… me gusta
CUENTOS
DE BLOOMSBURY
El
mundo y la atmósfera bloomsburineanos que tan magistralmente recrea literariamente Ana María
Navales ha ido creciendo y expandiéndose con el paso de los años, con esa
maestría, además, que caracteriza a su narrativa última. Desde una primera
edición aparecida en 1991, una segunda en 1999 y, una tercera, por ahora
definitiva, en estos Cuentos de Bloomsbury (2003), encontramos, en una
primera instancia, el proceso de complicidad con una realidad tan simbólica y
tan lírica como la expresada en estos relatos porque, por encima de todo,
denotan que ese espacio donde Virginia Woolf y Ethel Smyth o el resto de los
contertulios de Bloomsbury sintieron sus pasiones y respiraron, sigue tan vivo
como siempre. Doce cuentos integraban la primera versión del relato de toda una
serie de sensualidades enfrentadas a un mundo nuevo, lugar donde la mediocridad intelectual los
llevó a un misero decadentismo o, en algunos casos, a la perdición final.
Frustraciones amorosas, incertidumbre existenciales, obsesivas dependencias de
unos y de otros, fuerzas interiores en lucha por sobrevivir y, además, una
atmósfera tan lírica como escalofriante, son algunos de los conflictos
analizados por la narradora aragonesa que recoge, con una total identificación
de los registros, de una forma magistral, las inquietudes de toda una época
literaria y del grupo intelectual británico en el que participaron, por igual,
hombres y mujeres, conducta que ha provocado no poca bibliografía en el último
siglo. Un nuevo cuento se añadió a la segunda edición y dos más en esta
tercera, «Mi corazón está contigo», «Aquel verano en Carbis Bay» y «La última
carta», respectivamente. El primer relato, una extensa carta que la narradora
aragonesa imagina dieciséis días antes del suicidio de la escritora inglesa; el
segundo, muestra el mundo lésbico tan intrínseco a la personalidad de Virginia
y, el tercer relato, una declaración apasionado y sutil sobre el dramático
final de la escritora, interpretado por otra mujer que muestra una elegante
sutileza en el tratamiento y el conocimiento de la obra y la vida de narradora
británica.
El lenguaje utilizado por Ana
María Navales se percibe ajustado, incluso—como alguien anteriormente lo ha
calificado—de una cadenciosa musicalidad y de tonos melancólicos. Algo lúgubre,
misterioso, decadentista, se percibe en muchas de las historias narradas que
descubren la certidumbre de una existencia mediocre en un mundo tan ajeno como
moderno, pero por encima de todo se perfila un estilo representado por una
imaginería y una belleza que roza la perfección poética, redondeado todo con la
caracterización de unos personajes tan excéntricos como creíbles, muestra, aún
hoy, de esa esencialidad misma de la buena literatura.
CUENTOS
DE BLOOMSBURY
Ana María Navales
Madrid, Calambur,
2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario