Ysabel M.
El último Abderramán y otras novelas cortas
Pese a ser amigo de Juan Ramón Jiménez y
tener una trayectoria literaria muy importante, lo cierto es que nunca hasta
hoy había leído nada de Francisco Villaespesa, un
autor andaluz que desarrolló toda su obra a principios del siglo XX. A parte de
escribir novela, fue también un reconocido poeta y dramaturgo. De hecho, tal como
nos cuenta Pedro M. Domene en el prólogo, estas
dos facetas le reportaron más fama que su prosa. La editorial Berenice,
dentro de su colección Contemporáneos, nos trae una selección de once de sus
novelas cortas y a la cual da nombre una de ellas: "El
último Abderramán y otras novelas cortas".
Todas ellas se
enmarcan dentro del Modernismo pero, como muy bien vemos en el prólogo, cada
una responde a un estilo de novela: "Breviario de amor" y "Resurrección"
son novelas de estilo lírico: "Zarza florida" lo es de estilo
bizantino o griego; "Amigas viejas" es una novela rural; "El
último Abderramán", "Las garras de la pantera", "Las
granadas de rubíes" y "Las pupilas de Al-Motadid" lo son de
estilo oriental; "El milagro del vaso de agua" es una novela corta de
estilo religioso y, finalmente, "La ciudad de los ópalos" lo es de
misterio. Esta variedad de estilos es un buen reflejo de la magnitud de Francisco
Villaespesa como escritor. Un rasgo común a todas es el estilo que tienen.
Leyéndolas se aprecia mucho la cara poética de su autor puesto que todo el
lenguaje está lleno de lirismo. Es una prosa muy poética en la que abundan los
adjetivos y las metáforas. El estilo modernista es palpable, es toda una
explosión de adjetivos calificativos que refuerzan esta vertiente poética de su
prosa.
Personalmente,
me ha gustado muchísimo. Es muy agradable leerle. Cada frase es una riqueza en
sí. También se nota mucho que son novelas modernistas al estar llenas de exotismo.
El gusto por lo exótico, por lo lejano (especialmente en el tiempo) es algo
constante. Exotismo que se aprecia en los lugares escogidos para cada una de
estas novelas: la
Grecia Clásica o la Granada Nazarí que, además, están descritas de
una forma muy idílica.
"El
último Abderramán y otras novelas cortas" es un libro para leer con calma
para apreciar mejor la calidad de su autor. Las novelas que lo componen son
cortas pero no breves. En ellas, los párrafos descriptivos predominan sobre los
diálogos. Son unas novelas que disfrutas de principio a fin. La editorial Berenice,
además, ha hecho una gran edición. El prólogo y la introducción de Pedro M.
Domene hay que leerlo también con detenimiento ya que nos permite conocer
detalles tanto de la obra como de la vida del autor. A mí me ha sido muy grato
descubrirle.
He leído que
son muchos los que quieren que se le reivindique su lugar en la Literatura
española y no puedo estar más de acuerdo. No entiendo cómo no es más popular
puesto que su calidad literaria es más que evidente.
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