PARA UNA TEORÍA DE LA NARRATIVA
Nuevas aportaciones para desarrollar
una nueva Teoría de la
Narrativa. Se publica un Diccionario de Teoría de la Narrativa (Editorial
Alhulia, 2003), bajo la dirección de José R. Valles Calatrava.
La
narratología constituye hoy un dominio teórico tan científico como vasto y
presupone un campo de trabajo que incluye una amplia variedad de marcos y
líneas metodológicas que, con el paso del tiempo, han generado una amplia
diversidad de conceptos y de terminologías. En realidad, la teoría se concibe
como el estudio de la naturaleza, la forma y el funcionamiento de la narrativa.
Es esta esa nueva teoría que Tzvetan Todorov proponía, en 1969, definida como
la ciencia que se ocupaba de formular las relaciones entre los textos
narrativos, la narrativa misma y la historia. Escribir sobre narratología toda
una Teoría puede resultar un estimulo lo suficientemente atractivo como
para que, todo un equipo universitario, realice sus trabajos en el terreno de
la evolución que esta ciencia ha experimentado durante los últimos años. El
fruto de esa impagable labor se concreta en un Diccionario de Teoría de la Narrativa (2003) que
el profesor almeriense, José R. Valles Calatrava, como director y coordinador,
junto a Francisco Álamo y un grupo de investigación, ponen en las manos de los
interesados y supone, visto el grueso volumen, la aplicación y la teoría de una
línea científica que ha ido surgiendo en las últimas décadas. Una teoría que se
inscribe en esa variedad de marcos, modelos y líneas metodológicas que han dado
lugar a toda una serie de nomenclaturas y nociones en los diversos campos de
los estudios literarios del género.
Teoría
Narrativa en el siglo XX
El Romanticismo aportó una nueva
visión en los ámbitos literarios y narratológicos que fructificarían en el
futuro de ese amplio panorama del siglo XX; es decir, tras una ideología positivista, paralela al
historicismo que conllevaría una reacción contra el biografismo, el psicologismo y el
determinismo, se muestra interés por el estudio de un «método» y lo que serían
las bases «científicas» de una auténtica teoría de la Literatura y de la Narratología, en
particular. Bien es sabido que la novela en la segunda mitad del XIX había
quedado constituida de una forma sólida y a las primeras nociones teóricas
habían seguido cuestiones en torno a cómo separar conceptos como Realismo y
Naturalismo, a los que seguirían otros esfuerzos por superar concepciones que se consideraban caducas para
llegar a los primeros años del siglo XX. Se buscaron nuevos derroteros
narrativos en sincronía con las vanguardias y su propensión a superar el
«realismo», tal vez con una nueva «nivola» que, más centrada en los personajes,
como afirmaba Unamuno, renovase el género. Teorías psicoanalíticas, junguianas,
lacanianas, sociológicas y marxistas, lukasianas, estructuralistas, incluso
teorías lingüísticas y semióticas aplicadas a la narrativa se han ido sucediendo
a lo largo de las últimas décadas y todo ello para mostrar los modelos teóricos
de la reflexión metanarrativa que nos llevarían a los novelistas y movimientos
del formalismo ruso, la estilística, la escuela de Bajtín o la tradición
anglosajona y las tendencias críticas y expositivas contemporáneas que incluyen
desde el feminismo hasta la fenomenología y la hermenéutica.
Diccionario
de Teoría
Un libro como el Diccionario
de la Teoría
de la Narrativa,
en palabras de su propio director, es heredero del Diccionario de
Narratología de Carlos Reis y Ana Cristina M. Lopes, publicado en Coimbra
en 1987 y de A Dictionary of Narratology, de Gerald Prince, editado por la Universidad de
Nebrasaka, 1987. Supone, no obstante, un paso adelante porque se trata de la
primera monografía realizada en el ámbito hispánico y añade aspectos
diferenciadores con respecto a sus predecesores, es decir, ese carácter
especializado aunque no se concreta, exclusivamente, en un diccionario, sino
que el volumen de términos estudiados y anotados es mayor que en los
anteriores, más de mil entradas; por último, la estructura resulta novedosa en
su organización, tanto histórica, como analógica y alfabética. Por otra parte,
se concibe que la génesis y el uso de determinados conceptos están ligados a
una serie de perspectivas teóricas previas (de aquí la importancia de un amplio
capítulo dedicado a la «historia») y a sus propuestas metodológicas de
análisis, incorporando un corpus lexicográfico de términos originarios o
usuales de ese formalismo apuntado, del estructuralismo o la lingüística y la
semiótica.
El marco hispánico obliga a
incorporar los términos vinculados a la teoría o la reflexión sobre la
narrativa que han utilizado autores como Baquero, Bobes, Gullón, Pozuelo o
Villanueva. De igual forma se han incluido una nómina de autores, novelistas,
que han generado conceptos y que se pueden consultar como entradas del
diccionario; por ejemplo, señalan los autores, la noción de Valle-Inclán de toboganes
de pensamiento, la tesis de la apertura del cuento de Cortázar, la
oposición unamuniana entre personajes agónicos y rectilíneos, las ideas
sobre la función-novela de Alfonso Reyes, sobre la poética de las
variaciones de Roa Bastos o la propuesta de Francisco Ayala sobre el autor/lector
ficcionalizado.
Para ofrecer una idea de la
importancia de semejante manual, un concepto como cuento, se relaciona
en el diccionario con apólogo, balada, ejemplo, fabliau, fábula, lay, leyenda,
mito, patraña, épica, novela, novela corta, escritura, hipertexto,
intertextualidad, narración, narrativa natural, oralidad, relato, apertura,
tesis, efecto, unidad, epifanía, iceberg... y se define como término
proveniente del latín «computare» y se le dedican cuatro páginas, distinguiendo
y caracterizando sus rasgos fundamentales. Lo mismo ocurre con el término novela,
relacionado con narración, narrativa, relato, cuento, épica, novela corta,
novelesco, géneros, novela, novela épica-dramática-lírica, acuñándosele el
término de «novela» en el ámbito hispánico frente a «roman» francés y alemán,
«romanzo» en italiano y «novel» en inglés, aunque su origen está en el término novella
del italiano del XVI. O narrativa y narratología clasificados y
definidos como épica, géneros narrativos, narración, narrado, relato o gramática
narrativa, narración, narrado/narrante, narratividad, como teoría para designar
la nueva teoría de la narración literaria de la que se ocupaba el
estructuralismo francés y definida por Bal como «la ciencia que procura
formular la teroría de las relaciones entre texto narrativo, narrativa e
historia».
Significativamente, la obra que
se concibe para especialistas en el tema, contribuye así a popularizar
conceptos y términos tan concretos como narratología que se combina con otros
ámbitos como la sociología, la crítica, el psicoanálisis, la pragmática y la
fenomenología. El libro queda dividido en una primera y amplia parte histórica,
en la que se ofrece al usuario una síntesis de los principales conceptos
generados en la pasada centuria en el estudio y análisis de la narrativa desde
los diferentes marcos teóricos. Ofrece por consiguiente, una visión de la
historicidad y una dimensión ideocultural y social de los fenómenos tanto
literarios como metaliterarios; el propio diccionario de Teoría de la Narrativa incluye una
parte Analógica en la que se organizan los distintos términos según campos
conceptuales y en redes asociativas y jerárquicas; y el diccionario de teoría de la Narrativa o parte
alfabética donde se relacionan las voces que se describen. La obligada cita de
muchos autores y muchas obras conlleva una agilización de su lectura porque por
estas páginas desfilan los nombres de Alarcón, Clarín, Ayala, Azorín, Baroja,
Cela, Cortázar, Delibes, García Márquez, Goytisolo, Marías, Marsé, Martín Santos, Mendoza, Orejudo, Pérez
Reverte, Sánchez Ferlosio, Semprún, Unamuno, Vargas Llosa o Vázquez Montalbán,
autores que, como ejemplo de buena literatura, justificarían adentrarse en las
páginas del libro y en el mundo de la literatura. La terminología es explicada
en sus entradas con una habilidosa claridad que propende a no exigir, demasiado
al lector, y, sobre todo, muestra un dominio de la técnica por parte del equipo
elaborador. Se añade una amplia y selecta bibliografía de referencias,
diccionarios y compilaciones estudiadas, además de la relación de obras
literarias citadas a lo largo de las más de 600 páginas de erudición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario