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MEMORIA DE UN ESCRITOR
Calificado de elusivo y genial J. M.
Coetze (Ciudad del Cabo, Suráfrica, 1940), Premio Nobel de Literatura, 2003,
realiza desde hace años una intensa labor crítica en el New York Review of
Books. En Costas extrañas (2004) reunía sus críticas de 1986 a 1999, novelas y
personajes inolvidables que le hicieron soñar —según Juan Bonilla—, la
auténtica memoria de un escritor. Mecanismos internos. Ensayos 2000-2005
(2009) contiene, como el subtítulo sugiere, textos extremadamente extensos,
aunque incorpora otros breves. Coetzee repite, en sus veintiún ensayos, esquema
formal y plantea su análisis en tres planos distintos, con amplias perspectivas
que subrayan una cuidada visión de algunos mitos de la literatura universal,
aunque no deben esperarse grandes descubrimientos, sino anotaciones personales
que fluyen con cierta claridad. El primer enfoque es descriptivo, refiere parte
de la vida del escritor estudiado, sobresale
la trama del libro seleccionado que nunca suple lo escrito anteriormente sobre
el texto; un segundo, quizá más crítico e incisivo, en ocasiones excesivamente
detallado, obsesivo desde el punto de vista literario y poco edificante; y el
último, tal vez menos afortunado para el lector español, el plano de la
traducción que al autor le parece lo más interesante, motivo esencial de su
examen, aunque hay que decir en favor del sudafricano que estudia la nueva
versión en cuestión, y la coteja con el original para denostar o alabar
exageradamente la labor traductora, siempre en habla inglesa por supuesto. En
ocasiones, siendo más incisivo, contrasta palabras, parafrasea oraciones,
revisa antiguos párrafos, y ensalza los recientes aciertos motivo de su
reflexión.
En Mecanismos internos existe una
interrelación entre algunos autores analizados que responde, en gran medida, a
ese lugar que como individuos ocuparon en la literatura. Califica a Italo
Svevo, como paradigma de esos profundos dolores de cabeza sufridos por los
traductores acerca del título de sus libros, Robert Walser, inventor del
«sistema lápiz» o «método lápiz», implica algo más que el mero uso de ese útil
de escritura, resume la obra de Robert Musil como ese registro gradual del
enfrentamiento entre un hombre inteligente y la época que consideró como
execrable, considera al menos interesado en el género novela al filósofo Walter
Benjamin, subraya que Bruno Schulz fue el artista visual más dotado de su
generación, cuyas ficciones pertenecen al mismo universo, es decir, al
expresionismo o la comedia sardónica, destaca la nostalgia por el pasado
perdido de Joseph Roth, su preocupación por un futuro sin hogar, núcleo de su
obra, y le resulta inexplicable el interés por Sándor Márai (valorado en
España) para quien resulta un simple cronista de los años 40. Nacidos en
Europa, todos padecieron los trastornos
de la Primera Guerra
Mundial, incluso las secuelas del nazismo, en la Segunda. Un segundo
grupo, menos numeroso, convivió en ese período de crisis profunda europea: Paul
Celan, Günter Grass y Hugo Claus, en los tres casos, escritura y pensamiento se
unen a través de unos hilos secretos que desvela la vida de cada individuo,
indica cómo escribe, incluso qué piensa, caso de Celan cuya poesía es un
diálogo heideggeriano, o Grass que observa los niveles de la sociedad alemana
con una agudeza extrema, con una capacidad más allá de la psique nacional, y el
belga Hugo Claus, calificado como el mejor poeta político, en un sentido
estricto. No menos curiosa, la turbulenta sexualidad de Walt Whitman.
En la segunda mitad del libro, los
autores estudiados desde perspectivas distintas son Graham Greene, las primeras
novelas de Saul Bellow, la conjura de Philip Roth y los Nobel, García Márquez,
Nadine Gordimer y V.S. Naipaul. Sorprenden sus opiniones sobre El amor en
los tiempos del cólera (1985) o Memoria de mis putas tristes (2004),
aunque califica a Crónica de una muerte anunciada (1981) de
narración compacta y cautivante al mismo tiempo, deslumbrante clase magistral
de cómo construir múltiples historias. Mecanismos internos puede
resumirse como un tratado en partes de la literatura biográfica, de la
imbricación de estilo y vida, y para una valoración total añade los nombres de,
Beckett, Faulkner, Sebald y Miller, donde se descubren nuevos mecanismos con
ánimo de aprendizaje.
J.M.Coetzee; Mecanismos internos. Ensayos 2000-2006; Barcelona, Mondadori,
2009; 322 págs.
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