Cuaderno en blanco
Febrero
El viento nos
acompaña este recién estrenado febrerillo loco, con sus veintiocho.
Los aires
literarios nos traen el encargo de alguna entrevista interesante, de momento:
Antonio Soler, autor de una singular y magnífica novela, Sur (2018), y a quien
conocí en los comienzos de una amplia y extraordinario obra que forma parte de
esa penúltima generación de narradores que comenzaría su trayectoria por los
90.
La nueva entrega
de Soledad Puértolas, Música de ópera (2019) se convierte para mí, en ese
proyecto de reseña para Artes & Letras, de Heraldo de Aragón, que empiezo
cuando apenas si ha llegado a mis manos.
Una revisión oftalmológica
me devuelve la confianza en mi vista durante unos meses más.
Febrero me
trae la mágica prosa de Alejandro
López Andrada, Los árboles que huyeron (2019), su libro más
personal, la radiografía de una vida propia repleta de buenos momentos de literaria.
Y las
galeradas, de unas renovadas ratitas, mi novela más sensual y emotiva, Las
ratas del Titanic, y con suerte con nuevo formato e ilustraciones de Ernesto
Lovera, en la
colección Toromítico, del grupo Almuzara.
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