Vistas de página en total

sábado, 26 de septiembre de 2020

José María Guelbenzu


Una señora de provincias
              
       El creador de la juez Mariana de Marco, y autor de 'El río de la luna', publica 'En la cama con el hombre inapropiado' que se centra en la Transición            

 Copy. Juan Carlos Arcos/ Heraldo.

       Los novelistas de la segunda mitad del siglo XX recurrieron a la memoria y al recuerdo buscando respuestas, se aproximaron desde el objetivismo que dotaría a su literatura de una subjetividad sugerida, mezcla de ese metódico razonamiento que conlleva un aprendizaje vital y sensiblero durante aquellos difíciles años, y en un claro intento por recuperar rasgos de una identidad perdida que José María Guelbenzu (Madrid, 1944) abordaría como expresión dialéctica del ser humano en sus comienzos a través de un experimentalismo que dio lugar a serie de obras que marcaron el resto de su obra, una primera novela sorprendente, El mercurio (1967), a la que seguiría Antifaz (1970), con rasgos semejantes, una estructura fraccionada, una total libertad estilística, que culminaría en El pasajero de ultramar (1976), y años después con otros procedimientos innovadores, sin abandonar muchos de sus temas habituales, técnica narrativa, personajes, atmósfera y ambiente que, el madrileño, concretaba en El amor verdadero (2010), una historia compleja, de amplia y profunda visión sobre la existencia humana que completa un auténtico ciclo novelesco, la crónica moral de una generación de españoles que vivieron, con pasión, sus años universitarios en los 60, una década alimentada por las ilusiones de cambio y de apertura, y una secreta militancia antifranquista, jóvenes que protagonizarían el paso a la transición política durante los 70, se comprometerían en los difíciles 80, y sufrirían el desencanto en los 90, logradas unas transformaciones sociales y políticas que derivarían en una red de corrupciones y engaños políticos.
       José María Guelbenzu vuelve a la novela no de género, En la cama con el hombre inapropiado (2020), cuyo referente más cercano, con algunos puntos en común, es Los poderosos lo quieren todo (2016), por ese enfoque de ciertos toques esperpénticos y un cáustico humor, que Guelbenzu ha manejado, desde siempre, con una amplia perspectiva que resulta un excelente recurso para la crítica y pone en la picota ciertos comportamientos, y a personajes de un tiempo cercano, la transición española, vicios y actitudes que hoy en buena medida perduran, y no resultan precisamente de ejemplar seguimiento.
       María del Alma es la protagonista de esta divertida fábula ambientada en el Madrid de los ochenta, recién estrenada la libertad en una España que dejaba atrás una larga dictadura; en realidad, una historia de amor y desamor sobre una mujer, una malcasada de provincias, ingenua, romántica y soñadora que decide abandonar su matrimonio tradicional cuando España pasa del nacionalcatolicismo a las libertades que abren las costumbres y las mentes de los españoles. María del Alma, que sigue los consejos de su amiga y guía Amalita Muscaria, quiere vivir su vida, más allá de esa existencia provinciana que la aburre y mortifica. Y, así, trasladándose de Jerez de la Frontera a la capital de España, irá cayendo en brazos de ejecutivos, políticos, escritores superventas, intelectuales, banqueros, o algún otro gorrón y chorizo, una variopinta fauna dibujada con mucho sarcasmo. El lector percibe el trasfondo de una Madame Bovary, por supuesto en clave burlesca, y ejemplo de la mejor picaresca. Su primer trabajo en Madrid será en una editorial, y su primer romance fallido, con un escritor con ínfulas de curioso nombre, Gregorio del Párrafo. El resto de trabajos que María encontrará en la capital madrileña en plena efervescencia de la movida serán de lo más variopinto, como los amantes y pretendientes, todos ellos con nombres que nos vienen a describir su profesión o la cualidad que les caracteriza. Guelbenzu nos sirve una desternillante novela, que tiene, no obstante, su poso amargo, porque entre otras muchas cosas, el autor hace una defensa de la ingenuidad como un auténtico valor a través de este amable personaje, una mujer que se encuentra con la modernidad de golpe y se verá obligada a defenderse en un mundo nuevo en el que entra con candidez, aunque irá evolucionando y mantiene cierta rectitud y decoro en sus actuaciones, pese a algunas otras barbaridades.








En la cama con el hombre inapropiado
José María Guelbenzu
Madrid, Siruela, 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario