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Un
‘Quijote’ moderno
Las obras clásicas, fundamentalmente las canónicas de la
literatura española, han sido traducidas al castellano actual y se convierten
en una tradición tan antigua como polémica. Andrés Trapiello se ha atrevido con
Cervantes, y además afirma que Don Quijote tiene que hablar nuestra lengua
actual. Un texto en el que ha trabajado en los últimos 14 años y que ahora aparece
bajo el sello Destino. Trapiello señala como Pedro Salinas o Alfonso Reyes
adaptaron El Cantar de Mio Cid (1926 y
1947, respectivamente), y más tarde Camilo José Cela y Soledad Puértolas
hicieron lo propio con La Celestina (1978 y 2012 respectivamente), y el
paralelismo entre estos trabajos y el suyo es evidente, además de valorar el
carácter cívico que conlleva dicha versión.
Nunca
debemos olvidar que se trata de un icono de la narración moderna, publicada por
Cervantes en dos partes en 1605 y 1615, la obra se convirtió en lectura
obligatoria en las escuelas españolas merced a una ley de 1920, una iniciativa
que contó con el apoyo de Unamuno —autor de Vida
de don Quijote y Sancho— y con el rechazo de Ortega y Gasset —que
se había estrenado como filósofo en 1914 con Meditaciones
del Quijote— así que cualquier discusión en torno a las aventuras
del hidalgo manchego pone de manifiesto su actualidad y su vigencia cuatrocientos
años después.
Mario
Vargas Llosa recuerda en su prólogo a la versión de Trapiello la polémica que
incendió el París de los años sesenta cuando André Malraux, ministro de
Cultura, ordenó limpiar las fachadas de los edificios más famosos de la ciudad,
de Notre Dame al Louvre. Una auténtica “herejía” quitar a aquellas piedras una
pátina de siglos que terminaron rindiéndose a la operación de rejuvenecimiento
en tan hermosos edificios.
Nada partidario se muestra,
Alberto Manguel, que considera que "Al simplificar un libro, al quitarle
palabras que juzgamos difíciles o anticuadas, lo destruimos".
"Un clásico existe menos por
el texto que por el contexto. Un clásico lo es porque está presente en la
sociedad, y suele llegar a ella a través de adaptaciones", sostiene el
académico, Francisco Rico.
La versión moderna como invitación a la lectura del
original es un argumento común a todos los que, especialistas o escritores,
alguna vez han acometido la tarea de acercar los clásicos a eso que llaman
“gran público”. Para ellos, cualquier camino es bueno si lleva a la cámara del
tesoro. El caso es echar a andar. Como se dice en el entremés cervantino de El viejo celoso: “Estas cosas, o yo sé
poco, o sé que todo el daño está en probarlas”.
El autor
y la obra
Andrés Trapiello es autor, entre otras obras, de «Al morir
don Quijote (2004)» y «El final de Sancho Panza y otras suertes (2014)», ha
vertido «íntegra y fielmente» la obra de Miguel de Cervantes y el resultado,
asegura Mario Vargas Llosa ha «rejuvenecido», «sin dejar de ser ella misma,
poniéndose al alcance de muchos lectores a los que el esfuerzo de consultar las
eruditas notas a pie de página o los vocabularios antiguos, disuadían de leer
la novela de Cervantes de principio a fin».
Versión
La nueva edición no reproduce la obra original, ni añade
notas a pie de página para aclarar los pasajes que pueden resultar más
enrevesados, ya sea por la distancia histórica y las costumbres, ya sea por una
cuestión lingüística, o referencias a otras obras, bibliografía tan abundante
como compleja en el original, sino que está adaptada al castellano actual. Así
empieza, «En un lugar de la
Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía no hace
mucho un hidalgo de los de lanza ya olvidada, escudo antiguo, rocín flaco y
galgo corredor».
«Don Quijote de la Mancha» se estructura en dos partes y su
originalidad estriba en que es la primera obra genuinamente desmitificadora de
la tradición caballeresca y cortés por el tratamiento burlesco que le da,
además de iniciar la novela moderna y la polifónica. Andrés Trapiello
(Manzaneda de Torío, León, 1953) es un experto cervantista, autor, entre otras,
del ensayo «Las vidas de Miguel de Cervantes» (1993).
Miguel
de Cervantes, Don Quijote de la Mancha; Puesto
en castellano actual íntegra y fielmente por Andrés Trapiello. Prólogo de Mario
Vargas Llosa. Destino. Barcelona, 2015. 1.040 páginas. 23,95 euros.
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