FRANCISCO PERALTO*
PALABRA
Y ESENCIA
Francisco Peralto (Málaga, 1942)
ejerce desde hace cuarenta años de poeta, además de haber sido editor e
impresor con esa labor que refrendada su Corona del Sur, atalaya malacitana
bajo esa sombra humanística que caracteriza su labor. Ahora acaba de publicar
Ritual (1968-2003), una voluminosa obra que recoge su Poesía Completa.
¿Cómo se pueden resumir en unas líneas
treinta y cinco años de poesía?
No
sé hacerlo. Una de las múltiples formas en las que entiendo la poesía, es como
ejercicio de síntesis. Así que para explicarlo necesitaría miles de páginas.
¿Qué motiva a un poeta a seguir
escribiendo y reunir toda su poesía en más de mil páginas?
La
necesidad de conocerse hasta sus más profundas sensaciones y la necesidad de
explicarse el mundo. La publicación de casi toda mi poesía (perdone que le
rectifique, pero es el caso de este libro), responde a un proyecto testamentario.
El poemario Ritual (1982) recogía buena
parte de las trascendencia de sus temas hasta esos momentos; es decir, la
belleza de las palabras y de las cosas, la realidad social, la historia, la
religión, lo culto... Ahora, edita, usted una amplia muestra de su poesía y
elige el mismo título, ¿resume este libro de alguna manera su visión de
conjunto de forma que actualiza su compromiso?
¡Claro
que sí! Ritual es el centro de mi obra. Fue un puerto donde atraqué la goleta
de mis versos hasta entonces. Desde aquel noray, donde estuve amarrado, zarpé
hacia nuevas derivas, sin olvidar las antiguas singladuras.
Este Ritual (1968-2003) recoge, de
alguna manera, su variada obra poética que fija poemarios y obras
experimentales que se inician con Elegía (1968-1977) y acaban en Pensil de
versos melancólicos (2003), y usted considera como libros abiertos, ¿considera
que este volumen no cierra su quehacer
poético como apunta en su «Nota a la edición»?
Realmente
es que es así. Durante todo el año que me ha costado imprimir Ritual, he
escrito y publicado, los treinta y seis poema de Hace una generación, además de
una serie de propuestas experimentales que, ahora mismo, están formando nuevos
libros.
¿Por
qué caminos transitan sus intereses poéticos si este volumen no cierra su
producción lírica en la actualidad?
Los
únicos intereses que tengo y he tenido siempre, son los de edificar una obra
que resista el silencio enemigo y el paso del tiempo. Al no disponer de otros
poderes que los de mis propias fuerzas, lo único que puedo hacer para intentar
conseguirlo, es escribir y publicar.
Permítame alabar y resaltar en su obra
la «poesía visual» de significado tan complejo ¿puede hablarnos qué representan
para usted conceptos como imagen/pintura o palabra/signo?
Representan
abismo, vórtices, insondables infinitos en los que me sumerjo impelido (quizá),
por la fuerza genésica que porto en los glóbulos rojos. Hablo de una tragedia
honda, a la vez que pura. Y de una imposibilidad: la de no ser capaz (por
ahora) de encontrar un lenguaje (hablado/escrito/oído/pintado), que aglutine en
un todo, lo conocido. Toda la comunicación posible, la soñada, la intuida y la
imposible.
¿Dónde se encuentra la esencia de la
vocación poética de Francisco Peralto?
En
principio en la necesidad de lograr justicia y belleza. Después en las demás
cosas propiamente humanas, empezando por la solidaridad.
Una Obra Completa es el fruto de una
ambición.
Sí,
pero es lástima que la complete la muerte y uno no pueda verla.
¿Cuándo deja el poeta de tener temas
sobre los que escribir? ¿Cómo vive, por consiguiente, un poeta la realidad?
Cuando
pierde la ilusión del trabajo, porque ha escrito una obra hueca. Cuando en vez
de atacar a los molinos de viento, rinde sus endecasílabos a los enanos. La
realidad, en mi caso, es la del mundo obrero, por tanto, la veo y la padezco a
duras penas, a la vez que intentando dejar testimonio de un tiempo corrupto y
feo.
¿Sigue usted pensando que su poesía la
seleccionará y terminará el viento y el tiempo?
Naturalmente.
En realidad ya está ocurriendo. Me refiero a las antologías, enciclopedias y
diccionarios donde se me incluyen, sin que necesite remover los cimientos del
Parnaso.
¿Cómo ha reflejado usted su alma, su vida,
su cuerpo en este voluminoso Ritual que pueda interesar a un posible lector?
He
escrito siempre con la verdad por delante, pero sin olvidar que la poesía tiene
unas reglas que hay que cumplir para que lo sea.
¿Acepta usted seguir siendo un hombre de su
tiempo, alguien que rompe su silencio con cada verso?
¡Sí,
acepto! Al margen de la broma, dicha para dulcificar la posible petulancia de
mis respuestas, es evidente que, de otra forma, no hubiera tenido fuerzas para
escribir los libros que he escrito, ni para sufrir los silencios injustos, no
los destierros injustos.
* Esta
entrevista se realizó y publicó en la primavera de 2005, y a lo largo de estos últimos
diez años, Francisco Peralto, ha seguido con su incansable labor de editor y poeta. A su ya extensa e interesante
obra se han ido sumando premios y nuevas entregas, tanto gráficas como discursivas.
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