… me
gusta
UNA VEZ ARGENTINA
¿Cuántas
vidas se ocultan en una novela? se pregunta el autor de Una vez Argentina
(2003), Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977),
para contarnos la historia de toda una saga familiar, desde los
desterrados de la tierra del Oriente europeo de comienzos de siglo, incluidas
las migraciones italianas, españolas y alemanas. En realidad, se trata de buena
parte de la memoria de todo un país desde una perspectiva política y social que
incluye gobiernos y dictaduras y el relato de campeonatos de fútbol, además de
numerosos apuntes sobre aspectos megalómanos de primera magnitud.
Andrés Neuman, autor de una obra
narrativa variada, novela y cuento, Bariloche (1999), La vida en las
ventanas (2002) y El que espera (2000), El último minuto (2001),
de quien, en alguna ocasión anterior, acertábamos a decir que «se estaba
convirtiendo en el testigo excepcional de toda una generación» eleva, y en mucho,
sus planteamientos narrativos hasta el momento y en la presente obra, escrita
con una habilidad asombrosa, ofrece el proceso de formación de una amplia
familia dispersa, en una nación de acogida, Argentina, tan esperanzadora como
caótica, soslayando episodios importantes con una trágica mirada y, a veces,
con una irónica y sarcástica visión del proceso temporal que conllevan las
cosas. Nimiedades de unos antepasados para un gran público que se convierten
así en auténtica literatura. Su historia es la de tantos emigrados que, muchos
años después, una vez instalados en un nuevo país, se afanan en acudir a la
memoria para reconstruir el pasado. Así desde una mirada inocente, la del
narrador, se evoca el recuerdo de un utópico país y de una mágica ciudad como
Buenos Aires. Neuman reconstruye con una sagacidad histórica el pasado de
familiares rusos, lituanos, franceses e italianos, católicos y judíos que,
desde sus respectivos países, llegaron a una tierra de promisión donde, tras un
trascendental período, los golpes de estado y el aparato militar ha campeado
durante los últimos treinta años. Es la historia de una Argentina sufrida,
vislumbrada desde la pasión de un niño que vivió en ella sus primeros años de
aprendizaje, pero con la perspectiva del
tiempo que se le supone un conocimiento de oídas. Por eso el narrador
fragmenta, deliberadamente, su información para reconstruir su pasado de una
forma afectiva. Y este, sin duda, es el mayor acierto del joven escritor para
contar buena parte de la vida que llevaron algunos de las figuras entrañables y
excéntricas de su pasado genealógico, como el bisabuelo paterno Jacobo y Lidia
su esposa o los abuelos Mario y Dorita, rememorar los días del Colegio Nacional
de Buenos Aires y contar desde la realidad, una fantástica visión de muchas de
las historias que no tendrían sentido sin la acertada pluma del narrador
adolescente.
UNA VEZ ARGENTINA
Andrés
Neuman
Barcelona,
Anagrama, 2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario