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jueves, 30 de diciembre de 2021

Washington Irving

Esa Vieja Navidad

 


               Las obras de Washington Irving (1783-1859) reflejan el paso del Neoclasicismo al Romanticismo de la literatura norteamericana, aunque prevalece el romanticismo sobre el racionalismo. Sus frecuentes viajes por Europa (era diplomático de carrera), marcarían sus temáticas y, en gran medida, su estilo. Su tesis era que los viejos tiempos siempre fueron mejores, circunstancia que marcaron la obra Vieja Navidad, una perspectiva de las viejas tradiciones de la Navidad en una casa de campo inglesa, con personajes típicos, los niños, el párroco, el amigo aprovechado, el solterón, las jóvenes alocadas o el incipiente amor juvenil, y sobre todo abundantes escenas típicas de las viejas tradiciones que el autor se esfuerza en recalcar constantemente de forma directa en la narración (destaca su interés por las tradiciones de tiempos antiguos). a narración nos lleva por las celebraciones de Nochebuena y Navidad, presenta a los personajes y les otorga su tiempo y espacio en el relato para poder hacernos una imagen clara de cada uno de ellos; esto, junto con la descripción detallada de las escenas, salones, jardines y ambientes rurales de la campiña inglesa que permite al lector formarse un cuadro bastante real de esta aventura.

       Vieja Navidad es un libro estructurado en cuatro capítulos, con titulo propio, más el prólogo. El narrador, de quien el lector no conocerá su nombre, realiza una gira por Yorkshire durante el mes de diciembre, la misma víspera del día de Navidad. En la fonda en la que decide pernoctar se encuentra con una cara que le resulta muy familiar: un joven al que define como gallardo y vivaracho, con el que viajó por el continente, Frank Bracebrigde. Ese reencuentro dará un nuevo giro al relato, pues el narrador es invitado por su joven compañero de viaje a pasar las fiestas navideñas en la hacienda de su padre, punto de destino del joven. Es desde ese momento cuando el relato cobra mayor interés tanto para el narrador como para el lector, por la serie de episodios que presencia durante su estancia en la mansión de la familia Bracebrigde, en donde se contagia del ambiente festivo y jocoso que impera entre quienes allí celebran a la vieja usanza estas fiestas entrañables. Sin embargo, este libro no es solo un relato navideño como el propio Irving nos explica al cerrar su relato. Su objetivo no es describir toda esa tradición navideña en Inglaterra, sino una marcada intención en su estilo romántico más que racional: reconciliar al lector con el ser humano y destacar la naturaleza bondadosa del mismo a través del sentimiento y de un fino humor, o quizá del humor más sentimental. El objetivo parece haberse cumplido, tanto en su época, se dice que dio un nuevo auge a la tradición Navideña norteamericana, como en el presente, si el lector se deja llevar por la espléndida precisión de la prosa del narrador. La lectura nos lleva a permanecer con una sonrisa, a veces incluso a despertar en nosotros un tenue sentimiento triste por el nivel de sentimentalismo y melancolía que nos ofrece la descripción de los personajes y las escenas; e incluso a añorar el espíritu navideño que, seguramente, todos teníamos cuando éramos pequeños y poco a poco hemos ido perdiendo por el abuso de la racionalidad y el mercantilismo sobre el romanticismo de nuestras vidas.

 


 

 

 

Washington Irving, Vieja Navidad; ilustrado por Randolph Caldecott; trad., de Óscar Mariscal; Madrid, El Paseo Editorial, 2021.

 

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Cuaderno en blanco

 

Diciembre


       Los últimos días de noviembre nos dejan huérfanos de dos generaciones literarias que, desde hace años, hemos leído, admirado, y que, una vez conocida la noticia, hemos sentido profundamente, obligados a decir adiós a Antonio Prieto, culto y exquisito narrador, de profundo calaje intelectual, y a Almudena Grandes, galdosiana y la novelista de los perdedores, de la conciencia social de las últimas décadas, del punto y final de un cruento pasado que nos permita vislumbra, definitivamente, un futuro.

       Despedimos diciembre celebrando los 35 años de Cuadernos del Sur, una aventura que se ha prolongado en el tiempo. Últimas reseñas antes de la Navidad, los cuentos de Pardo Bazán, y una entrevista a Gustavo Valle. La perspectiva de un descanso, alguna lectura interesante, y programar el año que comienza y las perspectivas que ofrece un año nuevo, 2022, quizá de nuevos proyectos y expectativas más favorables.

       Las últimas notas de un prólogo que acompañará los cuentos de Manuel Ángel Morales, querido amigo, que el año próximo publicará, Somnium.

       En lo personal, la pequeña Teresa, ha llegado a nuestras vidas.  

jueves, 23 de diciembre de 2021

Emilia Pardo Bazán

               Los cuentos de navidad de Emilia Pardo Bazán

      

           Clan Editorial publica Cuentos de Navidad y Reyes

 

 

       Los niños de mi generación, aquellos que nacimos mediadas las décadas de los cincuenta y comienzos de los sesenta, disfrutamos de una niñez singular, y vivíamos con entusiasmo y admiración los días previos a la Navidad. Durante las vacaciones escolares descubríamos, de pronto, un mayor bullicio en las calles, y aunque no se engalanaban con las luces que veríamos muchos años después, el espíritu navideño impregnaba nuestras vidas, cantábamos villancicos, tocábamos la zambomba y la pandereta, pedíamos el aguinaldo puerta a puerta, y en Nochebuena, sin saber cómo, se improvisaban cenas que se prolongaban y los niños permanecíamos despiertos hasta la madrugada, y aún nos quedaba la cabalgata y la noche de Reyes, la esperanza de unos deseos vistos en los escaparates de las tiendas y escritos en una carta que dirigíamos a Melchor, Gaspar o Baltasar. Aquella era otra Navidad, construida entorno a belenes, la esperanza de la lotería, la visita de familiares, y la perspectiva de un nuevo año algo mejor.

 

 



Una literatura tradicional

 

       Las Navidades nos recuerdan las tradiciones, la literatura y la lectura de textos clásicos que escribieron, Irving, Gógol, Andersen, o Dickens, y estas fechas marcadas por historias atemporales, o relatos encierran toda la magia y el espíritu de una época especial, una mirada a la literatura anglosajona del XIX amplia el foco hacia las tradiciones del resto europeo que, año tras año, se convierten en una selección de textos que nos permiten sentarnos en un cómodo sillón, o literariamente frente a la chimenea, y dejarnos llevar por la imaginación. Las historias navideñas sobresalen en nuestro imaginario común, están presentes, Cuento de Navidad, de Charles Dickens, obra de 1843, la historia de una redención, una dura visión sobre la infancia, critica a la crueldad y a la codicia; Vieja Navidad (1819-1829), de Washington Irving, repleto de humor y de ternura, retrata la Navidad inglesa de gran éxito en Estados Unidos, muestra a Irving como el auténtico padre de la Navidad sentimental en su país, introduce la figura de San Nicolás, el muérdago y otros elementos navideños, padre de la nostalgia y el sentimentalismo estadounidense. El cuento, Vanka, de Antón Chéjov aborda la infancia maltratada desde una inconfundible óptica rusa, un precioso y tierno cuento de Navidad; un huérfano de nueve años, aprendiz de zapatero en Moscú, pobre y de vida mísera, se dirige a su abuelo para que vaya a por él. Otro relato navideño, en la estepa ucraniana, Nochebuena, cuneta una historia costumbrista y folclórica que Nikolái Gógol ambienta en un mundo mágico, la lucha cósmica y eterna del bien frente al mal, entre diablos, brujas y pasiones humanas.

 

Clásicos y Modernos en Navidad

 

