Febrero, 2022
Este es un mes de esos calificados como “febrerillo loco” quizá porque suele hacer buen y mal tiempo, frío y calor, viento y días soleados, en fin, casi un mes de transición para pasar al comienzo de una primavera repleta de color.
La literatura, este mes, aporta escasos propósitos, el más interesante o importante o novedoso, la edición de una novela casi oculta de Colombine, descubierta hace unos años, y que se publicó en Lisboa en 1922, la curiosa cifra de hace 100 años, y que ahora quizá pueda publicarse, se titula El retorno, y sigue esa corriente de espiritismo que circuló por Europa y que tanto diera que hablar.
Los 60 aós de La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa son, también, motivo de celebración, y se perfila en una nota o pequeña aportación a la singular obra.
Febrero sierra una pequeña muestra de obviedades que se concretan enn tristes acontecimientos, alguna lectura y propuesta narrativas de algún calado, Reinaldo Jiménez, Carmen Canet y ese monumental Ulises, de James Joyce que asoma y se convierte en meta para este próxmo mes de marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario