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jueves, 31 de enero de 2019

López Mondéjar/ Zapata


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LUZ QUE MARAVILLA


       Lola López Mondéjar (Murcia, 1958) explora con su narrativa breve sobre quiénes somos, o quiénes podemos ser, cuantifica nuestras ilusiones y desencantos, nos transporta con sus personajes a un singular viaje, a un mundo que a la narradora le resulta maravilloso, y una vez allí, se interroga acerca de nuestras diferencias, o la singularidad de esas ilusiones que muestran su vulnerabilidad y nuestra fragilidad frente a la realidad de un mundo en apariencia tan maravilloso.
       Los personajes protagonistas de los cuentos de la primera parte de Qué mundo tan maravilloso (2018) son mujeres, Marta, Mara, Marie y Malak, Marina, Mayte, Miriam, Marisa y Magda que buscan respuestas a las preguntas que angustian a cada una de ellas, y solo se resuelven en un nivel íntimo y mental. Como si en los viajes que emprenden, en esa actitud viajera, desprovistas de una rutina cotidiana que las atenaza, se vieran de golpe enfrentadas con el conflicto latente y esencial que las define como humanas.
       La sabia decisión de López Mondéjar para ilustrarnos con tan irónico título resulta obvio en esa confrontación entre un mundo maravilloso y bello, artificial y calculado a medida de un turismo de aventura y complaciente, y el incómodo deseo que ha llevado a estas mujeres y a sus parejas a buscar una naturaleza idílica que mitigue brevemente su tensión interior, y solo parece actuar como un elemento catalizador porque todas se han traído en la maleta un matrimonio, una familia, una amistad, y entonces la vida real, incluida la muerte, irrumpe sin previo aviso en el viaje para devolver a las protagonistas a la línea inicial de su existencia. La duda y la resignación predominan en estos relatos porque la narradora murciana pretende mostrarnos su punto de vista sobre ese sentimiento claustrofóbico que calificamos de amor romántico, aunque el amor familiar también se ve contaminado por la incapacidad, el despecho y la desilusión.


        















      En los relatos de la segunda parte del libro, “Mundos futuros” se habla sobre un mundo imaginario, tema recreado por la literatura y el cine, y ya no hay viajes, ni conflictos, solo se perciben las consecuencias, y la narradora, a modo de advertencia, dibuja un futuro donde ya no es necesario hacerse preguntas, un mundo donde sobran habitantes y los más conscientes, responsables o desesperados, optan por suicidarse, de manera ritual o en una actitud descarnada.
       El cuento para Ángel Zapata (Madrid, 1961), conviene despejar una duda razonable, es un género tan riguroso como imaginativo, repleto de posibilidades. Nos exige como lectores un desafío con cada nuevo libro porque sus relatos siempre nos llevan a una doble realidad inventada que se parece bastante a nuestro universo cotidiano, y en ocasiones nos obliga a una concienzuda reflexión. La senda por la que transita Zapata es otra manera de escribir sobre lo humano, para ejercer un modo de contacto distinto, sobrevivir a una experiencia que le lleva a contar creando o reflejando situaciones que ponen en juego las posibilidades de reinventar, una y otra vez, el mundo como esa innegable posibilidad de negar cuanto existe, y con él celebrar así nuestra libertad más absoluta.  


















     Luz de tormenta (2018), tan surrealista como meditativo, se convierte en un hecho de conciencia que propone un discurso desde la exterioridad del mismo, y sobrepasa esos lugares donde nuestra vida se muestra tan limitada, tan deficitaria como aturdida y forma parte de ese paisaje interior que se nos supone como sujetos, e invita a los lectores a participar en esa zona que media entre la consciencia y la inconsciencia para llegar al conocimiento de lo profundo de nuestra existencia, y vislumbrar esa “luz en la tormenta”.


QUÉ MUNDO TAN MARAVILLOSO
Lola López Mondéjar
Madrid, Páginas de Espuma, 2018
                             
LUZ DE TORMENTA
Ángel Zapata
Madrid, Páginas de Espuma, 2018





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