Una
señora de provincias
El creador de la juez Mariana de
Marco, y autor de 'El río de la luna', publica 'En la cama con el hombre
inapropiado' que se centra en la Transición
Copy. Juan Carlos Arcos/ Heraldo.
Los novelistas de la segunda mitad del
siglo XX recurrieron a la memoria y al recuerdo buscando respuestas, se aproximaron
desde el objetivismo que dotaría a su literatura de una subjetividad sugerida,
mezcla de ese metódico razonamiento que conlleva un aprendizaje vital y sensiblero
durante aquellos difíciles años, y en un claro intento por recuperar rasgos de
una identidad perdida que José María Guelbenzu (Madrid, 1944) abordaría como
expresión dialéctica del ser humano en sus comienzos a través de un
experimentalismo que dio lugar a serie de obras que marcaron el resto de su
obra, una primera novela sorprendente, El mercurio (1967), a la que
seguiría Antifaz (1970), con rasgos semejantes, una estructura
fraccionada, una total libertad estilística, que culminaría en El pasajero
de ultramar (1976), y años después con otros procedimientos innovadores,
sin abandonar muchos de sus temas habituales, técnica narrativa, personajes,
atmósfera y ambiente que, el madrileño, concretaba en El amor verdadero (2010),
una historia compleja, de amplia y profunda visión sobre la existencia humana
que completa un auténtico ciclo novelesco, la crónica moral de una generación
de españoles que vivieron, con pasión, sus años universitarios en los 60, una
década alimentada por las ilusiones de cambio y de apertura, y una secreta
militancia antifranquista, jóvenes que protagonizarían el paso a la transición
política durante los 70, se comprometerían en los difíciles 80, y sufrirían el
desencanto en los 90, logradas unas transformaciones sociales y políticas que
derivarían en una red de corrupciones y engaños políticos.
José María Guelbenzu vuelve a la novela no de género, En la cama con el hombre inapropiado (2020),
cuyo referente más cercano, con algunos puntos en común, es Los poderosos lo quieren todo (2016),
por ese enfoque de ciertos toques esperpénticos y un cáustico humor, que
Guelbenzu ha manejado, desde siempre, con una amplia perspectiva que resulta un
excelente recurso para la crítica y pone en la picota ciertos comportamientos,
y a personajes de un tiempo cercano, la transición española, vicios y actitudes
que hoy en buena medida perduran, y no resultan precisamente de ejemplar
seguimiento.
María del Alma
es la protagonista de esta divertida fábula ambientada en el Madrid de los
ochenta, recién estrenada la libertad en una España que dejaba atrás una larga
dictadura; en realidad, una historia de amor y desamor
sobre una mujer, una malcasada
de provincias, ingenua, romántica y soñadora que decide abandonar su matrimonio
tradicional cuando España pasa del nacionalcatolicismo a las libertades que
abren las costumbres y las mentes de los españoles. María del Alma, que sigue
los consejos de su amiga y guía Amalita Muscaria, quiere vivir su vida, más
allá de esa existencia provinciana que la aburre y mortifica. Y, así,
trasladándose de Jerez de la Frontera a la capital de España, irá cayendo en
brazos de ejecutivos, políticos, escritores superventas, intelectuales,
banqueros, o algún otro gorrón y chorizo, una variopinta fauna dibujada con mucho
sarcasmo. El lector percibe el trasfondo de una Madame Bovary, por supuesto en
clave burlesca, y ejemplo de la mejor picaresca. Su
primer trabajo en Madrid será en una editorial, y su primer romance fallido,
con un escritor con ínfulas de curioso nombre, Gregorio del Párrafo. El resto
de trabajos que María encontrará en la capital madrileña en plena efervescencia
de la movida serán de lo más variopinto, como los amantes y pretendientes,
todos ellos con nombres que nos vienen a describir su profesión o la cualidad
que les caracteriza. Guelbenzu
nos sirve una desternillante novela, que tiene, no obstante, su poso amargo,
porque entre otras muchas cosas, el autor hace una defensa de la ingenuidad
como un auténtico valor a través de este amable personaje, una mujer que se
encuentra con la modernidad de golpe y se verá obligada a defenderse en un
mundo nuevo en el que entra con candidez, aunque irá evolucionando y mantiene cierta
rectitud y decoro en sus actuaciones, pese a algunas otras barbaridades.
En la
cama con el hombre inapropiado
José
María Guelbenzu
Madrid, Siruela, 2020
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