       Nuestros clásicos vivieron una Navidad de cuento, o contaron la Navidad en un cuento, con un espíritu propio, se ha prodigado en historias navideñas firmadas por plumas del XIX, cuentos ambientados en Nochebuena, Nochevieja, Reyes, o el sorteo del gordo de Navidad, que retratan una sensibilidad heredada y una forma de mantenerlas vivas, y conocer nuestra identidad cultural en las fiestas singulares del año,: “La nochemala del diablo”, de Leopoldo Alas “Clarín”, o la atormentada “Nochebuena del poeta”, de Pedro Antonio Alarcón, incluso “La lotería del diablo”, de José Echegaray; en “La mula y el buey”, la niña Celinina que Galdós crea, enferma, próxima a morir que mezcla la realidad y el sueño; o “El premio gordo”, de Blasco Ibáñez, un tema español, la lotería, cuenta la vida de Jacinto, un hombre humilde que cuando le toca la lotería descubre que todo no es tan bonito, y su vida se desmorona por momentos; y, salvando el siglo, “Cuento de Nochebuena” del modernista Rubén Darío, o la visión burguesa de una “Nochebuena aristócrata”, de Benavente; otra memoria navideña nos deja el peruano Ciro Alegría en “Navidad en los Andes”, de felices días infantiles; o la mágica noche de enero, “Lo que lleva el rey Gaspar”, de Azorín, y “El jardín umbrío”, de Valle Inclán. “Una rueda de mazapán para dos” que pudo haber sido de calabaza, de Camilo José Cela, o “Una navidad sin ambiente” de Miguel Delibes, y Ana maría Matute ofrece una mirada diferente a la ilusión, “El Rey”, la primera navidad feliz de un chiquillo pobre e impedido; cercano “El Abeto” de Caballero Bonald; “Nochebuena”, de Eduardo Galeano, y “Solsticio de invierno”, de Jose María Merino, son esos cuentos que terminaremos de leer muchísimo antes de que nos llamen a sentarnos a la mesa navideña.

      

Colecciones de Navidad

 

       La narradora gallega publicó varias colecciones de cuentos, dos dedicados a la Navidad que tituló, Cuentos de Navidad y Año Nuevo (1893) y Cuentos de Navidad y Reyes (1902), que Clan editorial, reedita en una segunda edición, y reúne dieciséis relatos que transcurren en la noche del 24 de diciembre, esa Nochebuena especial que los protagonistas afrontan de distinta manera y curiosa, el marido adúltero de “El belén”,  un pobre asno apaleado por su dueño, “La Navidad del Peludo”, maltratado y humillado, atado a la puerta de una taberna, en esa fría Nochebuena, sueña con un prado verde para llenar su panza vacía, y Pardo Bazán otorga al pobre animal cualidades humanas, un ser racional que piensa, sueña y desea, aunque consciente de su condición animal.

       La narradora gallega ofrece su visión naturalista en torno a la mágica noche navideña, detalla y precisa, perfila personajes como el espejo de una sociedad diversa, un estudio social que nos recuerda un pasado reciente; o esa propensión a las fatalidades, que se compensa con una firme vocación religiosa, “La tentación de Sor María”, la historia de una joven monja nacida en una casa acomodada, con un futuro repleto de una felicidad y bienestar, aunque ella fija su mirada en Dios, dispuesta a ingresar en el convento de la Santísima Sangre, y servir de camarera del Niño Jesús, al menos una vez en la vida, un logro que convierte al argumento en una visión mágica de emociones, casi místicas, y llenan el corazón de amor y esperanza a las personas fervorosas. La lectura de estos cuentos gradúa la tensión y las expectativas del lector, caso de “El ciego”, cuando un jinete en mitad de una tormenta, la tarde del 24 de diciembre, se encuentra con una espectral figura que lo arrastrará al abismo, mientras resuenan en sus oídos los pasos del ciego; otras curiosidades conforman las páginas de Cuentos de Navidad y Reyes, una oración que se abre a un mundo lleno de visiones, un misticismo profundo invade al Sumo Pontífice, Pío IX, cuando acude a la Basílica de Trinitá dei Monti en el cuento, “La Nochebuena del Papa”, o la protagonista de “Jesusa”, demasiado pequeña para entender los entresijos de este mundo y de la vida, texto que despierta los sentimientos reflejados en la ternura y la inocencia de la pequeña. El resto de historias escenifican las virtudes y los defectos de quienes las protagonizan, aquella sociedad que vivió Emilia Pardo Bazán, y cuya prosa nos reconcilia con la buena literatura.

 


 

 

Emilia Pardo Bazán, Cuentos de Navidad y Reyes; ilustraciones de Marina Arespacochaga; Madrid, Clan Editorial, 2021, 2º ed.

