálogo de un abuelo con su nieta en torno a todos los temas que la Navidad trae consigo para dar un soberano repaso a quienes nos creemos que sabemos, a los mayores que tantas veces despreciamos a los pequeños por ingenuos y sin apenas conocimientos de la vida. La experiencia podrá ser la madre de la ciencia, pero habría que discutir para qué utilizamos ese saber, porque se nos llena la boca de palabras grandilocuentes, de solidaridad, de ayuda, de empatía con los demás y ahí acaba la traducción de las ideas, en palabras. Como mucho, en una limosna a una u otra ONG para atemperar un poquito el sufrimiento de estas o aquellas gentes a causa de hambrunas o guerras.
Más allá de las creencias religiosas de cada uno, de la traducción de leyendas en historias o de la creación de mitos y fantasías que en su tiempo sirvieron al hombre como explicación del mundo en que vivían -luego que cada cual, si le apetece, estudie la historia de las religiones y se haga su propia configuración- este Cuento de Navidad para Teresa nos presenta un diálogo alegre y distendido entre un abuelo y su nieta que quiere conocer la historia de la Navidad cristiana y sus personajes reales o alegóricos. Un cuento lleno de ternura y de inocencia en una niña que desborda sensibilidad.
Un cuento que no se reduce al aspecto religioso de hace veintiún siglos, sino que engarza aquellas historias con la que viven hoy en día en aquellos mismos lugares con el salvaje asesinato masivo de palestinos a manos del ejército israelí mientras Europa, tan solidaria, dicen, tan progresista, mira para otro lado.
Aparte de todo esto, el libro me ha resultado de lo más entrañable por lo que decía al comienzo de estos comentarios, pues me ha traído a la memoria los cuentos que diariamente yo le contaba a mi hija antes de dormir. Y es curioso constatar la semejanza de los diálogos, cómo siguen haciendo las mismas preguntas y nosotros, en ocasiones, nos vamos por las mismas ramas. Y los esfuerzos del abuelo -a mí me pasó lo mismo- a la hora de contar el cuento con las palabras adecuadas a su edad y conocimientos, las explicaciones que a nosotros nos parecen capciosas y no lo son en absoluto.
Ha sido un placer leer este Cuento de Navidad para Teresa, tan entrañable, pero no siempre cómodo para los adultos, que los niños hacen preguntas que te desnudan y hay que darles respuestas, no vale el “ya te lo contaré mañana” o “lo dejamos para después de la cena”, que la abuela nos está llamando. Un diálogo magníficamente escrito, de fácil lectura y que llama a preparar el siguiente, que ya viene la nieta con más ganas aún de escucharlo.
jueves, 20 de febrero de 2025
miércoles, 19 de febrero de 2025
martes, 18 de febrero de 2025
lunes, 17 de febrero de 2025
domingo, 16 de febrero de 2025
sábado, 15 de febrero de 2025
viernes, 14 de febrero de 2025
jueves, 13 de febrero de 2025
miércoles, 12 de febrero de 2025
Hoy invito a…
María Ángeles Pérez
AMANECERES
DESEOS
Cumplidos los buenos propósitos de años anteriores, como excelente niña sentada en su silla sin alzar el tono de voz, este 2025 mis aspiraciones se han transformado, como por arte de magia, en ansiados y quizá inalcanzables y maravillosos deseos. Deseo traspasar la líneas rojas del horizonte para volver a sentir el largo paso del tiempo de aquellas interminables tardes veraniegas de mi niñez, deseo romper las barreras supersónicas de la monotonía para caer en el abismo de lo desconocido y que la duda y la incertidumbre me lleve a explorar otros mundos distintos y que, quizá, aún me dé tiempo a conocer, deseo romper esquemas establecidos y rebelarme contra todo aquello que sienta como injusto e inadmisible dentro de mi corazón, deseo cumplir sueños que siempre he considerado imaginarios e inalcanzables. Ojala que, igual que cumplí, año tras año, mis buenos propósitos, que me venían ya comunitariamente preestablecidos, pueda ver consumados estos fantásticos deseos, aunque para ello tenga que atravesar los muros y las barreras de la censura, lo prohibido y de lo socialmente inconfesable.
martes, 11 de febrero de 2025
lunes, 10 de febrero de 2025
domingo, 9 de febrero de 2025
sábado, 8 de febrero de 2025
viernes, 7 de febrero de 2025
Hoy invito a...
