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martes, 31 de agosto de 2021

Cuaderno en blanco


Agosto

 

       Agosto es el mes de la incomunicación, de los vacíos, del silencio más absoluto, del propósito siempre de dejar las cosas para después de las vacaciones, y este año según los expertos, además, esos días marcarán un tiempo atmosférico atípico y disfrutaremos de tormentas y bajas temperaturas a lo largo de las semanas próximas. Como suele ser habitual, lecturas pendientes, miradas hacia esas cosas que van surgiendo, los relatos almerienses de cada verano, con la misma nómina de siempre, pocas sorpresas, la nueva novela de Lorenzo Silva, Castellano, una reivindicación personal e histórica del germen de toda una nación. 

       También los expertos se equivocan y las playas de llenan de gentes en busca de sol, y de este hay lo suficiente en los días transcurridos de agosto, incluso disfrutamos de una o varias olas de calor, ¿estamos ante la perspectiva más evidente del cambio climático? Sin duda alguna, y mientras no pensemos en un remedio a medio plazo, vaticino que las olas de calor, las tormentas y las catástrofes naturales se sucederán, ¿qué hacen, entonces, nuestros políticos? Evidentemente, nada.

       Historia de dos ciudades se confirma como ese gran clásico que es: Dickens en estado puro para una vuelta al Club de Lectura. El otoño nos traerá nuevas propuestas, personales y colectivas. Y mientras, nuevos días de calor, tregua por las noches, y nos encaminamos hacia un final de los días de agosto. Septiembre, espero, será otra cosa.

 


 

jueves, 26 de agosto de 2021

María Fernanda Ampuero

                                                   Ética del terror

                     

   

                               

            María Fernanda Ampuero (Guayaquil, 1976) publica, Sacrificios humanos (2021), su segundo volumen de cuentos, tras Pelea de gallos (2018), relatos sobre los vínculos y las relaciones de poder dentro del hogar, donde Ampuero iluminaba los oscuros espacios de violencia en el ámbito doméstico; con Sacrificios humanos revisa vidas y cuerpos a los que se les resta todo valor, se entregan en nombre de un sistema endeble desde el punto de vista ético y desigual, y trazan esa línea de continuidad entre la propuesta formal, su proyecto ético-político, o la atención a la problemática social que sacude a su país y a parte de Latinoamérica. Sus relatos se apegan a la tierra, evocan esa carnalidad y corporalidad que contraste con los horrores psicológicos descritos, emplea una imaginación salvaje para las metáforas y un estilo narrativo tan lírico como mágico de antiguas leyendas ecuatorianas.

       Estos relatos hablan de mujeres que se ayudan mutuamente, incluso desde el más allá, castigan las atrocidades del Señor de la Noche, o buscan justicia poética, como en “Biografía”: extranjeras que subsisten en un hábitat extraño e inhóspito, forzadas a sobrevivir, dan las gracias y no miran el rostro de quienes las someten, y siendo forasteras, mujeres y pobres, se convierten en objetivo de la violencia de género, otra forma de maldición, efecto de esos espíritus malignos. El patriarcado se convierte en verdugo de madres, hijas, hermanas y abuelas, ocurre en “Silba”, sentenciadas por su cárcel de sufrimiento, se les impide gritar ante tales horrores, aunque si comienzan a contar, una vez expulsen sus tormentos, no serán capaces de saber cuándo callar ni en qué momento el cuento debe cerrarse.