 

 

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Hoy invito a…

 


M. Ángeles Pérez

Amaneceres

 

 Almudena

   Paseando en una fría y tarde otoñal, algo extraña y rara, en este rinconcito del extremo sur, me sobresalta la noticia de su muerte. El paño suave de la incredulidad me hace recurrir a otras fuentes para corroborar, afirmativamente, su viaje definitivo. Los que estamos subidos en el tren de esta enfermedad, el cáncer, vivimos cada día con el deseo innato de poder bajarnos llegando a la meta de su curación definitiva, estoy convencida de que Almudena ha luchado por llegar a ella, pero una destructiva guadaña la obligó a bajarse, antes de tiempo, en un apeadero solitario y desconocido. Y, aunque todo esto sonará, dentro de unos días algo repetitivo, querida Almudena doy las gracias por haberte conocido, aunque haya sido en una breve, rápida e improvisada firma de uno de tus libros, gracias por tu legado literario y humano, por haber predicado, sin ningún tipo de tapujos, tu sentido de la justicia, de la democracia, de la libertad. Gracias por todo. Nuestro corazón continuará helado hasta que no asumamos la desalentadora veracidad de tu muerte. Nuestro corazón permanecerá helado siempre. 

 


 

jueves, 9 de diciembre de 2021

Pedro Zarraluki


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                    Aquel verano

      


       La historia narrativa de Pedro Zarraluki (Barcelona, 1954) es una permanente reflexión sobre el silencio, y un sereno análisis sobre la sociedad o la vida contemporáneas. Autor de colecciones de cuentos, Galería de enormidades (1983), Retrato de familia con catástrofe (1989) o Te espero dentro (2014), y de las novelas El responsable de las ranas (1990), La historia del silencio (1994), Hotel Astoria (1997), Para amantes y ladrones (2000) o Un encargo difícil (2005), la tópica historia de la vida retirada que, tras una existencia dramática, protagonizan unos personajes de la burguesía catalana, cuando en su madurez deciden cerrar la puerta del pasado y emprenden una estrambótica huida, inicialmente al Tíbet, para recalar en un pequeño pueblo de la costa catalana, donde por azar vive Tomás, un afamado arquitecto que, tras su divorcio, huye de una Barcelona decadente y quiere encontrar su lugar en el mundo. Con Todo eso que tanto nos gusta (2008) volvía a un espacio acotado, el lugar elegido un pequeño pueblo del Ampurdán, historia que proyecta el conflicto familiar entre un hijo y sus padres, el recuerdo de un hermano y su propio fracaso matrimonial; también ha publicado El hijo del virrey (2012), títulos que avala una trayectoria ejemplar hasta el momento. La curva del olvido (2021), su nueva novela, es una historia que retoma las relaciones humanas de adultos con adolescentes, cuando dos amigos conviven con sus hijas durante unas vacaciones en una isla, en una cala de Ibiza, en un modesto hotel, durante el verano de 1968, tras la eclosión revolucionaria del Mayo francés, y cuando el turismo empieza a prodigarse por jóvenes melenudos, como llaman en la isla a los hippies, y conviven con una clase social privilegiada, influyente, rica y burguesa alejada del hedonismo que ellos practican.

       Vicente Alós y Andrés Martel son los dos amigos que intentan reponerse, respectivamente, de un reciente duelo, Andrés ha enviudado y Vicente acaba de separarse, están acompañados de Sara y Candela, sus hijas adolescentes que se conocen desde niñas aunque de carácter y actitudes diferentes. Iremos descubriendo algunos de los secretos que esconden estos dos amigos, y otros personajes secundarios configuran la apacible estampa de un cálido verano, el alemán Jakob, amigo de Vicente, un excéntrico anti-nazi que lidera los primeros atisbos de libertad insular, o el pintor Esteban Capella, que recoge la nieve de las montañas en sus cuadros frente al mar, y la inmensidad marina cuando observa la nieve; la viuda Josefa Martínez Sasa, tan arisca como tierna, propietaria del pequeño hotel restaurante, o Armonía, voz de la incipiente colonia de jóvenes hippies, frente a los adolescentes, Jon, Eritz y Maitena.

       Pedro Zarraluki divide su novela en dos partes que transcurren en un mismo escenario, estructura y cuenta la historia de una manera lineal, se suceden escenas que avanzan con las vacaciones y el verano de los personajes, y asistimos a las vicisitudes de todos y cada uno de ellos, o a esa transmutación que conformará el carácter de alguno, sin duda, las jóvenes, Sara y Candela, que buscan respuesta a las continuas preguntas respecto a su crisis juvenil, el valor de la amistad, el primer amor y la incertidumbre del futuro, inquietudes que se trasladan a los mayores en sus distintas necesidades, culpa y pérdidas, o frustradas ilusiones. Zarraluki construye un escenario de luminosidad absoluta, subyace de fondo la España franquista que, como queda explícito, inicia una tímida apertura al mundo, se verifican secuelas de corrupción de la clase privilegiada que mantiene el favor de las autoridades para fines propios, aunque se atisba cierta transformación de ese mundo que discurre en paralelo a la vida de los protagonistas, algunos sumergidos en la curva del olvido, en un intento de alejarse de los recuerdos desagradables, le ocurre a Andrés, cuyo sentimiento de culpa por la muerte de su mujer lo arrastrará para olvidar y, al mismo tiempo, a alejarse de su hija Candela. Y frente a esos personajes atormentados, el carácter de Vicente  y de su hija Sara, de Jakob o de Armonía, incluso de Josefa y Ricardo sirven de contrapunto a la narración que pretende derrochar vidas con cierta ilusión o  alegría porque la sienten como si realmente fueran merecedores de ella, o tal vez se dejan llevar porque, de alguna manera, el autor, al final de su historia, ha decidido que casi todos sus personajes evolucionen para conseguir sus propósitos, o mejor. sus deseos.

 


                    

                         La curva del olvido

                           Pedro Zarraluki

                     Barcelona, Destino, 2021

 

martes, 7 de diciembre de 2021

Centenarios

 

Efemérides 

       07 de diciembre de 1821, nace Manuel Fernández y González, novelista español.
07 de diciembre de 1921, muere Žemaitė, escritora lituana.
       10 de diciembre de 1821, nace Nikolái Nekrásov, poeta y dramaturgo ruso.
11 de diciembre de 1921, muere Robert de Montesquiou, escritor francés.
       12 de diciembre de 1821, nace Gustave Flaubert, escritor francés.
   25 de diciembre de 1921, muere Vladímir Korolenko, novelista y periodista ruso.
       31 de diciembre de 1921, muere József Kiss, poeta húngaro.

 

 

viernes, 3 de diciembre de 2021

Juan Jacinto Muñoz-Rengel

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Una paradoja de lo familiar      

    


Una paradoja de lo familiar      

      

      

       Quizá resulte, a día de hoy, un auténtico atrevimiento contar una historia mutante por la que desfilan invasiones extraterrestres, utopías de corte feminista y cuyo protagonista es un personaje hermético y disciplinado, un solitario de carácter difícil, pero metódico y rutinario que acude a diario a su trabajo sin que nada se oponga en su excesiva dedicación al deber, y que literariamente resulte  trasunto del clásico, el escribiente Bartleby, de Melville, un tipo que logra mantener a salvo sus rutinas particulares en un mundo cambiante, y ante una situación catastrofista como ocurre en La capacidad de amar del señor Königsberg (2021). Juan Jacinto Muñoz-Rengel (Málaga, 1974) nos entrega una ficción donde todos los parecidos con la realidad y, en concreto, con lo que se refiere a la transformación del mundo y la respuesta de la humanidad ante este singular hecho. resulta creíble, donde las cosas familiares se hacen extrañas y con tintes de novela sentimental que, tras el cataclismo, una inimaginable invasión alienígena, se convierte en una permanente búsqueda en mitad de la más absoluta soledad, un texto de  cierta jocosidad irónica y expresiva escrito con una cuidada prosa y en calculados episodios o capítulos que acercan al lector a una visión de la ciencia ficción. Lo más curioso es que, cuando todo cambia y se hunde el mundo alrededor del personaje, este permanecerá impasible, la especie humana se irá extinguiendo y él superará las vicisitudes sin grandes esfuerzos, o cuando el planeta entero se transforma, no una sino varias veces, ni siquiera los giros más disparatados alterarán un ápice la inmutabilidad del señor Königsberg. Quizá se trate de una historia donde predomina la literatura de la imaginación, y Muñoz Rengel opta por una fusión de géneros, un intento de ir más lejos en ese sentido. Si en otras obras hibridaba el género negro y la comedia, la novela histórica y la ciencia ficción, el realismo mágico y el terror, en esta ocasión es la apuesta más extrema: que la propia novela mute a través de una amalgama de géneros mientras su protagonista convive con esos extraños invasores. El señor Königsberg no se verá obligado a nada, nunca cambia sus hábitos, y aunque el mundo que conoce se hunda, volverá a su rutina, mientras el lector observa, eso sí, que el libro empieza a desarrollar otra historia, y a convertirse en otra cosa. 

       Juan Jacinto Muñoz Rengel publicó las colecciones de cuentos, 88 Mill Lane (2006) y De mecánica y alquimia (2009); El asesino hipocondríaco (2012) supuso su salto a la novela para rendir tributo a una mayor extensión y pretensión narrativa, El sueño del otro (2013) cuestiona toda una vida sobre algo falso que se convierte en verdadero a medida que avanza en el tiempo, y El gran imaginador (2016) homenajea al Quijote, origen de la novela moderna, un intento de explicar, desde la imaginación, cómo Cervantes pudo escribir algo tan adelantado a su época, de comprender cómo funcionan los mecanismos creativos del genio.

 

 


La capacidad de amar del señor Königsberg

Juan Jacinto Muñoz Rengel

Madrid, Alianza de Novelas, 2021

 

 

 

 

 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Adiós a...

 Muere el escritor Antonio Prieto, uno de los primeros Premio Planeta

 

(Águilas, Murcia, 23 de septiembre, 1929- Madrid, 23 de noviembre, 2021)

El autor, que recibió este galardón por “Tres pisadas de hombre”, destacó por unas obras cuidadas y por su enorme bagaje cultural-

  

El escritor Antonio Prieto, ganador de uno de los primeros Planeta en el año 1955, y hombre de grandes honduras y erudiciones, ha fallecido en Madrid, tal y como ha confirmado la Fundación José Manuel Lara, de cuyo patronato era miembro.

Antonio Prieto nació en Águilas, Murcia, en1929, ciudad que lo tenía como uno de sus grandes personajes, y cursó estudios de Medicina, Filología Románica y Filología Italiana en la Universidad Complutense de Madrid, donde alcanzó la cátedra de Literatura Española. A lo largo de su trayectoria se internó por los aleros de distintos géneros siempre con enorme éxito. Fue ensayista, filólogo, novelista y responsable de importantes proyectos editoriales, entre ellos la Historia de Andalucía, que, precisamente, preparó la Fundación José Manuel Lara.

En 1955, con tan solo 24 años, recibió el Premio Planeta con su novela ‘Tres pisadas de hombre’, una obra urdida con una gran fuerza expresiva y dominio de la lengua. Contaba la aventura de una terna de personajes que se mueven en el contrabando de esmeraldas. De fondo, el escenario impresionante de una gran ciudad americana y la selva del Amazonas, que es un territorio de mil imaginaciones y utopías. A este título siguieron otros, siempre trabados con un profundo control del idioma, una gran capacidad léxica y un cuidadoso trato del estilo. Ahí están ‘La plaza de la memoria’ (Premio Andalucía de Novela), ‘Una y todas las guerras’ (Premio Andalucía de la Crítica), ‘Prólogo a una muerte’, ‘Vuelve atrás’ y ‘Elegía por una esperanza’, entre otras. Toda su obra está marcada por una clara propensión hacia el culturalismo y en ella permanecen voces y huellas del pasado, sobre todo del Siglo de Oro.

 

Obras

Ensayo

 

Coherencia y relevancia textual (de Berceo a Baroja) (1980)

Ensayo semiológico de sistemas literarios

Morfología de la novela (1975)

La poesía del siglo XVI

La prosa del siglo XVI

Introducción, estudios y notas a los cuatro primeros volúmenes de Maestros Italianos

Teoría e interpretación de la literatura comparada

Los caminos actuales de la crítica (1969)

Estudios de la literatura europea

Garcilaso de la Vega (1975)

 

Narración

 

Tres pisadas de hombre (1955) (Premio Planeta 1955)

Buenas noches, Argüelles (1956)

Vuelve atrás, Lázaro (1958)

Encuentro con Ilitia (1961)

Prólogo a una muerte (1965)

Elegía por una esperanza (1972)

Secretum (1972)

El embajador (1988)

La desatada historia del caballero Palmaverde (1991)

La enfermedad del amor (1993)

La plaza de la memoria (Premio Andalucía de Novela 1995)

El ciego de Quíos (1996)

Isla Blanca (Premio Andalucía de la Crítica 1998)

Una y todas las guerras (Premio Andalucía de la Crítica 2006)

El manuscrito sellado (2010)

La cabra de Diógenes (2011)

 

lunes, 29 de noviembre de 2021

Adiós a...

