… me
gusta
CODA
Esther
García Llovet (Málaga, 1963) es una narradora que procede del mundo del cine, según la breve ficha biográfica que
acompaña a este libro, Coda (2003), finalista del IV Premio Casa de
América de Narrativa. No sorprende pues que, cuando uno se adentra en la
lectura de esta novela, la deuda cinematográfica resulte evidente por el
tratamiento, la estructura y el desarrollo de las seis historias contadas.
Planteadas desde esa visión de una travesía permanente, dividida en indicadores
de kilométricos, aleatoriamente desde el 17, para terminar en el 0 o suma, los
personajes de estos seis capítulos tratan de resolver sus conflictos sin que
sus esfuerzos terminen bien o, al menos, satisfactoriamente. Llegamos a sus
problemas cuando éstos ya están en marcha y, como lectores, poco podemos hacer
por solucionarnos. Resulta evidente la huella literaria de Raymond Carver y sus
historias a las que uno se asoma como si de una mirada furtiva se tratara y
después, minimalísticamente, dejase transcurrir el tiempo.
García Llovet logra una atmósfera
asfixiante para sus personajes: un rutinario conductor de autobús, una
fotógrafa que capta espacios desvalijados, dos amigos que se apoderan de la
caja negra de un avión siniestrado..., en realidad, seres sujetos a códigos no
establecidos, cuyas relaciones cruzadas sirven para constatar una sociedad
suburbana de tintes tan inquietantes como imprevisibles, pero que forman parte
de un cotidiano vivir de nuestras ciudades. Esa coda que se añade como
remate de esta seriada visión de unos personajes cuya fuerza forma parte del
universo con sus preocupaciones y desencantos, conforma el conjunto. Gracía
Llovet apuesta por una narrativa fragmentaria que llega a formar un todo porque
de lo que se trata es de constatar que sus personajes se esfuerzan por comunicarse
en esta sociedad de la incomunicación, en un espacio y en unas relaciones que
sólo se logran a través de la esperanza de un seguir avanzando. La prosa de la
narradora malagueña es sobria, los recursos visuales empleados efectivos y el
sentimiento expuesto deja constancia de lo que está pasando.
La narración que ensaya García
Llovet, para terminar, elabora sus resonancias a partir de la simplicidad del
significado, posee una estructura que hace del todo algo más que la suma de las
partes. Los significados de esa narración lineal, están elaborados con
sencillez, son verosímiles y los personajes de estas historias, relato o
novela, se ven acosados por toda una variada gama de problemas,— personales en
su mayoría—, que los une a una realidad percibida por quienes se acercan a
ellos.
CODA
Esther
García Llovet
Finalista
IV Premio Casa
de América Narrativa
Lengua
de Trapo, Madrid, 2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario