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Contar o morir, o cómo sobrevivir mil y una noches
Graphiclassic publica el volumen ilustrado, Las Mil y una Noches.
Graphiclassic propone ediciones diferentes, en formato de revista o libro o ilustrado, que se convierte en una mezcla que funde obra con ilustración y regala al lector un material complementario más allá de la propia esencia de la novela, o el relato en cuestión; en realidad, se trata de una apuesta por los clásicos, esos textos dignos de imitación, no solo por sus valores literarios y, también, en esta propuesta, por sus más que interesantes representaciones gráficas.
Un curioso proyecto
Carlos Uriondo, Luis Conde, Vital García Tardón y Guillem Díez conversaban sobre el desconocimiento que había en torno a los grandes autores y sus obras universales, y quizá movidos por un sentimiento de servicio a la cultura decidieron poner en marcha un proyecto como Graphiclassic, que inició sus pasos en 2014, y hasta el momento han lanzado varios títulos al mercado; cuentan, en cada volumen, con la participación de varios autores, firmas de prestigio que analizan la obra, y los detalles biográficos de su autor.
Los libros de Graphiclassic son difíciles de clasificar: mezcla de ficción, ensayo, biografía, ilustración, o quizá artículos de extensión considerable, donde en cada volumen persiste una magnífica labor de diseño que lleva a cabo Vital García Tardón, y se convierte en un valioso material de estudio, quizá porque se convierten en una “anomalía cultural” que abunda poco en el mercado editorial español.
Definidos como señala el título, Graphiclassic, clásicos con elementos gráficos, cine, cómic, televisión, imagen artística, un todo que los editores pretenden recuperar, no exclusivamente la obra clásica, sino proporcionarle al lector todo lo publicado en torno a ella, y aportar la propia impresión con ilustraciones originales, siempre buscando la excelencia, volúmenes en los que colaboran autores que aportan algo interesante a la obra. Hasta el momento han aparecido siete volúmenes dedicados a, Moby Dick, La isla del tesoro, Julio Verne, H.G. Wells (dos volúmenes), Lovecraft, y el más reciente, Las mil y una noches.
Orígenes de estas historias
Cuentan que las historias están formadas por un antiguo libro persa llamado los Mil Mitos, y el compilador y traductor de estas historias al árabe es, supuestamente, el cuentista Abu abd-Allah Muhammed el-Gahshigar, que vivió en el siglo IX. La historia principal sobre Scheherezade, que sirve de apertura a los demás relatos, parece haber sido agregada en el siglo XIV, y la primera compilación arábiga moderna, elaborada con materiales egipcios, se publicó en El Cairo en 1835.
Compuesto por tres grupos de relatos, el libro describe de forma fantástica la India, Persia, Siria, China y Egipto. Hacia el año 899, los relatos, transmitidos oralmente, habían sido agrupados en ciclos porque se cree que muchas de las historias fueron recogidas originariamente de la tradición de Persia y compiladas más adelante, incluyendo historias de otros autores.
Historia del libro
Las mil y una noches se tradujo por primera vez en 1704, esa primera versión al francés, de Antoine Galland, era una adaptación, un texto expurgado de los adulterios y hechos de sangre que abundan en el libro. Una de las traducciones que alcanzó popularidad fue la de Richard Francis Burton, diplomático, militar, explorador y erudito de la cultura africana. El libro cuenta varias historias y cada relato posee sus propias características pero se diferencia del resto a través del género, tragedias, comedias, poemas, cuentos y hasta leyendas religiosas; en realidad, los textos están encadenados, una historia lleva a la otra ya que Scheherezade, la narradora, se ve obligada a utilizar su inteligencia, creatividad y sabiduría para salvar su vida, aunque sólo sea por un día más, y para tratar además de salvar la vida de otras muchas doncellas vírgenes.
Una edición especial
El volumen, Contar o morir, o Las mil y una noches, que presenta Graphiclassic, no sería una curiosa singularidad bibliográfica más que añadir a la colección de monografías, sino fuera por el tratamiento que los editores otorgan al clásico y por la singularidad de las colaboraciones, tanto las escritas como las visuales, que ponen de manifiesto la particularidad del mismo y, de alguna manera, actualizan e, incluso, universalizan aún más el texto de tan arraigada tradición cuentística que ha inspirado a culturas de buena parte de la literatura de muchos países.
Un somero recorrido por su contenido nos muestra cómo, Sona Abboud-Haggar, Profesora de Estudios Árabes e Islámicos en la Complutense, sitúa la obra dentro del marco de la literatura árabe, y nos descubre que allí, paradójicamente, nunca ha tenido el lugar y la popularidad con que se ha celebrado en el resto de culturas del mundo; el editor y estudioso, Jesús Urceloy, hace un repaso a las numerosas ediciones en castellano, descubriéndonos sus muchas diferencias y las particulares características que han propiciado esas ediciones. Pedro García afronta el aspecto geográfico de los relatos, los países y los escenarios de las diferentes narraciones, una curiosidad más que añadir a este periplo universal de costumbres sorprendentes; Salvador Peña estudia la relación de Sherezade y la Bagdad de Haroun Al Rashid, y relaciona la aparición de esta dentro del cómic Sandman.
Luis Alberto de Cuenca, conocido estudioso del clásico, destaca la influencia de la obra en su admirado Manuscrito encontrado en Zaragoza. Guillem Díez repasa las obras influenciadas por las Noches de Arabia, y aquello que se esconde tras la velada de Sherezade que ilustra Fernando Vicente. Jesús Duce ficciona la vida de Richard Burton, introductor del libro en el mundo anglosajón y primer europeo en entrar en la Meca disfrazado. Esther Peñas rehabilita el aspecto más censurado de Las mil y una noches hablándonos de su desbordante y obsceno erotismo. Fernando Huidobro nos abre el apetito recreándose en los banquetes y comidas de las historias, descritas en estos cuentos; Inés Mendoza nos habla de la fascinación Romántica por Oriente, en obras como el Vathek de Beckford o El Giaour (1813), el gran éxito de Byron que consolidó su reputación literaria y comercial. Maria Luisa Villanueva aporta un nuevo enfoque desde el punto de vista de una psicología profunda y aplica su análisis a unos relatos por supuesto cargados de simbolismo. Juan Tébar combina el análisis de algunos de los cuentos más populares con sus memorias personales, y Victoria Cirlot habla de Sherezade refiriéndose a ella como La Mujer de Bronce. No menos curioso, un divertido Constantino Bertoldo ofrece un más que original retrato del cuento de Alí Babá en donde los verdaderos héroes son los escaldados ladrones. Frank G. Rubio detalla los Siete Viajes de Simbad el Marino, enlazando el relato con algunas referencias a la Odisea y, por lo tanto, a su compleja estructura iniciática. Carlos Uriondo relaciona la búsqueda de la lámpara mágica de Aladino en la cueva con un descenso a nuestro infierno personal, a nuestro lado oscuro, y diagnostica que es esa búsqueda y esa lámpara la única que nos puede alumbrar en la actual crisis. Pedro Angosto analiza la compleja y rica mitología en torno al los Genios, los Djinn, desentrañando el profundo simbolismo espiritual de los relatos que protagonizan y los mundos que habitan, imágenes del Paraíso que sirven de puente entre la Mitología Griega y los Caballeros Artúricos. No falta el humor en este análisis, el hilarante Ciclo del Barbero representa a la perfección al aspecto jocoso de este libro, que viene comentado ejemplarmente por Emilia Lanzas.
El mundo de la ilustración y el cómic han abordado las numerosas ediciones de este clásico, como señalan tanto Carlos Uriondo como Luis Conde, y la ilustradora rumana Maria Surducan es la autora escogida en esta ocasión para presentar todo un portafolio de ilustraciones inspiradas en Sherezade y las Noches de Arabia. Y Jordi Costa se ocupa de todo el cine que ha adaptado buena parte de muchos de estos relatos sin olvidar en este caso la animación, y la música.
Una curiosa y valiosa joya bibliográfica que, a decir de Jorge Luis Borges, “mil noches es decir infinitas noches, las muchas noches, las innumerables noches. Decir “mil y una noches” es agregar una al infinito.
Graphiclassic, Las mil y una noches. Contar o morir; vol., 7, 2020
Excelente reseña.
ResponderEliminarGracias!