EL FINAL DEL VERANO
Pedro M. Domene
Así empezó todo
Trifaldi, Madrid, 2024.
Por José Antonio Sáez
El escritor y crítico literario Pedro M. Domene (Huércal-Overa, Almería, 1954), que ocupa un lugar propio entre los críticos literarios de nuestro país, tanto por sus colaboraciones en suplementos literarios de prensa como en revistas especializadas y publicaciones de este género, se inició en la la narrativa con algunos títulos de novela juvenil publicados por editorial Anaya, tales como Después de Praga nada fue igual (2004), Conexión Helsilki (2009) y Las ratas del Titanic (2019 y 2020); a los que siguieron, ya en otra línea más ambiciosa, El secreto de la beguinas (2024, 3ª ed., 2010, 1ª ed.) y finalmente, Así empezó todo (2024), estas dos últimas, unidas a su excelente volumen Esa infinita quietud. Conversaciones con Alejandro López Andrada, (2023) en la editorial madrileña Trifaldi. En la cordobesa Almuzara, Domene ha realizado ediciones de Francisco Villaespesa, los poetas de la España vaciada y la novelista almeriense Carmen de Burgos. Destacan, igualmente, las de narrativa española y universal en la revista literaria “Batarro” y en sus colecciones.
En Así empezó todo, su última novela publicada en el año en curso, todo gira en torno a tres personajes principales, dos chicas y un chico, sobre los que menudean algunos otros personajes secundarios. Ubicada en el municipio costero almeriense de San Juan de los Terreros, rememora la adolescencia veraniega de unos adolescentes, cuyo hilo narrativo va siempre sujetado por el protagonista: un joven español regresado de Alemania para continuar sus estudios de los últimos cursos de bachillerato y COU en España, a fin de tener la oportunidad de proseguirlos en la Universidad. Huércal-Overa, Lorca, Terreros y Águilas, además de las referencias genéricas a Alemania, son los lugares donde se ubica la acción de esta novela, cuyo eje de sujeción es como la espina dorsal de un gran pez y se vertebra sobre el diálogo: una suerte de conversación amena y ágil entre los tres personajes mencionados, quienes, como sin quererlo, van dando cauce en sus encuentros a una suerte de reflejo de la sociedad española de su tiempo, la cual identificamos con el tardofranquismo y la transición democrática en nuestro país. Los temas sobre los que se debate principalmente son los de las responsabilidades personales de cada uno de los jóvenes: en un caso, el del chico, sus estudios y la ayuda en el negocio familiar de los tíos huercalenses; en otro, el de una de las chicas, responde a la necesidad, una vez abandonados los estudios, de aportar directamente a la economía familiar (curiosamente para muchos: la venta de agua potable) que, sin embargo, se considera como una carga insufrible por la protagonista, ansiosa de conocer mundo; así como, en la otra adolescente, el cuidado de los hermanos menores. De ahí, las conversaciones van expandiéndose hacia temas como la familia, el descubrimiento del amor, la preocupación por el futuro, la valoración de la responsabilidad y el trabajo, aún en la edad juvenil, la música que movía las emociones y los sentimientos de los adolescentes en aquellos años, el gusto por la lectura, las diversiones propias de la edad, la belleza de la costa almeriense, etc. En cuanto al tiempo, transcurre por los sucesivos veranos en que tiene cabida la historia (entre 1972 y 1974). De todo ello se deduce algo que puede asombrar hoy a algunos, y es la plena conciencia de estos muchachos por labrarse un futuro que han de ganarse a pulso con su esfuerzo, si es que quieren alcanzar un nivel de vida superior al que tuvieron sus padres en el mundo que los rodea.
Apenas hay, pues, en esta novela, narración o descripción propiamente dichas; pues el diálogo se enseñorea de ella basculando sobre él el eje vertebral de la historia como recurso técnico. Una raspa de pez. La respiración de un gran batracio. El sueño de una noche de verano. La vida atrapada en el discurrir del tiempo que supone el deliberado reencuentro posterior.