Muere Almudena Grandes, la escritora que noveló la épica de los perdedores  

Madrid, 7 de mayo de 1960-Madrid, 27 de noviembre de 2021)

 

 

 La autora de los ‘Episodios de una guerra interminable’, que falleció esta tarde en Madrid a los 61 años de un cáncer, deja una obra que aunó la calidad y el éxito

 

 Tereixa Constenla afirma que “Nadie como Almudena Grandes, la escritora madrileña fallecida este sábado a los 61 años debido a un cáncer, ha tenido la fuerza y la constancia para darle a los derrotados del siglo XX español la épica literaria que les faltaba. A partir de 2007, cuando publicó El corazón helado, la carrera de Grandes encontró un sentido que trascendía lo literario. Ella ya era una autora de éxito y de prosa sólida (algunas de sus novelas anteriores como Los aires difíciles o Atlas de geografía humana fueron especialmente celebradas por la crítica), pero cuando concluyó El corazón helado, donde por primera vez se detenía en las vidas de aquellos exiliados republicanos y sus posteriores generaciones de inadaptados, vio el agujero negro por el que se perdían una buena parte de los españoles del siglo X”.

 

Obra

Novelas

Las edades de Lulú (1989)

Te llamaré Viernes (1991)

Malena es un nombre de tango (1994)

Atlas de geografía humana (1998)

Los aires difíciles (2002)

Castillos de cartón (2004)

El corazón helado (2007)

Los besos en el pan (2015)

 

Episodios de una guerra interminable

Inés y la alegría (2010)

El lector de Julio Verne (2012)

Las tres bodas de Manolita (2014)

Los pacientes del doctor García (2017)

La madre de Frankenstein (2020)

 

Libros de relatos

Modelos de mujer (1996)

Estaciones de paso (2005)

 

Artículos

Mercado de Barceló (2003)

La herida perpetua (2019)

 

Colaboraciones

La buena hija. Cuento en Madres e hijas de Laura Freixas.

Especies en protección. Cuento en Érase una vez la paz.

 

Literatura infantil

¡Adiós, Martínez! (2014)

 

Adaptaciones cinematográficas

Las edades de Lulú (de Bigas Luna, 1990)

Malena es un nombre de tango (de Gerardo Herrero, 1995)

Aunque tú no lo sepas (de Juan Vicente Córdoba, 2000). Adaptación del relato «El vocabulario de los balcones», de su obra Modelos de mujer

Geografía del deseo - adaptación de Atlas de geografía humana; miniserie chilena de Boris Quercia e ideada por María Izquierdo Huneeus, 2004)

Los aires difíciles (de Gerardo Herrero, 2006)

Atlas de geografía humana (de Azucena Rodríguez, 2007)

Castillos de cartón (de Salvador García Ruiz, 2009)

 

domingo, 28 de noviembre de 2021

Cuaderno en blanco

 

Noviembre

 

       Un noviembre de viento y frío, de cambio de horario, tardes breves y noches intensas. Proyectos que  se acercan al fin de año, y las últimas propuestas que tienen aires de Navidad y fiestas.

       Entregado para, Otro Lunes, la prosa completa de María Luisa Bombal, inquietante, significativa, muy feminista y valiente.

       El propósito de leer los Cuentos de Navidad y Reyes de Emilia Pardo Bazán, un buceo en la sociedad del XIX con las fiestas navideñas de fondo. Interesante. Y entretanto, Gustavo Valle entrega su entrevista para Cuadernos del Sur, y el tiempo transcurre con el calma y lentitud que conlleva el anuncio del invierno que llegará en unas semanas. Celebraremos en diciembre, los 35 años de Cuadernos del Sur, toda una aventura literaria que se ha dilatado en el tiempo y que se convertirá en un recuerdo desde su primera aparición en 1986.

       Mientras cae un fina lluvia tras los cristales, y la luz sobre el libro que leemos invita a una tarde de apacible calma.

       Sigue esa calma que anuncia el invierno, días de más frío, grises y cubierto, anuncio de una Navidad, otra más que sumar a los episodios de nuestra existencia.