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viernes, 5 de mayo de 2017

Félix J. Palma



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PUZZLE
              
        Todos los comienzos, las primeras líneas, en la prosa de Félix J. Palma (Sanlúcar, 1968) resultan de una precisión y de un nivel tan elevado que siempre sorprenden al lector  por el vértigo, a veces, absurdo que imprime a sus historias. La suya es una realidad de espejos cóncavos donde la soledad acentúa el dramatismo de la existencia humana. Los mejores ejemplos se encuentran en sus colecciones El vigilante de la salamandra (1998), Métodos de supervivencia (1999), Las interioridades (2001) o Los arácnidos (2003). También ha publicado la novela La hormiga que quiso ser astronauta (2001) y ahora entrega su segundo relato extenso Las corrientes oceánicas (2006), XV Premio Internacional de Novela Luis Berenguer, la última pieza de una historia que recompone el dramatismo de unas vidas, una novela escrita en la misma línea de sus mejores relatos, aunque ahora en un proyecto de mayor envergadura.
        El protagonista, Alberto Ballesta, cuenta desde el inicio mismo de su relato como se siente cada vez más distanciado en su relación de pareja, con Salomé su esposa, e incluso en su papel de padre, con Sergio, su hijo de siete años, a quien lleva cada mañana al colegio y quien excepcionalmente le ha permitido realizar una excursión escolar con otros veintinueve compañeros. El primer capítulo responde a esa calculada precisión que caracteriza la prosa de Palma y, ya en las primeras páginas, plantea el desarrollo posterior que se convertirá en una novela de más trescientas páginas, una historia que irá tomando forma a partir del accidente en que se verá envuelto el autobús escolar y la muerte de veintinueve de los niños, incluido el hijo de la pareja protagonista. Empieza, a partir de aquí, una narración truculenta cuando el protagonista, cuya vida ha sido destrozada definitivamente, decide tras la separación de Salomé, suicidarse,  aunque el destino hará que su decisión quede, momentáneamente, relegada porque cuando entra por última vez en la habitación de su hijo descubre el puzzle que habían estado haciendo juntos y observa que le falta, precisamente, una última pieza, para completar la gran cabeza de tigre. Ante este hecho aplaza su decisión y se lanza a la frenética búsqueda de la pieza perdida.  Es a partir de aquí donde Palma despliega todas sus dotes de excelente narrador porque el protagonista, una vez perdido todo, inicia una auténtica bajada a los infiernos para investigar dónde se encuentra la minúscula pieza, el ojo del tigre. Entrará en contacto la secta satánica de Sir Duncan Madox, la justificación última de la narración. En esta búsqueda se suceden escenas de un dramatismo perfectamente diseñado y la trama urdida, con extrema minuciosidad, en la que se ve envuelto el personaje lleva a los lectores a seguirlo en esa frenética búsqueda por conseguir completar el puzzle de un nuevo universo al que, por último, se enfrentarán Salomé y Alberto.






LAS CORRIENTES OCEÁNICAS
Félix J. Palma
Sevilla, Algaida, 2006

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