       Las protagonistas son las excluidas, en ellas el deseo es una de las peores formas del horror, más que víctimas descubrimos a personajes femeninos que de tanto ser objeto de acoso y abuso se vengarán del modo más concluyente, léase “Elegidas”, y acusadas en su día a día por múltiples delitos connaturales al hecho de existir se desatan a la profanación de cuanto es sagrado y representa el paraíso físico al que nunca se les permite el acceso, son las excluidas, “Hermanita”, un deseo que se traduce en terror. Las historias de Ampuero dibujan la inocencia como el escenario de las experiencias más cruentas, entre la soledad y las fobias, la repulsión y las barbaridades que revisten todas las inmundicias de la vida en los vínculos de sangre, incluso los de clase, porque si hay un lugar donde refugiarse, existe la posibilidad de que alguien lo invada, como en “Invasiones”, penurias de innegable fatalidad, o niñas expuestas en ese escenario de pesadillas que viven en un entorno de apariencia segura, el hogar “Pietà”. No teme la ecuatoriana hacer brillar las contradicciones entre las pasiones feroces y el dolor, “Edith”, o la violencia sexual como expresión de ese deseo desbordante que, llevado al extremo, deviene una fantasía donde se pierde el control, una adicción al trauma en el corazón extenuado de una mujer envuelta en un enamoramiento fugaz, la promesa fallida del enésimo hombre en su vida, “Lorena”. El terror se apodera del dormitorio, en la casa de una mujer se mete la oscuridad, y aunque ella estalle, será difícil que las tinieblas nos abandonen después de leer estos relatos.

 


 

                                  Sacrificios humanos

                             María Fernanda Ampuero

                      Madrid, Páginas de Espuma, 2021

 

martes, 24 de agosto de 2021

Narradores almerienses (IV)

 

Relatos del verano de tu vida en Almería

 

“La magia de Carboneras”, de Ana María Romero Yebra; “Noche de fiesta”, de Carmelo Martínez Anaya; “Historia de dos pueblos”, de Mónica Sánchez; “La Maritoñi”, de Diego Reche Artero.

La apuesta veraniega de Arráez Editores

 


 

viernes, 20 de agosto de 2021

Rosario Ferré

 Rosario Ferré o la búsqueda de una identidad histórica                   

 

 


 

       La producción narrativa de la escritora Rosario Ferré (Ponce, 1938-San Juan, 2016) forma parte de la llamada generación de los setenta en Puerto Rico, su país natal. El movimiento surge con la intención de crear una producción literaria que no solo cuente una  historia sino que adopte una posición alejada de la tradición, una nómina de escritores que rompa con las concepciones ideológicas de la generación anterior de 1950, y postule su concepto sobre el puertorriqueño, su antifeminismo, su concepción histórica e ideología de clase, incluso su actitud ante el devenir de los acontecimientos. Rosario Ferré sobresale bajo esos parámetros que distinguen a su obra de sus precedentes, en su mayoría escritores varones, con temas esenciales: una identidad propia, y los abusos del poder. Su oposición frente a la opresión caracterizará a la mayoría de sus obras, La muñeca menor (1976), El cuento envenenado (1976) y Papeles de Pandora (1976), y apunta a conflictos étnicos, políticos y sociales en la sociedad puertorriqueña, une sus historias a acontecimientos históricos de la isla y maneja diferentes técnicas literarias innovadoras que incluyen el uso de un vocabulario mordaz y directo respecto a la crítica de algún acontecimiento, con personajes de una ideología específica que exponen situaciones diversas a través de la ficción, apoyadas por acontecimientos reales, y subrayan la importancia de las frecuentes incursiones de la realidad en el discurso ficticio, y una variedad de temas que proyectan diferentes circunstancias de su país. Sus primeras obras conllevan puntos de vista diversos y perspectivas variadas de la sociedad, textos que incluyen ideas de un evidente matiz feminista, y permiten un acercamiento al tema de la búsqueda de la identidad, principalmente en los personajes femeninos que, en realidad, se buscan con la intención de encontrarse a sí mismas como independientes en una sociedad patriarcal elitista. Esta es la forma de leer a Ferré, de interpretarla, de sentirla y representarla, porque sus discursos descriptivos e informativos explican cómo esa falta de identidad, además del control político y religioso, matizan los prejuicios étnicos, una línea de separación social y racial que retrata a la sociedad puertorriqueña.

 

La novela  

      

       Maldito amor (1986) es una novela corta que, con otros tres relatos, forma parte del volumen que ahora edita La Navaja Suiza, y sus referencias a raza y género adquiere especial relevancia en el discurso de los hablantes, y la presencia de las voces de mujeres que interactúan en un entorno de valores establecidos, difícilmente modificables respecto a consideraciones raciales y de género, aunque para Ferré el concepto de “humano” cobra especial relevancia en cuanto a la raza, categoría social que incide en cómo es visto el individuo, o se percibe a sí mismo. Una conciencia que provoca el propio cuerpo como objeto valorado o devaluado por la cultura, y un hecho histórico y cultural relacionado con el sutil juego social que destaca, esconde o transforma la apariencia corporal que conforma esa construcción y fragmentación de la identidad nacional: blanco, negro o mulato, e incluye la subjetividad individual. La novela cuenta el cambio drástico que se produce en el sistema económico y productivo cuando las centrales azucareras de Guamaní, lugar ficticio trasunto de Puerto Rico, pasan a manos de accionistas norteamericanos.

 


       La apariencia física carga de sentido la historia de Ferré cuando se convierte en ese lugar de distinciones que establece la comunidad e influyen en la identidad individual, entonces aparece la voz de Hermenegildo Martínez, abogado, periodista y apasionado novelista, que describe una sociedad paradisíaca aunque el trasfondo sea el retrato del prócer Ubaldino de la Valle, cuya historia se propone contar. El narrador se presenta como una autoridad, aunque a medida que avanza en su relato lo que prometía ser una apología del prócer y de una comunidad idílica, dará un vuelco cuando varios narradores interrumpen sus elogiosas descripciones y ofrecen otras versiones de la historia de la familia de la Valle. Hijo de Doña Elvira de la Valle, y de Don Julio Font, Ubaldino comparte, con las tías maternas, obsesionadas por la pureza de sangre, la afición a leer libros de genealogía. La primera en interrumpir las descripciones del narrador es la antigua sirvienta de la casa e hija de una esclava liberta, Titina, con un estilo oral y preocupaciones cotidianas que contrastan con el discurso altisonante del novelista. Otros miembros de la familia aportan sus propias perspectivas, Laura, mujer de Ubaldino, hijo Arístides y Gloria Camprubí, “una mulata hermosa, de esas que detienen el tráfico”, que según Arístides, estudia para enfermera cuando la conoce, pero una vez en la casa se opone a que Gloria se siente a la mesa con la familia porque es negra; en cambio Laura la acoge y la emplea para que se haga cargo de su marido enfermo de sífilis. De amante de Arístides, Gloria termina casándose con su hermano Nicolás, se transforma en amiga y confidente de Laura, cuida a Ubaldino hasta su muerte y es la madre de Nicolasito. La relación de Gloria con los tres hombres revela no solamente la promiscuidad sexual en las familias de abolengo, sino que agrega nueva información sobre Julio Font, importante para establecer la genealogía familiar, y pondrá al descubierto los valores de la sociedad guamaneña; tres mujeres desbaratan el relato de Hermenegildo, Titina, Laura y Gloria, que desmontan la leyenda fundacional que pretendía inmortalizar a Hermenegildo. 

       Las voces femeninas muestran cómo la clase dirigente ha contribuido a construir una comunidad en la cual sus ciudadanos estaban sujetos a un tipo de circulación social propugnada por los valores de un grupo que privilegia determinados rasgos físicos o ciertos orígenes. El discurso narrativo sugiere que estas narradoras son muestra de cómo la circulación social permite oportunidades en las relaciones subjetivas que influyen en la plasmación de personalidades únicas, subjetividades que no pueden ignorar su concepto de clasicismo corporal.

 

Tres relatos

 

       Rosario Ferré concibe los tres relatos siguientes como una extensión menor, y aunque pueden leerse como independientes, en su conjunto ofrecen una visión completa de ese devenir de la sociedad puertorriqueña. El primero, “El regalo” define y matiza la división de la sociedad, y ese esfuerzo que despierta conciencias y transforma las estructuras sociales que impiden la plena unión de los individuos. La historia cuenta la situación de dos educandas en El Sagrado Corazón, un colegio católico femenino. Ferré marcará una contradicción en cuanto al aspecto religioso, se acepta de forma general que la religión católica apoya la hermandad de sus feligreses sin importar la clase social de los mismos, pero en la narración se percibe lo contrario, y las apariencias de las dirigentes del colegio construyen un espacio que dará cuenta de los oportunismos sociales, políticos y culturales creados a conveniencia de un grupo separatista y preocupado por la pureza de sangre.

       El cuento "Isolda en el espejo," remite, una vez más, a esa búsqueda de la identidad histórica desde una perspectiva femenina, y la protagonista decide tomar las riendas de su situación y obrar en consecuencia; se trata de un cuento con diversos niveles de lectura, un ejemplo de como la crisis de la identidad nacional de Puerto Rico se refleja en el conflicto básico de cada individuo frente a la sociedad de la que forma parte, una sociedad que se encuentra dividida por los que apoyan el convertirse en una estrella mas de la bandera de los Estados Unidos, y por los que quieren vivir en un país independiente y soberano de toda infiltración extranjera.

       La extraña muerte del capitancito Candelario cuenta la historia de la “Gran Batalla de la Salsa”, qué ocurrió y por qué el protagonista fue tan alabado. En el relato se vislumbran distintos temas respecto a Puerto Rico y Estados Unidos, y a lo largo de la historia existe esa continua referencia hacia la metrópoli, y aunque en una primera instancia parece que se habla de la capital de la isla, a lo largo de la lectura esa suposición se vuelve errónea. Se habla de Estados Unidos y Puerto Rico es una colonia de dicho país. Rosario Ferré inventa que, en un futuro hipotético, Estados unidos ya no tiene interés por la isla caribeña, y parece que la isla tuvo su independencia sin un movimiento armado, aunque todo obedece a una estrategia por parte de la Metrópoli si consideramos un alejamiento político porque la realidad ya no vive ese período de colonias, sino de un poder económico mucho más ventajoso.

 


 

                                          Maldito amor

                                         Rosario Ferré

                             Madrid, La Navaja Suiza, 2021

 

 

miércoles, 18 de agosto de 2021

85 años del asesinato de Federico García Lorca

 

     El 18 de agosto del 1936, un mes después del golpe de Estado, fue asesinado a manos de las autoridades franquistas por "socialista", "masón" y "homosexual". Fue de madrugada cuando asesinaron al granadino, cerca de un barranco, a dos kilómetros de Fuente Grande, en un terreno que todavía abraza sus restos ante la dificultad de hallarlo

 


 

martes, 17 de agosto de 2021

Narradores almerienses (III)

 

Relatos del verano de tu vida en Almería

 

“El ocaso de Hemingway, de Fernando Martínez López; “Noches de <Puerto Rey”, de Antonio Ortega; “Ama la vida”, de Carmen Lorenzo; “Mi abuela, mi madre y yo”, de María A. Leonardi.

 

La apuesta veraniega de Arráez Editores

 


 

domingo, 15 de agosto de 2021

345.000

      Ha sido un mes repleto de alegrías, y de visitas, y así hemos llegado a la mágica cifra de 345.000, un número nada desdeñable para un blog que quiere mostrar lecturas y pasión literaria. Gracias, amigos, compañeros, y lectores, gracias, gracias, gracias...


