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CASTILLOS DE CARTÓN
Cuando
esta historia ocurre España tenía veinte años, Madrid tenía veinte años y la
protagonista de la novela, también, tenía veinte años y conservaba en el
recuerdo un pasado oscuro, vivía un presente luminoso y había escogido la
dirección correcta hacia un futuro lleno de esperanza. Con semejantes
ingredientes narrativos, Almudena Grandes (Madrid, 1960), construye, una vez
más, la historia personal de una generación y, también, relata su desencanto,
el final de una época de juventud y una valiente actitud ante la vida pero,
sobre todo, realiza el retrato parcial de una sociedad inmersa en los años de
la transición democrática vista desde la mirada de una juventud prometedora.
La madrileña Almudena Grandes
nos tiene acostumbrados a realizar una minuciosa exploración en la psicología
de sus personajes, siguiendo los modelos de un realismo convencional y las
experiencias de vividas por sus criaturas o una visión sentimental de la mujer
y de sus propios naufragios. En Castillos de cartón (2004), Almudena
Grandes, novela, una vez más, un atormentado laberinto de pasiones vivido por
tres jóvenes estudiantes de Bellas Artes y en el triángulo amoroso a que, por
su amistad, se ven envueltos en los años de la liberación, de la bohemia y de
la movida, en el Madrid de los ochenta. Los tres jóvenes, María José, Jaime y
Marcos, con cualidades desiguales, compartirán unas experiencias envueltas en
sexo y en amor, además, de la ambición de llegar a ser grandes pintores de
talento en el futuro. Los celos amorosos y profesionales hacen que el trío,
pese a todo lo vivido, se separe una vez concluida su su formación universitaria tras una intensa
relación. Tras una inocencia perdida dejan atrás un vínculo sustentado, en la
época, por una utópica liberación social y sexual.
La narración comienza en el
presente cuando Jose, veinte años después, recibe la llamada de Jaime,
comunicándole el suicidio de Marcos, el único que con el tiempo consiguió ser
un afamado artista. Durante el día de la noticia y en la mañana del entierro,
Jose, revivirá en cuatro capítulos esenciales, el pasado amoroso de los tres
amantes que, a sus veinte años, compartieron ambiciones, sexo y drogas. Surge
así un relato bien estructurado que, partiendo en cada capítulo del guarismo
tres, desarrolla lo que su protagonista femenina ha vivido íntimamente junto a
sus oponentes masculinos, desmontando, eso sí, a lo largo de su relato, esos
castillos de cartón que supusieron el declive de todas sus ilusiones. Almudena
Grandes ofrece los destellos de una felicidad tan intensa como frágil, la
complicidad excluyente propia del sexo, la frustración artística y personal de
sus personajes y tal vez la de toda una generación, para reafirmar, una vez
más, que llegamos a un presente que sólo nos devuelve la añoranza de una
rememoración.
CASTILLOS DE CARTÓN
Almudena
Grandes
Tusquets,
Barcelona, 2004
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