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DOS MUJERES EN PRAGA
La
literatura ensayada por Juan José Millás recrea una atmósfera narrativa que oscila
entre lo irreal, lo fantástico o lo visionario. Sus historias exponen tramas
insignificantes que se yuxtaponen para ofrecer un relato mucho más complejo a
lo largo del desarrollo del mismo. En Dos mujeres en Praga (2002), la
historia contada supone el breve encuentro entre dos mujeres que muy pronto
intiman y de la relación posterior que inicia el joven escritor Álvaro Abril
con una de ellas. Surge, además, un narrador, periodista de reportajes, que
queda incluido en la historia para transcribir, al hilo de la novela, otro
relato motivo del presente y que, en realidad, tratará el tema del bastardo
sobre el que se concreta toda la trama final.
Millás es un hábil constructor
de falsas identidades y sobre esta premisa edifica este juego de espejos en el
que sus personajes, en ocasiones, se pierden por encontrar su propia realidad.
La historia se concreta en la relación que establecen dos mujeres que hacen
coincidir sus vidas: Luz y María José. La primera es una enigmática señora
madura de vida irresoluta que acude a una Escuela de Letras para que escriban
su biografía; la segunda, una joven empeñada en escribir sobre el lumbago desde
la perspectiva más absurda: viviendo y utilizando el sentido de una de las
partes del cuerpo, anulando por completo el otro, el izquierdo o el derecho y/o
alternativamente. Para eso cubre uno de sus ojos con un parche que le dificulta
la visión de la realidad en la que vive. Al hilo de estos acontecimientos, el
joven profesor se muestra interesado en escribir la biografía de la no menos
enigmática Luz Acaso, dueña de una fantástica vida a medio camino entre la
realidad, el ensueño, la fantasía, la falsa identidad o el concepto expresado
del doble. Cuestiones que, por otra parte, añaden una desconcertante
personalidad al personaje y nos sumergen a los lectores en esa idea caótica que
podamos tener acerca de nuestra propia realidad. El resto de la novela está salpicada de
anécdotas como el hecho de que una de las calles de Madrid, donde se localiza
el relato, se parezca a una de Praga y las dos mujeres que viven en ella fantaseen constantemente acerca de esta
mágica ciudad.
El humor, la ocurrencia, como es
habitual en el escritor valenciano, la paradoja y otros recursos textuales y
estructurales de su fabulación reproducen un mundo donde lo que más sorprende
es la visión caótica de nuestra existencia. Un halo de frivolidad recorre estas
páginas quizá para hacernos ver que, pese a todo, las cosas han de tomarse con
un claro signo de jocosidad porque de otra forma no sería posible aguantar
nuestra existencia.
DOS MUJERES EN PRAGA
Juan
José Millás
Premio
Primavera, 2002
Espasa,
Madrid, 2002
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