 

miércoles, 11 de agosto de 2021

Pilar Tena

 Algunas mentiras, medias verdades

 

 


                                                  

       Pilar Tena (Madrid, 1955) construye una novela sobre el amor, la traición y el vehemente deseo de seguir adelante, y para contar su historia, Fin de semana (2020), establece un curioso tono de corte clásico que, en ocasiones, nos sumerge en emociones tan encontradas como distantes; en su comienzo, un viaje en coche reproduce la conversación que mantienen, una mujer y un hombre, y es entonces cuando asoma una discusión que ellos llevan hacia el fondo de un pasado que se concreta en esos malabarismos retóricos que les han obligado siempre a continuar en esa consabida rutina que, en las parejas, condiciona el paso del tiempo, para llegado el caso establecer un pacto tácito de silencio que los mantiene unidos, y les dispensa la placidez del día a día, cueste lo que cueste.

       Luisa y Toni llevan juntos más de tres décadas, recién casados vivieron en el Londres de los ochenta, y de aquella etapa y feliz estancia inglesa conservan, entre otras cosas, su amistad con los Douglas, a los que vuelven a ver transcurridos más de veinte años desde su regreso a Barcelona. Tienen una hija, y el recuerdo de un fin de semana en el campo inglés y otro en el Ampurdán transformará su realidad, esa que han defendido a cal y canto de algunas amenazas a lo largo del tiempo. La actitud de Luisa respecto a su matrimonio con Toni es sencilla, si hubo momentos difíciles en el pasado, un firme deseo persigue ahora disfrutar de la armonía de su relación madura, un hecho que tanto les ha costado alcanzar. Pragmática e hiperactiva, está convencida de la inutilidad del dolor, y así acepta los fallos de su matrimonio, preferibles a cualquier ruptura que altere el cotidiano discurrir de los días, y convencida, además, de que el silencio ha merecido la pena durante tantos años, porque entonces decidió restar importancia a hechos del pasado, callar, y sin duda alguna perdonarse, sobre todo cuando se cuestiona una verdad absoluta, y aquellos desahogos no debían destruir el resto de una vida, y si Toni ha sido capaz de justificarse, por qué tanto tiempo después se le exige a ella la verdad. Sin embargo, un Toni menos optimista, señala la disyuntiva cuando afirma que no está claro si la muta decisión de seguir juntos fue una heroicidad o una cobardía, sin duda porque en su momento, llegó a la conclusión de que Luisa le convenía para no arruinar lo construido juntos, y optó como ella por guardar su secreto y dejar el pasado en su lugar, seguro de que adoptando la infidelidad como una costumbre que se lleva encima, así seguiría con su vida.

       Con el paso de los años, Luisa no se ha desarrollado profesionalmente, sus estudios universitarios cayeron en el olvido, la vocación de acuarelista quedó relegada a una simple afición, los cursos de arte ya no conducen a nada en su vida y aunque ha aparecido Flora, la hija, solo es un ejemplo de introversión y de profunda sensibilidad porque la joven transita un territorio psicológico diferente, siente que su naturaleza es distinta a la de sus progenitores, que no pertenece al mundo de privilegios que ellos viven y le han procurado, así que decide alejarse, en un calculado silencio, atormentada por sus diferencias y un profundo dolor existencial, pero sobre todo para construir su propia vida y escapar de lo que ella considera como fracaso vital, así se convierte en un personaje que contrarresta, sobre todo, el carácter pragmático de Luisa y, al mismo tiempo, el evidente recordatorio de unos hechos que reclaman una explicación desde el inicio de la novela. Flora es un personaje vulnerable, con una marcada tendencia al aislamiento, que muy pronto se convierte en víctima de abusos y tiranías en la editorial donde trabaja.

       Resultaría curiosa y algo rara una vida sin secretos, porque en ocasiones un secreto sostiene una estructura familiar que de otro modo se desmoronaría, aunque el peso de los mismos abruma y esparce su sombra continuamente, convivir con ellos exige una razón para silenciarlos y sentimos su carga tan dentro que nos mantiene expectantes. Para Luisa y Toni en qué consiste, exactamente, salvar una relación de pareja; sin duda, en pasar por alto cualquier elemento incómodo que la amenace, procurar extender su duración, tal vez transformarla, y nunca dejar de preguntarse si se gana o se pierde con todo ello, porque sin esa verdad parece que la felicidad necesitaría de una fórmula mágica.

       La trama de la novela ofrece algunos temas de discusión y reflexión, a partir de una multiplicidad de prismas que la figura del narrador/a propone al lector que se muestra atento a las reacciones de los personajes, a los que observa en esos primeros movimientos que ofrecen una curiosa psicología, porque la novela plantea continuos interrogantes sobre si el respeto a la convivencia en el matrimonio después de la infidelidad es un gesto de heroicidad o de cobardía, o si resulta una proeza o una respuesta al miedo o temor a la soledad y el dolor que pueda provocar esa ruptura sus daños, y quizá siendo menos ético, sería preferible, ciertas mentiras o medias verdades. Y, a lo largo de la historia, la autora no deja pasar la ocasión de plantearnos hasta dónde puede llegar el sentimiento de una culpabilidad y el sentido de aquella responsabilidad cuando no somos capaces de resistirnos al deseo.

       Fin de semana ofrece constantes y minuciosas descripciones de las acciones íntimas de sus personajes a los que la autora presenta como vivos retratos. El perspectivismo que adopta Pilar Tena otorgará la oportunidad al lector para esgrimir valoraciones sobre sus personajes principales, y además de las perspectivas sobre Luisa y sobre Toni, la narradora aplica una curiosa visión personal acerca de Chris en su representación del amor libre, sus reflexiones sobre la condición humana, o esa aparente necesidad de no complicarse la vida de soltero con una mujer felizmente casada; y frente a este, incorpora la mirada interior de Flora, agobiada por la presencia y preocupación constante de sus padres. El lector se siente testigo de las costumbres y rutinas de la convivencia de estos personajes, la insatisfacción y el descontento conyugal, el desconocimiento que los padres tienen sobre las preocupaciones de sus hijos, los fantasmas persecutorios de la mala conciencia frente a la verdad, la desilusión y el hastío que conduce a la frustración personal, y en consecuencia, la focalización del asunto principal de Fines de semana se nos ofrece en múltiples contornos y variantes. La voz narradora saca a la luz las inquietudes y desazones de los personajes que una vez puestas en común puede ser que cambie la opinión que el lector haya ido adquiriendo de cada uno de ellos a lo largo de la historia, y esos temas que subrayan la inquietud humana, el amor y el deseo, la mistad y el engaño.

       Uno de los valores de esta novela es la puerta que abre a interpretaciones y análisis, a los variados temas que propone, la infidelidad, las relaciones de pareja, los secretos, el retrato de una determinada clase social, hilos de los que podemos tirar una vez leída la historia, y cuya trama se entrelaza con pericia y con una prosa pulcra, y tanto lugares como tiempo se manejan acertadamente.

 


Fin de semana

Pilar Tena

Madrid, Tres Hermanas, 2020

 

 

martes, 10 de agosto de 2021

Narradores almerienses (II)

Relatos del verano de tu vida en Almería

 

“La verdadera historia…”, de Manuel León; “Fulgores de agosto”, de Pedro Felipe Granados; “Nunca se sabe”, de Teresa Lao Martínez; “El verano del 77”, de Jesús Martínez Gómez.

 

La apuesta veraniega de Arráez Editores

 


 

 

sábado, 7 de agosto de 2021

Centenarios

 Efemérides

 07 de agosto de 1921, muere Alexander Blok, poeta ruso.
        08 de agosto de 1921, muere Juhani Aho, narrador finlandés.
11 de agosto de 1821, nace Octave Feuillet, novelista y dramaturgo francés.
        14 de agosto de 1921, nace Julia Hartwig, escritora polaca.
15 de agosto de 1921, muere Tomás Morales Castellano, poeta español.
        26 de agosto de 1921, muere Nikolái Gumiliov, poeta ruso.

jueves, 5 de agosto de 2021

Carmen de Burgos

                             Una novela romántica

 

                


           

       Carmen de Burgos adoptó el seudónimo de Colombine, tuvo una vida fascinante, y simboliza el progreso, la modernidad y la justicia que alentó la corriente del Regeneracionismo que alcanzó un momento de esplendor durante el primer tercio del siglo XX. Llegó a Madrid en 1901, inició una carrera literaria y periodística de éxito: se convirtió en la primera mujer redactora de, El Diario Universal, y la primera corresponsal de guerra en Heraldo de Madrid. Culta, viajó incansablemente por Europa y residió temporadas en Portugal; de su amplio legado, casi dos centenares de títulos, sobresalen novelas largas y cortas, ensayos, biografías, libros de viajes, estudios literarios, traducciones, y cientos de artículos publicados en la prensa española y extranjera.

       Carmen de Burgos, una de las primeras firmas de El Cuento Semanal, que Eduardo Zamacois fundó en 1907, superó en cincuenta el número de sus novelas breves, y publicó El tesoro del castillo (1907). Sus temas se apoyan en tesis morales, sociales, o jurídicas, denuncia la quiebra y defectos del hombre cuando impide la voluntad de ajenos para vivir al amparo de su propia moral. En otras novelas, El último contrabandista (1918), expone las diferencias sociales ante la ley; El retorno (1922) el caso de un espiritismo basado en hechos reales pero ultrajado por una burguesía que busca su diversión. Su compromiso feminista, La hora del amor (1916), La rampa (1917),  La malcasada (1925) y Quiero vivir mi vida (1931), con prólogo de Gregorio Marañón, describe la sorpresa, el desengaño, el dolor y el asco de una bella mujer, de carácter dominante, ante un marido sin delicadeza y  tacto para convivir en pareja.

       El último contrabandista (1918) forma parte del ciclo de Rodalquilar, novelas largas y relatos ambientados en esa comarca de la costa de Almería. Es un relato coral sin un protagonista principal; protagonizada por una forma de vida ya desaparecida, esa sociedad rural tradicional en una zona deprimida económicamente y dominada por costumbres atávicas. Resulta especial la descripción de elementos casi etnográficos, con numerosas celebraciones festivas (San Antonio, Ánimas, Semana Santa, carnaval) o fiestas y bailes populares del Cabo de Gata. Varios protagonistas son retratados de forma trágica, don Antonio, capo de los contrabandistas, mujeriego, inteligente y precavido de gran prestigio y poder entre sus conciudadanos. Otros subalternos en sus actividades delictivas, familiares, amantes, agentes de la ley y una variopinta muestra de los habitantes de estas tierras marginales. Las acciones de estas gentes están gobernadas por pasiones humanas poderosas, irracionales: las relaciones amorosas, los celos, la avaricia y la venganza. La obra finaliza con el asesinato de don Antonio por venganza, justo cuando realizaba su último golpe antes de abandonar el contrabando y trasladarse a vivir a la capital. Es posible advertir el fatalismo y la violencia en algunos pasajes que prefiguran aspectos del drama lorquiano.

 


 

 

El último contrabandista

Carmen de Burgos

Edición, Prólogo y notas de Concepción Núñez Rey

Granada, Cuadernos del Vigía, 2020

martes, 3 de agosto de 2021

Narradores almerienses (I)

 

Relatos del verano de tu vida en Almería


 

“El amor es un accidente”, de Ginés Bonillo; “Un galán entre galanes”, de Carlos Díaz Domínguez; “Y después… te amaré”, de Mercedes de Diego, y “El verano que descubrí que era más tonto que un jabalí”, de Pepe de Piedad.

 

La apuesta veraniega de Arráez Editores

domingo, 1 de agosto de 2021

Sabías que...

 


     “Cuando el último árbol sea cortado, el último río contaminado y el último animal aniquilado, nos daremos cuenta que el dinero no se come”.