Eugenio
Polisky
El siguiente poema forma parte de Quimera Bulevar, que recorre las figuras más salientes de la
dramaturgia shakespereana, desde Othello hasta Hamlet, pasando por Macbeth y el
rey Lear, recuperando las piezas clásicas en función de su propia creación
lírica.
El Rey
You see me here, you gods, a poor
old man,
As
full of grief as age, wretched in both.
(Aquí
me ven, oh dioses, un pobre anciano,
lleno
de dolor y de edad, desgraciado en ambos.)
King Lear / El rey Lear
I
le decían
El Rey
El Rey
el que
ascendió desde abajo
despiadado
hijo de
inmigrantes
capitalista
pirata
esto lo
sabían todos
esto lo
sabía él
qué sabía
él
hacer negocios vender acciones comprar
divisas
era
lo suyo
fundar empresas fundir industrias echar
obreros
era
lo suyo
hacer vender comprar fundar fundir echar
era
lo suyo
enriquecerse
era
lo suyo
era
lo suyo
era
pero
ahora
ahora
hoy
El Rey
estaba cansado
soñó un
sueño de sosiego y convocó a sus
tres hijos
es decir,
dos hijas
y
un Hijo
II
El Rey
cansado
ahora
sintió un repentino amor
por sus
dos hijas
por
su Hijo
quiso
cederles todo
concederles
el poder de actuar ahora
darse el
lujo de ser generoso ahora
enseñarles
a sus brazos a flotar con dedos de alga
sonreír
con los trazos delicados de la compasión
transformarse
en santo de sandalias y palomas
trascender
ahora
El Rey
cansado
con la
bondad de la fatiga
reunió a
sus dos hijas
ahora
pero
no a su Hijo
que le escribió desde lejos que no podía
viajar ahora
que no importaba que no le diera que
disfrutara ahora
que lo quería que no quería su dinero
que viajaría que no ahora que
El Rey
en su
vida
nunca
jamás
aceptó un
no
menos ahora
por eso
sus dos hijas
pero no su Hijo
sonreían ahora
asentían ahora
complacían ahora
por eso a
sus dos hijas
y
no a su Hijo
nunca
a su Hijo
jamás
a su Hijo
les
regaló todo
todo
todo
t
o
d
o
ahora
III
el
descenso de El Rey fue rápidolento
demasiado
rápido para ser derrumbe con prestigio
demasiado
lento para evaporar la agonía
con la celeridad del arrepentimiento muy
pronto se encontró deambulando entre la casaquinta de una hija y el piso en
pleno centro de la otra
espacios grandes restringidos puertas
cerradas silencios grises
recriminaciones de un pasado que cada
vez recordaba menos
le fue fácil a una también a la otra
justificarse desentenderse
(buen ejemplo tenían)
El Rey
guardias que niegan la entrada
timbres que suenan sin respuesta
esfumada
la certeza quedó transparente
lo
material inmaterial
le decían
le decían
El Rey
un día de
otoño en el banco de una plaza
IV
llueve en
la ciudad llueve
llueve en
la ciudad un día de otoño llueve
llueve en
la ciudad un día de otoño en el banco de una plaza llueve
llueve
una lluvia que es tormenta que es tormento
llueve
frío
llueve
viento
llueve el
pasado el presente sobre El Rey
llueve El
Rey y ruge reniega reconoce llueve
llueve
truenos llueve gris
llueve el
daño causado llueve lo no hecho
llueve el
deseo
llueve el
ojalá el quizá el por qué
llueve
y una
gota de luz se desliza por la boca del olvido
llueve
sobre El Rey
V
por la
plaza
un
joven
algo
busca
alguien
tal vez
un viejo un padre un loco
El Rey
lo ve
es él mi
Hijo
Hijo
H
i
j
o
un
reencuentro
un
relámpago
uno que
fue rey
Eugenio Polisky nació en EE. UU. Creció en la Argentina, donde cursó
sus estudios universitarios. Entre 2007 y 2009, fue miembro del Grupo de
Escritores de los Malos Ayres. En 2011, publicó en coautoría Ángulos de la Locura como miembro
fundador del grupo homónimo. Traduce poesía al inglés y al español. Participa
activamente en encuentros literarios y emisiones de radio. Desde 2012, forma
parte de Las Puntas del Clavo, un colectivo que integra diferentes disciplinas
con la intención de transformar la palabra más allá de lo escrito. En mayo de
2013, se publicó su poemario Silencio en
la nada luz.
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