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Rip van Winkle
La editorial madrileña, Nórdica,
nos propone para estos días de Halloween, o mejor de brujas y de miedo, un
relato clásico, Rip van Winkle, de
Washington Irving.
La historia de Rip van Winkle un colono
neerlandés figura en uno de los papeles encontrados del difunto historiador, Diedrich
Knickerbocker, autor de Historia de Nueva
York desde el principio del mundo hasta el final de la dinastía holandesa, que Washington
Irving publicó en 1809; en ella se recrea la vida acomodada y placentera de los
neerlandeses en sus casas de campo y a la sombra de los sicomoro; las leyendas
de estas gentes que Knickerbocker aportó ala historia de la Independencia
norteamericana son abundantes, y sobresalen las de burgueses y su relación sus
mujeres, emigrantes afincados en torno al río Hudson y las montañas Kaatskill, lugar
que originariamente se denominó Nuevos Países Bajos, y sobre todo de la ciudad
de Nueva Ámsterdam, mucho antes de convertirse en Nueva York.
Van Winkle
Publicado en 1819, se considera
como el primer cuento de la literatura norteamericana. Ambientado en los días
previos a la Guerra
de Independencia de los Estados Unidos, narra la historia de un aldeano de
ascendencia holandesa que escapa de su esposa, que le regañaba continuamente
por irse al bosque y por no trabajar nunca. Así, un día, tras varias aventuras,
se sienta bajo la sombra de un árbol y se queda dormido. Pero al despertar el
mundo que conocía había cambiado y ya casi no lo reconocía.
El relato sigue muy presente en la
cultura de Estados Unidos y, de hecho, la historia se sigue contando entre los
niños, que aún disfrutan con la leyenda del viejo Rip van Winkle.
El
autor
Washington Irving publicó dos de sus historias más
conocidas en el Libro de esbozos (1820), también traducido por Libro de apuntes, donde reúne ensayos y cuentos históricos,
mezclando, además, a la manera típica de la época, prosa breve descriptiva,
reflexiva y narrativa sin delimitaciones genéricas. Los cuentos son “Rip van
Winkle” y “La leyenda de Sleepy Hollow”, que trasladaban el material folclórico
europeo a las colonias holandesas del valle del Hudson y combinaban un colorido
local popular y de época con elementos humorísticos. Además, con la figura de
Rip van Winkle, que huye de su pendenciera mujer, se sume en un sueño de veinte
años en las montañas y regresa a su pueblo natal, completamente transformado
tras la Independencia,
creó un prototipo de antihéroe americano.
Con el bosquejo de la forma narrativa breve, Irving
ofreció el primer modelo del género cuento, que luego sería desarrollado por
Hawthorne y Poe, adquiriendo una importancia primordial en la literatura
americana. Durante su vida, fue mentor de autores importantes como Nathaniel
Hawthorne, o Henry Wadsworth Longfellow; muchos jóvenes escritores se acercaban
a su casa para buscar consejo. Uno de ellos fue precisamente Edgar Allan Poe.
La ilustradora
Noemí Villamuza (Palencia, 1971) pinta desde su infancia
así que se fue a Salamanca a estudiar Bellas Artes. Vive en Barcelona y trabaja
como ilustradora y profesora de futuros ilustradores. En Nórdica había
publicado anteriormente, El capote, ABCdario y Hermanita y hermanito. En 2007 recibió el Premio Junceda por las
ilustraciones de El festín de Babette.
Washington Irving; Rip
van Winkle; traducción de Enrique Maldonado; ilustrs., de Noemí Villamuza;
Madrid, Nórdica, 2015; 76 págs.
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