El
reino de Francisco
García Pavón
Centenario del escritor manchego
Los
lectores de Francisco
García Pavón se lamentaron, durante años, de no poder volver
a leer al más afamado autor de novela policíaca de la década de los 60 y de los
70, cuando sus libros llenaban los escaparates de las librerías y Televisión
Española producía la serie de su personaje más famoso, Plinio. En la década de
los 80 y los 90 los fondos editoriales de la mayoría de sus novelas iban
desapareciendo y, sobre todo, sus colecciones de cuentos no volvían a editarse,
ni siquiera sus historias más populares, las protagonizadas por Plinio, ese
policía municipal manchego, que resolvía magistralmente los enigmas, las
muertes y desapariciones en el municipio de Tomelloso. Se consideró entonces al
manchego un escritor olvidado por el público, pese a la popularidad que tuvo
durante dos largas décadas. Bien entrado el siglo XXI, algunas editoriales
volvieron a poner en las librerías algunas de sus más genuinas aventuras,
Menoscuarto Ediciones, editaba sus Cuentos republicanos (2009).
Antonio
Iglesias Laguna lo consideró en Treinta años de novela española (1970)
el “mejor cuentista de su generación, supo retratar al vivo la sociedad que le
tocó vivir, y cuya obra se compensa por la profundidad y el detalle”. El mundo
asturiano de García Pavón se vería reflejado en su primera obra, Cerca de
Oviedo (1945), una novela repleta de humorismo, aunque la narración pretenda ser trágica, el
estudioso la salva por su costumbrismo y por la ironía de su planteamiento.
Señala Iglesias Laguna que García Pavón, sin embargo, empieza a dar la talla en
su libro siguiente, Cuentos de mamá (1952), y continuaría haciéndolo en,
Cuentos republicanos (1961), La guerra de los dos mil años (1967),
la novela Los
liberales (1965) y, sobre todo en sus, Historias de Plinio, escritas
entre 1954 y 1968. Ignacio Soldevilla Durante, en su Historia de la novela
española, 1 (1936-2000) (2001), apunta como “García Pavón toma
frente a la realidad una actitud que, además del fondo liberal, es
estilísticamente inconfundible que haría necesaria una filiación esperpéntica
sino es por el arte de la contención con que describe el proceso de deformación
de la realidad el manchego”. “Su desquijotización de La Mancha está realizada
con un humor sonriente que se sirve de las tintas del aguafuerte y recurre al
uso del vulgarismo y de la vulgaridad bajo control”, añade. Y habla,
igualmente, de la autenticidad de este mundo en sus libros, El reinado de
Witiza (1968), El rapto de las Sabinas (1969), Las hermanas
coloradas (1969), Otra vez domingo (19789 o El hospital de los
dormidos (1981).
Eduardo
Tijeras en Últimos rumbos del cuento español (1969) hablaba de García
Pavón como “un cuentista consciente de lo que supone formalmente considerado un
cuento. Su línea más intensa y cultivada alude en general a tipos, sucesos,
costumbres, reminiscencias y tradiciones del medio rural manchego, la hermosa
tierra plana, amago de pampa, por la que anduvo Don Quijote (...) Se trata de
un mundo abigarrado, muy auténtico, y tratado entre el sarcasmo, la ternura y
el desgarro, así como con esa miaja de ensoñación que los recuerdos infantiles
y queridos ponen en el alma. Una vez más, la tradición picaresca, quevedesca,
galdosiana, brilla en García Pavón, aplicada a un medio social y geográfico
particular. (...) alcanza su máxima altura cuando concilia o trasciende el
sarcasmo en gravedad y hondura”.
“A
García Pavón, escribía Erna Brandenberger (Estudios sobre el cuento español
contemporáneo, 1973), le importa la anécdota, le gusta rememorar o inventar
situaciones singulares y también es verdad que suele rematar sus episodios sin
importarle demasiado si tiene algún sentido general fuera del contexto de lo
narrado. En una palabra, sus pretensiones no se centran en absoluto en la
construcción y la estructuración, en la modernidad y el experimento”; en otra
de sus anotaciones, apunta “hay quien le reprocha su manera tradicional de
escribir cuentos”. Y a propósito de estos, el propio García Pavón escribía: “Casi
todos mis libros de relatos son reviviscencias, fijaciones de mi biografía
matizadas por los años y la nostalgia del tiempo perdido. Son cuadros
biográficos, que reflejan las guías más esenciales de mi ser y mi existencia.
Quiero decir que constelan mi intramundo más sentido. Y naturalmente llevan
implícitas mi manera peculiar de ver el mundo, mi mundo; de enjuiciar la
sociedad, mi sociedad; y de amar o repudiar mi contorno humano y geológico”.
Medardo
Fraile, en Cuento español de postguerra (1994, 5ª ed. aumentada) hablaba
de García Pavón como «amante de su pueblo y de sus libros, una evocación rica,
original y viva de su ciudad y las gentes que conoció allí; de su familia,
niñez y adolescencia. Pero en ese mundo, dándole esperanza, inquietudes y
frivolidad a la vez, penetra la crisis política española de más de medio siglo
(dictadura de Primo de Rivera, Segunda República, Primavera del 39). Sus
cuentos abundan en comparaciones acertadas, humanidad y gracia, y cualquier
español reconoce ese mundo como cercano o suyo». Analiza, brevemente, el cuento
“Servandín” que incluye la
colección Cuentos republicanos, y afirma “es
uno de los prodigios que nos depara, a veces, un cuento en pocas líneas. Según
la idea mostrenca de realidad, «Servandín» no puede ser más real; sin embargo,
palabra por palabra, frase por frase, vale por un curso de psicología, pero con
emoción, además”. Y, aun añade, que «un libro como La guerra de los dos mil
años (1967), cuyo título es la confirmación del autor en su oficio de
fabulador (...), ofrece fantasía de raíz española, arropando una sátira
sociopolítica a veces dura, aguda siempre, de impresionante y lujosa
plasticidad”.
De
los libros que componen sus cuentos cabe mencionar las colecciones, Cuentos
de mamá (1952) y la trilogía compuesta por Cuentos republicanos
(1961), Los liberales (1965) y Los nacionales (1977), ciclo
temático sobre la Guerra
Civil, sus antecedentes y sus consecuencias en la larga
postguerra. Como queda señalado, estos cuentos tienen un enfoque subjetivo y
autobiográfico, los primeros desde el punto de vista del niño y,
posteriormente, del adolescente. Las vivencias de García Pavón ofrecen siempre
un contexto histórico y social colectivo y aprovecha ese concepto de
intrahistoria y, de alguna manera, se interrelacionan y ofrecen ese interés
particular que se pueda verse señalado en todos y cada uno de los personajes
que desfilan por sus cuentos.
Biografía
Francisco García Pavón
nació en Tomelloso, el 24 de septiembre de 1919, y en su pueblo estudió el
Bachillerato entre 1930 y 1936, donde pasó la guerra civil. En Madrid se
licenció en Filosofía y Letras, en la especialidad de Románicas, entre 1939 y 1943.
Trabajó en colegios privados en Madrid y en Tomelloso, y se doctoró en
Literatura con una tesis sobre el novelista Clarín (1952). Dirigió la Biblioteca Municipal
de Tomelloso hasta que se marchó a Madrid definitivamente en 1956. Obtuvo la
cátedra de la Escuela
Superior de Arte Dramático, de cuya dirección estuvo
encargado varios años; dirigió la Editorial Taurus y fue un colaborador asiduo de
periódicos y revistas literarias. Conferenciante, participó en congresos en
Universidades europeas y americanas.
Su
obra se sitúa cronológicamente entre los prosistas españoles de postguerra. Su
primera novela Cerca de Oviedo (1946)
quedó finalista en el recién creado Premio Nadal. En la década de los cincuenta
sus cuentos aparecían en multitud de publicaciones y su nombre figuraba en la
nómina de los concursos de mayor fama en aquellos años. Junto a sus cuentos, la
actividad que ejercía relacionada con el mundo de la escena supuso otra de sus
más importantes facetas profesionales e intelectuales. En 1964 se le nombró,
junto a Federico Carlos Sainz de Robles y José López Rubio, director del Teatro
Español de Madrid. En 1968 su novela El
reinado de Witiza recibió el Premio de la Crítica y, algunos meses después,
Las hermanas coloradas el Premio
Nadal, convirtiéndose en un autor reconocido y conocido de un público
mayoritario.
El
Ayuntamiento de Tomelloso lo nombró en 1970 Hijo Predilecto y le concedió la
Medalla de Oro de la ciudad en 1989. En los años setenta sus novelas de la serie Plinio fueron
llevadas a TVE. Una enfermedad truncó su carrera creativa en marzo de 1983,
había recibido unos días antes, el Premio de Cuentos Sara Navarro. Falleció en
Madrid, el 18 de marzo de 1989.
En
1990 el Ayuntamiento de Tomelloso y la Biblioteca Municipal
le rinden homenaje con la edición de un número monográfico de la revista El Cardo
de Bronce, en el que participan todos sus amigos escritores y pintores de su
generación, y se le da su nombre a la Biblioteca Municipal
de la que él fue primer director.
En
1996, Ediciones Soubriet, con el patrocinio de la Excma. Diputación
Provincial de Ciudad Real, y la colaboración del Excmo.
Ayuntamiento de Tomelloso, publica sus Obras
Completas, prologadas por el Académico, gran amigo y conocedor de García
Pavón, Emilio Alarcos Llorach.
En
2005 la Editorial
Almud edita su biografía bajo el título de Francisco
García Pavón,
(1919-1989): una vida inventada: aproximación biográfica, escrita por José
Belmonte Serrano.
En la primavera de 2006, la editorial Destino
ha editado una recopilación de las mejores novelas de García Pavón bajo el
título de Plinio, los mejores casos.
Este
año, en su centenario 2019, la editorial Armaenia, ha editado, una vez más, las Obras Completas, en 4 volúmenes, con
3.374 pp.
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