Cuaderno en blanco
Este mes de noches y mañanas frescas nos devuelve a ese
tiempo donde hay que volver a empezar, a organizarse y encaminarnos a un otoño
de posibilidades que nos traerán aires de renovación, nuevas lecturas y
proyectos.
Una tímida lluvia
nos deja días más frescos, algo de aire más limpio, y la esperanza que todo
vuelve a normalizarse. Debo agradecer a José Ovejero su “Insurrección” que
empiezo a leer y me gusta, en realidad, he leído gran parte de su obra, extensa
y breve, y me siento y seguidor de su buena literatura. Los suplementos vuelven
a reaparecer, Zas!Madrid, Los diablos azules y esa debilidad que siento por
Cuadernos del Sur, y algunos otros que le seguirán. Nuevas novedades, nuevos
retos, y esa calma de septiembre que nos devuelve a una realidad deseada.
Una entrevista
a la mejicana Socorro
Venegas, camino de México D.F. nos traerá esa profunda visión
que la narradora tiene sobre conceptos como la maternidad, la infancia o el
alcoholismo; se publicará en Cuadernos del Sur, que vuelve a lo largo del mes
de octubre. Y, paralelamente, a Buenos Aires, una conversación con Yanina
Rosenberg cuyos relatos entre la fantasía y la ciencia-ficción resultan
gratificantes.
Mientras se
acerca el final del mes de septiembre, el otoño se ha instalado en nuestros
días, el frescor de la mañana y el anochecer nos devuelve esa sensación de
encarar nuevos retos que, sin duda, irán surgiendo a lo largo de las semanas y
los meses próximos.
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