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¿QUIÉN ES EL ASESINO?
El espacio físico para desarrollar una historia de
intriga, con aires de novela negra, suele ser tormentoso y bastante opresivo, y
si se desarrolla en un espacio cerrado como una casa, o una habitación dará pie
a laberínticas interpretaciones, pero si añadimos que el lugar esté enclavado
en una isla rocosa y solitaria, con un embarcadero para entrar y salir de ella,
el escenario de una historia policíaca está servido. Leticia Sánchez Ruiz
(Oviedo, 1980) escribe Cuando es invierno
en el mar del Norte (2019) y cuenta las pesquisas para descubrir si el
cadáver aparecido en una playa cercana a la Isla de Or, donde vive una familia
que parece no tener ninguna relación previa con el muerto, ha sido asesinado. A
medida que leemos, iremos conociendo a los miembros de la familia, descubrimos
las extrañas relaciones entre ellos y las particularidades de un patriarca que
vive alejado del mundo en aquella isla que nadie visita; en realidad, muchos de
los personajes de esta familia están aquejados de una cierta dosis de locura
que viene a conformar la extraña situación a que se verán sometidos en el interrogatorio
que llevan a cabo dos policías de corte clásico, el inspector Pambley y la agente Gloria, y se
enlazan situaciones que no resultan ajenas a las clásicas narraciones de familias
de abolengo en las que inquina y odio son un elemento con fuerza corpórea para
dar solución a las pistas que llevan a su esclarecimiento final.
La novela se estructura en dos tiempos, en capítulos que
se intercalan en la narración, uno a cargo de Guillermo Larfeuil, en un espacio
cerrado, en la Isla de Or, en la casa familiar a donde han llegado tras el
entierro del abuelo; y el otro a cargo de Dora, cuyo espacio será un pueblo
costero, uno de los muchos que encontramos a lo largo de la franja cantábrica,
un lugar pequeño donde todos sus habitantes se cruzan en algún momento por la
calle o tienen lazos comunes pero lo suficientemente grande como para separar
el barrio viejo, destartalado, donde viven las clases más modestas, del más
elegante donde viven los más acomodados; por el primer escenario se mueve Dora,
una periodista cultural en paro y con una relación fracasada muy reciente que
encuentra en la búsqueda del asesinato de Antonio Trigo el impulso necesario
para intentar reactivar su vida. La joven realiza su propia investigación a lo
largo de varios días, y veremos cómo crecen en ella una serie de elementos que
amenazan con sumirla en una profunda depresión, cuyo detonante es, precisamente,
la muerte de Trigo aunque sus pesquisas la mantienen a flote gracias a descubrir
algo más sobre este desconocido; buscará respuestas por el barrio, se
preguntará por qué alguien le quitaría la vida a un hombre tan corriente, con
quién se relacionaba, o quienes eran sus amigos. El interrogatorio a los
miembros de la
familia Larfeuil transcurre en una sola noche, pero los
descubrimientos que va aportando la narradora en ambos tiempos se complementan.
El mecanismo alternativo funciona bien, sirve para que la intriga crezca de
manera calculada y de forma expositiva. Lo que en un principio parece
anecdótico dentro de las vidas de Dora y de Guillermo se convertirá en el
centro de todo, y paso a paso todo encaja.
Las
descripciones de los personajes se centran en un concreto análisis de su
espíritu y de su alma, aunque existen muecas de dolor y una tremenda soledad, o
el abandono moral más absoluto, cada uno resulta único y diferente, aunque
tienen rasgos comunes que identificamos cuando Sánchez Ruiz escribe sobre
ellos. El texto abunda en simbolismos, y convendría subrayar que una familia
haya vivido en una isla cuyo edificio principal en el pasado se utilizara para
internamiento de personas con problemas mentales, es un hecho que nos dice algo
más de sus personajes.
Cuando es invierno en el mar del Norte va
más allá de un thriller policíaco, se
nos describe el interior de los personajes más que lo que ocurre a su alrededor,
y se detalla cómo se lleva a cabo la investigación, en un doble sentido: las
averiguaciones periodísticas que hace Dora, y las pesquisas de Pambley; será la
mirada de la autora lo que convierte este libro en una obra de género, aunque no
deja a un lado las miserias humanas, los celos, la melancolía y el miedo en un
marcado encierro voluntario. Y lo mejor una prosa brillante, un texto como
herramienta narrativa al servicio de una trama bien estructurada y de amena
lectura.
CUANDO ES
INVIERNO EN EL MAR DEL NORTE
LETICIA
SÁNCHEZ RUIZ
Oviedo,
Editorial Pez Espada, 2019
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